Capítulo 14: Decisión

17.8K 2.5K 813
                                    


[Namjoon]

Estaba aterrado, podía notarlo solo con la forma en la que agarraba mi mano, con tanta fuerza que parecía no querer soltarme nunca. En ese momento solo quise llevarle de vuelta al apartamento y dejarle allí, a salvo, pero no iba a hacerlo, no quería arriesgarme a que me odiara de por vida. Entendía que irse justo ahora sería un golpe muy grande para su orgullo, y si algo destacaba en el mayor era eso.

- ¿Cuántos son los que venían en el encargo? –preguntó juntándose más a mí, soltando mi mano y agarrando directamente mi brazo.

- Dos para nosotros, tres para Jungkook y Jimin y uno para Taehyung y Hope.

- ¿Tres para Jungkook y Jimin? –preguntó preocupado. Sonreí, intentando tranquilizarle. Entendía que se asustara, pero yo ya estaba más que seguro de que esos dos podían hacerse cargo incluso de cinco personas cada uno.

- Podrán manejarlo, estate tranquilo.

- P-pero...

- Jin, preocúpate de ti mismo.

- Va-vale.

No me gustaba responderle tan cortante, pero es que me ponía de los nervios. ¡Estaba muerto de miedo y aún así se preocupaba por los demás! En serio que tenía un problema, uno muy grande.

Seguimos andando por el local hasta llegar a un cuarto cerca de la salida trasera. En su interior había tres personas, dos hombres y una mujer. A primera vista parecían estar charlando tranquilamente en el sofá, igual que podría hacerlo cualquier grupo de amigos, pero en este caso era diferente.

- ¿Son ellos? –Me preguntó Jin en un susurro. Asentí y me quité su agarre, arrastrándole hasta la pared y colocándole de espaldas a ella.

- Me esperas aquí hasta que salga, ¿has entendido?

- ¿Piensas entrar tú solo? –preguntó sorprendido, casi sacando los ojos de sus órbitas. Preví que iba a soltar algún comentario en voz alta, por lo que rápidamente cubrí su boca con mi mano, inclinándome sobre él para no llamar la atención.

- Ya veo que lo has entendido. Ahora solo cumple la maldita orden.

Fue a quejarse pero antes de soltar palabra terminó cerrando sumisamente la boca, agachando la cabeza y susurrando una especie de asentimiento. Siempre me parecía tierno cuando se enfurruñaba, pero en este momento me aterraba demasiado que se pusiera en peligro por su orgullo.

El objetivo era fácil. Básicamente teníamos que cargarnos a unas seis personas. Eran narcotraficantes o algo por el estilo, pero eso poco nos importaba. Hwa tan solo nos había informado de que recibiríamos una buena suma de dinero una vez termináramos el encargo, claro que tan buena recompensa suponía un precio, el cual era la dificultad que arraigaba acabar con la vida de tales personas. Al parecer no eran esos típicos niños que se metían en el mundo pensando que era un juego, esta gente sabía lo que hacía y a lo que se atenía. Lo único bueno era que el dueño del local se encargaría de los cuerpos y la limpieza de cualquier rastro, cosa que nos quitaba de muchos problemas.

Yo tenía que hacerme cargo de la mujer y uno de los hombres que había en la habitación, pero no descartaba acabar con el tercero si se interponía. Solo quería acabar rápido y sacar a Jin cuanto antes de este sitio.

"Si tan solo se hubiera quedado en casa..."

Suspiré y me adentré a paso firme en la habitación, llamando la atención de los presentes. Dos de ellos se giraron, mirándome desconcertados por mi repentina aparición.

¿Y si me tuviera que marchar? ▌Namjin▐Where stories live. Discover now