spanish; o.m. (cancelada)

dieciséis

Shawn

Volví a fallar y gruñí. Miré mi guitarra con frustración. No me salía nada, estaba demasiado bloqueado. Me pasé las manos por el pelo y suspiré.

-¿Problemas?

Pegué un bote al escuchar la voz de Lucía. Estaba apoyada en el marco de la puerta, con una sonrisa divertida jugueteando en sus labios.

-Me has dado un susto de muerte -me quejé.

-Lo siento, lo siento -rió ella sentándose junto a mí-. ¿Qué haces? -preguntó mirando con curiosidad todos los papeles que tenía esparcidos por la cama.

-Eh... -balbuceé sonrojándome.

Lucía dejó de mirarlos al instante.

-Vale, lo pillo. Demasiado personal. Sé de esas cosas -dijo al ver mi expresión asombrada-. Solía componer cuando estaba en España -se encogió de hombros.

-No me lo habría imaginado nunca -me sorprendí-. ¿Qué haces aquí?

-Había venido a darles la gran noticia de mi nueve en biología a Sam y Nate, pero no los encontraba, así que he oído la guitarra y he venido a curiosear -me explicó.

-Enhorabuena por el nueve -me reí.

-¿Sabes dónde pueden estar esos dos? -me preguntó después.

-Ni idea. Espera, ¿qué día es hoy? -dije recordando algo de repente.

-Jueves, ¿por...?

No la dejé terminar. Recogí mi guitarra a toda velocidad, metí los papeles en mi carpeta de cualquier manera y arrastré a Lucía de la mano hasta mi coche.

-¡Socorro, Shawn me está raptando! -exclamó Lucía al pasar por delante de Aaron.

Él se nos quedó mirando y se echó a reír.

-¿Te habías vuelto a olvidar, Shawn?

-¡Sí, no sé qué me pasa últimamente! -le grité metiéndome al coche.

-¿El qué te has olvidado? -preguntó Lucía abrochándose el cinturón.

-Los jueves por la tarde tengo ensayo, bueno, tenemos ensayo Sam, Nate, los Jacks, Jacob, Bea, Mahogany y yo. Tenemos una especie de... coalición de música -le expliqué de pasada mientras arrancaba el coche.

-¿Sólo vosotros?

-No, hay más gente, pero tampoco somos muchos. Nos "dirige" un chico joven, tiene solamente veintinueve años. Es buena gente, te caerá bien.

-¿Por qué me llevas contigo? -me preguntó frunciendo el ceño.

-Necesitaban una cantante más -le expliqué.

-¿Y tú cómo sabes que canto? -se extrañó ella abriendo mucho los ojos.

-Eh... ¿no ves los snapchats de Bea?

-¿Bea me graba mientras canto y luego lo sube a su snapchat? -se horrorizó, asentí-. La mato, te juro que la mato.

Me eché a reír. Me encantaba la relación que tenían entre ellas. Era divertido verlas, y reconfortante también ver que dos personas pudieran quererse tanto. Aunque estuvieran todo el día picándose. Llegamos al lobby que teníamos como escuela/estudio y arrastré a Lucía adentro. Estaban casi todos esperando en la sala principal.

-¡Ya era hora, Shawn! Ya van dos días que... ¿quién es esta?

David, el director, se sorprendió al ver a Lucía detrás mía. La española sonrió nerviosa y se escondió detrás mía. Vaya demostración de madurez.