Undone, más frío que nunca - Sasuke, Deidara, Itachi y Tú.

Capítulo nueve

Sería bueno que leyeran el capítulo oyendo la canción que les deje en multimedia porque la escribí (E inspire) mientras la oía ♡

Y después de dos largos años, por fin podían mirarse el uno al otro a los ojos, tratando de descifrarse mutuamente. Deidara aflojó la mirada y se dispuso a hablar – Vaya ________, hasta que apareces – En su tono rondaba lo irónico y lo dolido, pero la ironía reinaba – Pensé que nunca más volvería a verte, ya sabes, al parecer te gusta jugar a los fantasmas.

________ ni siquiera se inmuto, Sasuke por otro lado saco provecho de su silencio – ¿Qué pasa Neige? O es que acaso ¿Te comió la lengua el rubio?

- Calla Sasuke - Escupió. 

- Al parecer, como supuse, no has perdido tu carácter – Justo en aquel momento Sasuke se posicionó junto a Deidara, dando a parecer que ambos estaban contra la menor (A pesar de que se tenían un repudio mutuo, más aun por parte de Deidara).

El viento seguía soplando frío y los escasos arboles (algunos sin vida) se mecían al compás de este. La menor los analizo a ambos mientras se acercaba a ellos a paso lento, Deidara se veía inseguro como si de alguna forma no pudiera demostrar toda su rabia contenida ante ella, por otro lado, Sasuke solo se encontraba allí para joderlos. La menor rodó los ojos antes de pararse frente a ellos, esto era una maldita perdida de tiempo – Si por alguna razón creen que su jodida ironía y ceños fruncidos de mierda me alarman están completamente equivocados.

Sasuke se adelantó a hablar – No pretendo intimidarte, niñita, sino torturarte.

- Pues suerte con ello, ambos podemos jugar al mismo juego ¿Sabes?

- Quizás hasta tres – Susurro el rubio.

- ________ ¿Lo ves? Alguien está muy feliz de verte, no actúes como imbécil, vamos, él está presente – El frió los golpeaba cada vez más intensamente, la lluvia era próxima, pero ninguno bajaría la mirada en busca de abrigo, básicamente se habían entrometido en una batalla donde el menos inteligente perdía.

- ¿No piensas dirigirme si quiera una palabra? – Hablo Deidara, la menor solo lo miró, una mirada profunda, de esas que en algún tiempo hacían temblar al rubio - ________...

- No, no pienso hablar contigo... Es decir, no lo sé.

En aquel momento una carcajada inundo el lugar por el debate de palabras que atacaba a la menor, a Sasuke le encantaba fastidiar a aquellos dos hijos de puta, "problemas en el paraíso" -Se dijo a sí - , pero decidió dejarlos a solas, después de todo, en un tiempo se terminarían asesinando mutuamente o, si la fortuna lo acompañaba, lo haría él con sus propias manos.

- Vaya... - Exclamó el rubio mientras tomaba asiento en la banca de hace unos momentos – No puedo creer que realmente seas tú – Y en el oído de ________ vibró, se podía notar que ello no sonaba como algo bueno – Después de tanto.

Desvió su mirada hacia las pocas hojas de un insignificante árbol - Solo son dos años.

- ¿En serio solo fueron dos años para ti?

- ¿Para ti no? – Deidara sonrió, pero aquella sonrisa solo escondía decepción, claramente la joven no pudo darse cuenta.

 – Ya veo que todo lo que dicen sobre ti es cierto ________ Neige, no puedo creer que alguna vez me trague ese cuento de la niñata inocente... – Acaricio su nuca, culpándose aun más en sus pensamientos  – Espero que seas feliz así, porque es en este momento que me doy cuenta que ya no tengo ningún sentimiento hacia ti... Ninguno más que lastima – Delineo con los dedos sus propias rodillas mientras se levantaba y soltaba un suave suspiro, la menor seguía inmóvil y Deidara seguía igual de honesto que siempre, conservando su esencia, esa que tanto le encantaba a la joven – No quiero verte nunca más, y por favor evita acercarte al lugar donde trabajo.

- De-Deidara yo... - Deidara puso un dedo en su boca, ________ sintió como si este fuera una pluma que acariciaba los pequeños pliegues entre sus pálidos labios.

- No ________... Por favor, no quiero que sigas haciéndome más daño – La menor callo mientras observaba al rubio retirarse entre las sombras y la leve neblina – Oh, y una cosa más: Si llegas a dañar a uno de mis amigos, te buscare, te torturare y dejare que te desangres hasta que mueras.

________ frunció el ceño - No serias capaz de tocarme ni un pelo, Deidara.

- Pruébame, Neige.

Y con ello el rubio se perdió entre la menesterosa niebla mientras las oscuras nubes comenzaban a rendir frutos dejando caer pequeñas gotas de lluvia, una lluvia completamente amarga.