Esposo posesivo. «H.S.» (En Edición)

13.0 Un tiempo.

-Hablaré con él...para ver si podemos salir.

-Okay hija -respondió con una sonrisa.

Abrí la puerta y salí de allí dejando a Cody adentro, si lo dejaba salir se la pasaría corriendo y no es seguro a esta hora, lo perdería de vista y no, simplemente no.

Harry bajó del Jeep y me miró desde donde él estaba. Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo y un hormigueo en mi cuello.
Cerré mis ojos un segundo y luego comencé a caminar hacia él.

¿Qué iba a decirle?, sé que dirá que no, podría apostarlo, pero no quiero decepcionar a mi madre y decirle que no podemos ir a la ciudad cuando en realidad sí. Tampoco podría decirle; "Hey mamá, no podremos ir porque a Harry le dan celos todos los hombres y cosas en el mundo que me vean, es posesivo y por eso me tiene en casa todos los días, si yo he sobrevivido sin salir tu también puedes.", no, no le diría eso.

-Amor -susurró en cuanto estuve a un paso de él.

Me paré de puntitas y me acerqué a él para besarlo. Harry no se resistió ni un poco y me atrajo hacia él por la cintura rodeándome con sus brazos. Su cuerpo estaba tan cerca del mío que absolutamente nada podría pasar entre nosotros.

Harry metió sus manos debajo de mi blusa y comenzó a acariciar mi piel causándome escalofríos por cualquier lugar que sus manos recorrieran. Mordía mi labio inferior mientras me besaba y yo estaba a punto de derretirme, hace unos cuantos días que no nos habíamos besado de esa forma.

El beso subió de tono en cuanto me hizo tocar la puerta de la camioneta con mi espalda y él seguía ocupado con sus labios sobre los míos. Una de sus piernas separó las mías y dejó la suya entre ambos de mis muslos.

-Quiero hacerte mía ahora Bella -musitó en mi oído y sentí mi corazón latir con fuerza. -Espero que tu madre tenga el sueño pesado porque te haré mía esta noche.

Dejé de besarlo pero seguíamos en la misma posición. Su respiración era demasiado agitada y la mía lo era aún más.
Mordí mi labio inferior y apoyé mi frente en su hombro.

-Salgamos, ¿si? -pregunté en un susurro.

Sus brazos se tensaron al rededor de mi cuerpo y escuché como su respiración sonaba entrecortada.

-No.

-¿Por qué no?

-Porque no.

Solté un suspiro e intenté salirme de sus brazos pero él lo impidió.

-No empieces con tus caprichos, Bella -habló con voz ronca.