CIRCUS

Capítulo 6

Desperté en la comodidad de mi cama incorporándome poco a poco, traté de sentarme pero mi cabeza me dolía a horrores y no sabía porque. A mi lado, estaba Louis parado de espaldas viendo hacia la ventana de nuestro cuarto en la oscuridad. Carraspeé un poco para llamar su atención y rápidamente el volteo hacia mí con ojos de asombro. Se acercó y se acostó conmigo en la cama.

— ¡Caroline! Bebé, ¿estás bien? Me preocupé al verte tan quieta y cuando te movía no despertabas —dijo cuándo agarró mis manos besándolas con dulzura.

Le sonreí forzadamente para que no se preocupara por mí.

—Sí, gracias. Estoy bien... solo me sentí mal porque últimamente no he comido como debería hacerlo —inventé una excusa.

Él me miró muy poco convencido.

—Lo siento —dijo de repente sorprendiéndome.

— ¿Por qué lo sientes? —me confundí.

—Por no cuidarte como debo hacerlo —agachó su cabeza afligido.

Sentí como mi corazón se encogía a sus palabras. Todo era mi culpa, sentía que yo lo estaba poniendo en peligro. La que debería cuidarlo soy yo ya que él se veía estresado y me sentía demasiado mal por ser tan mala persona.

—No es tu culpa, Lou —lo besé—. Solo que estoy cansada.

En ese momento me puse pálida porque mi chaqueta no estaba conmigo, ahí tenía todo, todo, todo. No todas las notas anónimas las guardé donde están mis joyas, algunas simplemente las dejé en mi chaqueta sin poner mucha atención. Si Louis lo veía, se iba a enojar horrible conmigo por ocultarle cosas. Y cuando Louis se enoja, verdaderamente era como un demonio.

— ¿Y mi chaqueta? —me asusté.

—Oh, la dejé colgada en el perchero de la entrada —dijo—, ¿Por qué lo preguntas?

—E-Es que solo... esa me cubre del frío —eso fue lo más patético que dije. Oh Dios. Me avergoncé de mi propia mentira.

—Pero tienes muchas —frunció el ceño.

—Solo es una chaqueta, no importa —dije casual. Muy pronto la iría a buscar del ese perchero —. Cambiando de tema... ¿Cuándo es el funeral? —pregunté/susurré incómoda.

Él se quedó en silencio por un tiempo hasta que al fin contestó—: Mañana en la tarde. Me gustaría que me acompañaras si no tienes que ir a trabajar —dijo.

No iría a trabajar por él. Le amaba demasiado para dejarlo solo en este momento.

—Claro que iré —sonreí—. Estaremos bien y sabes que en cada momento estaré contigo.

Pedí permiso a June para no ir a trabajar, me apenaba demasiado no asistir pero tenía que hacerlo. Ella dijo que no había problema, ella estaba enferma y no había nadie que se hiciera cargo del circo, mi suerte era muy buena.

Me puse un conjunto negro y mi chaqueta negra. Ahí seguía escrita una nota llena de sangre y por suerte la de la noche anterior la había desechado en la basura. Me daba náuseas sacarla de ahí ya que tenía sangre, pero tenía que hacerlo y esconderla. Lo haría después.

Louis y yo caminamos agarrados de las manos al panteón con un ramo de flores. Él todo el tiempo fue con la cabeza abajo y yo me sentía incomoda por no poder hablar bien con él.