No sé en qué momento pude quedarme dormida, las pequeñas caricias de Alex me hacían hiperventilar, pero por la mañana me despierto con unas mordiditas de Chubaca en mi oreja.
-Basta- la acaricio.
-Vaya- escucho a mi lado- Jamás creí que una cachorrita fuera más afortunada que yo- dice Alex.
-Es porque no es tan arrogante como tú.
Lo escucho reír muy cerca de mí y me giro en su dirección. Acaricia mi mejilla.
-Buenos días Felissa.
-Buenos días Alex- sonrío - ¿Qué tenemos hoy de desayunar?
-Me parece que aire.
Me río.
-Por muy apetitoso que se oiga- hago una mueca- creo que podría dar algunas sugerencias.
Me levanto y voy hacia la recámara en busca de mi maleta.
Lo oigo silbar por lo bajo y volteo a verlo extrañada.
-¿Te han dicho lo hermosa que te ves recién levantada?- me recorre completa.
Y recuerdo que estoy en pijama. Mi pijama que es más ropa interior que pijama.
-Ningún hombre ha tenido semejante privilegio antes- vuelvo a mi camino.
-Creo que ya se lo que quiero de desayuno- hace una pausa- a ti.
Volteo a verlo esta vez con las manos en las caderas.
-Lo lamento, pero eso no se va a poder.
Llego a la recámara y rebusco entre mi maleta.
-¿Por qué no?-dice detrás mío.
-Porque... -Volteo y lo veo sólo en bóxers. Instintivamente me tapo los ojos colorada.
-¿Qué sucede, se te metió algo en el ojo?
-Estás sin camisa, en sólo ropa interior -respondo.
-¿Eso es todo? No creí que fueras tan sensible, ¿o es que soy demasiado? -Pregunta arrogante.
Destapo un poco mis ojos e intento mirarlo sin parecer un tomate.
-Esto es todo lo que hay de comer-señalo mi maleta rebosante de comida chatarra y esas golosinas que tanto me encantan- escoge algo y luego ve a cambiarte.
-¿No puedes resistirte a mí? -Se acerca, pero en vez de tomar algo de comer me toma a mí, me aprieta contra él y hunde su cara en mi cuello haciéndome gemir, me da un pequeño besito y se aleja- ¿te gusta Felissa?
Me quedo quieta sin siquiera respirar y entonces comienza a repartir besitos por todo mi rostro, llevo mis manos a su cabeza y enredo mis dedos en su cabello.
-Mmmm- no puedo evitar que el sonido salga de mí.
Se aleja con una sonrisa triunfante, pero entonces soy yo quien lo necesita, lo atraigo hacia mí y lo beso, él rodea mi cintura con sus fuertes brazos y profundiza el beso, metiéndonos en una lucha de deseo y ansiedad. Nunca el contacto físico se había sentido tan bien, siempre lo percibí como algo superficial, pero ahora es más. Alex es mucho más.
Nos separamos con los labios hinchados y la respiración entrecortada.
-Wow- es todo lo que digo.
-Muy wow- dice él.
Desvío mi mirada hacia su trabajado cuerpo y no puedo quitarle los ojos de encima. Me muerdo el labio inferior hasta que duele.
-¿Admirando la vista?-pregunta.
ESTÀS LLEGINT
Reina
Novel·la juvenil¿Puede un corazón de piedra volver a latir? Después de esa noche muchas cosas cambiaron. La apuesta terminó y ahora debe ser saldada; y eso construirá puentes que unirá a Felissa y a Alex. Felissa sabe que no puede evitar lo que siente, sin embargo...