dos

497 67 12
                                    

Aaron

Estaba arreglando el armario de la cocina que Nate y Gilinsky se habían cargado esta mañana cuando la puerta de casa se abrió de golpe, dejando entrar a Cameron, Matt y Nash riéndose.

-¡Ni lo sueñes, Dallas, yo la vi primero! -iba gritando Matt-. Además, me ha pegado una torta.

-Y eso es un claro ejemplo de amor -ironizó Nash, que había parado de reír.

Les miré con el ceño fruncido.

-¿Qué ha pasado?

-Pues... -empezó a decir Matt.

-Matt, te has dejado tus maletas en el coche. Otra vez -informó Carter con desgana entrando en casa.

-Mierda -Matt se dio una palmada en la frente y salió corriendo.

-Joder, me estaba contando lo que había pasado -me quejé.

-Tranquilo Aaroncito, te lo podemos contar nosotros -se burló Nash.

-¿Por qué te burlas tanto de mí? -lloriqueé.

-Porque eres un buenazo, Aaron. Pero sabes que te queremos, ¿verdad? -dijo Cameron.

-Pelotas -bufé.

En ese momento volvió Matt con sus maletas jadeando por el esfuerzo. Le cogí una como buena persona que era y le acompañé a su habitación.

Cuando pasamos por el salón presenciamos una escena bastante rara. Sam, Nate y Gilinsky estaban pegados a la ventana mientras Johnson saltaba por detrás para intentar asomarse.

Me encogí de hombros y seguí hasta la habitación que compartía Matt con Shawn para dejar la maleta.

-¿Qué es lo que ha pasado antes que os hacía tanta gracia? -le pregunté a Matt cuando volvíamos.

-Ah, cierto. Bueno, verás, en el vuelo de Nueva York hasta aquí que hemos cogido Carter y yo había un grupo de chicas -empezó a explicarme.

-Un grupo de chicas. Ahora todo tiene más sentido -me reí.

-Eso, que no he podido evitar decir algo sobre alguna de ellas y bueno, me ha soltado un bofetón -continuó Matt con ojos soñadores.

Le miré alzando las cejas, pero él me ignoró y siguió hablando.

-Total que acabábamos de llegar con Cam y Nash que nos habían venido a buscar, y de repente paran dos taxis en frente de la casa que estaba en venta y de ellos se bajan las chicas del avión.

-Ya sé qué miran entonces esa panda de pervertidos -se me encendió la bombilla.

Matt y yo fuimos al salón donde ahora estaban también Cameron y Nash peleándose por la ventana. Les miré negando con la cabeza y me fui a mirar por la ventana de la cocina, que daba al mismo sitio y estaba totalmente libre. Matt me siguió conteniendo la risa.

-Qué listo eres, Carpenter -me halagó.

-Ya lo sé.

-Tampoco nos pasemos con el ego, ¿eh? Ya tenemos suficiente con los de Omaha.

Puse los ojos en blanco y miré por la ventana. Un grupo de chicas caminaba hacia la entrada de la casa de al lado, parándose a admirar todo y arrastrando un montón de maletas.

-Esa es la de la torta -me dijo Matt señalando a una rubia con camiseta blanca larga.

La miré y le comenté que no estaba mal, cuando vi a la que tenía a su lado. Era morena y -tenía que decirlo- tenía unas tetas de escándalo. Era un poco más alta que la de Matt y tenía el pelo moreno oscuro más corto, por debajo de los hombros más o menos.

spanish; o.m. (cancelada)Where stories live. Discover now