Capítulo 17

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Maratón 3/3


Después de analizar todo lo que me había pasado todos estos días, no encontré algo que pudiera ayudarme con las pistas que me había dejado el asesino y tampoco pensaba decirle a nadie más. Yo aún no sabía bien en quien confiar y en quien no.

No valía la pena seguir rompiéndome la cabeza para averiguar cosas que a lo mejor nunca llegaría a descubrir. Solo esperaría a recibir una nota más y me enfrentaría a la persona que me estaba dañando.

Ahora, me estaba levantando de mi siesta larga para comenzar el día ya que no había hecho muchas cosas de provecho estos últimos días.

Ayer volví a llamar a los padres de Louis para preguntar si sabían algo de el y me escucharon tan preocupada con él, que al final me terminaron diciendo que se había mudado a Bristol.

Bristol era el lugar en donde yo quería una vida junto a él y saber que Louis estaba ahí, me terminó haciendo sentir muy mal y me derrumbada. Prácticamente él estaba bien sin mí y viviendo sin preocupaciones, aunque no lo culpo. Yo también huiría de mi misma si pudiera. La vida es para disfrutarla, no para sufrirla.

Ignoré mis pensamientos y decidí llamar a Henry. Me había dado su número celular ya que nos habíamos hablado últimamente.

— ¿Hola? —preguntaron desde la otra línea.

—Hola, Henry. Habla Caroline —contesté.

— ¡Muñequita! —rio—, ¿Qué se te ofrece?, ¿te ayudo en algo? —preguntó.

—Solo quería ver si estabas ocupado. Necesito hablar con alguien sobre cómo me siento —suspiré.

—Claro que sí. Sabes que a todas horas estaré para ti. ¿Quieres venir a mi casa? —preguntó.

—Claro, dame la dirección.

El me dictó la dirección pero yo no la anoté ya que yo sabía dónde vivía porque me había metido a su casa sin permiso. Agradecía que él nunca se hubiera enterado de eso.

Salí de mi casa y pedí un taxi para ir a la casa de Henry. El recorrido no duró mucho ya que su casa no quedaba exactamente lejos de la mía. Pagué al taxista y bajé del carro. Toqué la puerta de la casa de Henry y rápidamente abrió recibiéndome con una sonrisa.

—Bienvenida, Caroline —dijo dejándome pasar.

—Gracias, Henry.

Recorrí su hogar con mi vista y me di cuenta de que seguía igual que la última vez que estuve aquí. Me senté en su sofá a un lado de él y le empecé a contar lo que había averiguado sobre Louis y como asimilé las cosas.

Entonces... ¿él no te necesita más? preguntó Henry con curiosidad.

Eso creo contesté. Me gustaría ser como él. Salir adelante y poder superar las cosas malas que pasan viendo una solución correcta. Sinceramente soy algo insegura y creo que no podría con esa carga —confesé.

Te entiendo. Pero él es un estúpido por dejar a una chica maravillosa y me alegro que se haya ido porque te aseguro, que él era el que más te dañaba. Nadie más —dijo jugando con los mechones rubios de mi cabello.

Pensé en sus palabras y pude ver que tenía razón en todo, aunque sinceramente, estaba empezando a creer que Henry me estaba convenciendo para que pensara lo peor de Louis y el fuera el único que me pudiera ayudar. No iba a permitir que hablara así de él, pero tenía que ser discreta y seguirle el juego.

Supongo que tienes razón. Ni siquiera debería confiar en él. Tal vez tampoco debería confiar en ti. Me estoy dando cuenta de que no necesito a nadie. Yo puedo sola susurré lo último para mí misma. Al parecer Henry lo escuchó porque me tomó del rostro y prácticamente me gritó que era una malagradecida para luego correrme de su casa.

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