Tras la partida de Alex cierro la puerta de mi casa y me volteo hacia Zac con los brazos cruzados.
-Te odio- siseo.
El me mira con una sonrisa extendida a más no poder.
-Me amas, lo sabemos, soy lo más cercano a un mejor amigo que tienes.
Lo miro de arriba abajo.
-¿Tú? ¿Mi mejor amigo?- largo ua carcajada- por favor si tú y yo ni amigos somos, conocidos, y ya si tanto es pseudoamigos.
Se ríe y me aviento a su lado en el sillón.
-Deja de ser tan dramática. Todavía de que cuidé a tu pequeña bola de pelos- me pasa a Chubaca y yo la acaricio al tiempo que ella se acomoda en mi regazo.
-No estoy siendo dramática, y te lo agradecería, pero te recuerdo que yo tengo a todo mi personal de Navarra cuidando de un par de leones, te paso el dato; ahora pseudoamigo, cuéntame qué tal estuvo tu día.
-Pues fui a desayunar después de dejarte en la escuela, haré un paréntesis para decir que te ves ridícula asistiendo a un instituto para adolescentes, pero bueno, fui a desayunar y tal y como me dijiste un par de chicas se me acercaron, y siguiendo tu magnífico consejo las mandé a dar un paseo solas, les dije que no estaba interesado y después de un par de pucheros se dieron por vencidas y se fueron. Camine un poco por la ciudad. Solo. Más solo que Bambi cuando murió su mamá así que estaba por ahí, hundido en mi soledad cuando recibí tu mensaje, más o menos llevaba todo el día esperando que me dijeras "No me esperes, tendré una tarde de sexo salvaje con Alex" o un "Ven por mí justo ahora y trae una caja de pañuelos, y chocolate, mucho chocolate", así que cuando me dijiste que fuera a esa dirección pensé que probablemente habías asesinado a alguien y querías que te ayudara a esconder la evidencia. Pero obviamente era uno de tus planes para hacerla de casamentera.
-¿Y? ¿Funcionó? Tienes que decírmelo todo, mi teléfono se descargó y no he hablado con Cloe, pero quiero esperar hasta mañana para medir su reacción en persona.
Intenta poner una expresión seria.
-No sé a qué te refieres con si funcionó, sólo comimos, me enseñó el lugar y charlamos un poco, no es como que vayamos a casarnos.
Tal vez tú no lo creas, querido, pero yo sé que sí.
-Bueno Zac, si tú quieres seguir tirándote al tonto y hacer como que no pasa nada, está bien- levanto mis manos en señal de "tu problema" - no soy yo la que se está engañando.
-¿Y ahora eres tú la que da consejos de amor? - su risa sale más como un ronquido y yo hago un gesto desagradable - te recuerdo que no tiene ni dos días que te estabas revolcando de autocompasión en tu cama, estabas llorando, querida, así que a mí no me vengas con cuentos de que ahora eres una experta en esto.
Lo golpeo ligeramente con mi puño, bueno, tal vez no tan ligeramente, pero él aguanta.
-Deja de ser tan mierda, yo te escuché cuando me diste tus consejos ¿ok? Y eres la persona más inexperta en la materia, así que devuélveme el favor y deja de ser tan necio.
-¿Cómo quieres que deje de ser tan necio?
Frunzo los labios al tiempo que entrecierro los ojos.
-Acepta que te gusta mi amiga, que te encanta, que te fascina, que te vuelve loco.
-¿Y no quieres también que diga qur los elefantes vuelan?
-No me digas que ya conociste a Dumbo-abro muchos mis ojos en gesto de burla.
YOU ARE READING
Reina
Teen Fiction¿Puede un corazón de piedra volver a latir? Después de esa noche muchas cosas cambiaron. La apuesta terminó y ahora debe ser saldada; y eso construirá puentes que unirá a Felissa y a Alex. Felissa sabe que no puede evitar lo que siente, sin embargo...