Capítulo 5. Donuts para el desayuno

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No sé en qué momento pude quedarme dormida, las pequeñas caricias de Alex me hacían hiperventilar, pero por la mañana me despierto con unas mordiditas de Chubaca en mi oreja.

-Basta- la acaricio.

-Vaya- escucho a mi lado- Jamás creí que una cachorrita fuera más afortunada que yo- dice Alex.

-Es porque no es tan arrogante como tú.

Lo escucho reír muy cerca de mí y me giro en su dirección. Acaricia mi mejilla.

-Buenos días Felissa.

-Buenos días Alex- sonrío - ¿Qué tenemos hoy de desayunar?

-Me parece que aire.

Me río.

-Por muy apetitoso que se oiga- hago una mueca- creo que podría dar algunas sugerencias.

Me levanto y voy hacia la recámara en busca de mi maleta.

Lo oigo silbar por lo bajo y volteo a verlo extrañada.

-¿Te han dicho lo hermosa que te ves recién levantada?- me recorre completa.

Y recuerdo que estoy en pijama. Mi pijama que es más ropa interior que pijama.

-Ningún hombre ha tenido semejante privilegio antes- vuelvo a mi camino.

-Creo que ya se lo que quiero de desayuno- hace una pausa- a ti.

Volteo a verlo esta vez con las manos en las caderas.

-Lo lamento, pero eso no se va a poder.

Llego a la recámara y rebusco entre mi maleta.

-¿Por qué no?-dice detrás mío.

-Porque... -Volteo y lo veo sólo en bóxers. Instintivamente me tapo los ojos colorada.

-¿Qué sucede, se te metió algo en el ojo?

-Estás sin camisa, en sólo ropa interior -respondo.

-¿Eso es todo? No creí que fueras tan sensible, ¿o es que soy demasiado? -Pregunta arrogante.

Destapo un poco mis ojos e intento mirarlo sin parecer un tomate.

-Esto es todo lo que hay de comer-señalo mi maleta rebosante de comida chatarra y esas golosinas que tanto me encantan- escoge algo y luego ve a cambiarte.

-¿No puedes resistirte a mí? -Se acerca, pero en vez de tomar algo de comer me toma a mí, me aprieta contra él y hunde su cara en mi cuello haciéndome gemir, me da un pequeño besito y se aleja- ¿te gusta Felissa?

Me quedo quieta sin siquiera respirar y entonces comienza a repartir besitos por todo mi rostro, llevo mis manos a su cabeza y enredo mis dedos en su cabello.

-Mmmm- no puedo evitar que el sonido salga de mí.

Se aleja con una sonrisa triunfante, pero entonces soy yo quien lo necesita, lo atraigo hacia mí y lo beso, él rodea mi cintura con sus fuertes brazos y profundiza el beso, metiéndonos en una lucha de deseo y ansiedad. Nunca el contacto físico se había sentido tan bien, siempre lo percibí como algo superficial, pero ahora es más. Alex es mucho más.

Nos separamos con los labios hinchados y la respiración entrecortada.

-Wow- es todo lo que digo.

-Muy wow- dice él.

Desvío mi mirada hacia su trabajado cuerpo y no puedo quitarle los ojos de encima. Me muerdo el labio inferior hasta que duele.

-¿Admirando la vista?-pregunta.

ReinaOn viuen les histories. Descobreix ara