Capítulo 15

2.5K 435 85
                                    


MARATÓN 1/3

Muertes y más muertes. Eso ya no era nada nuevo. Lo que me sorprendió, fue encontrarme con el circo "clausurado temporalmente" lo que eso significaba que de nuevo, no tenía trabajo pero al menos Louis podía mantener unos pocos gastos que teníamos y lo que yo tenía ahorrado, usarlo para emergencias.

Estaba caminando por las calles de Lacock cuando me encontré con Henry en el camino y avanzábamos sin ir a ningún lugar. Solo hablar.

¿Cómo se supone que estas ahora, Caroline? preguntó mirándome.

Lancé un suspiro cansado ya que esa pregunta me la habían hecho miles de veces y respondía mil veces lo mismo.

¿Cómo crees que estoy? Mal. La muerte de June nos ha quitado a todos nuestra vida hablé. Todo por culpa de ese maldito asesino lo último lo dije más para mí que para él.

Henry me miró entrecerrando los ojos y no dijo nada. Luego habló.

¿No crees que ese asesino tenga motivos para hacerlo? preguntó sorprendiéndome.

¿Quién se creía Henry?, ¿acaso quería justificar a una mala persona? Henry estaba perdiendo la cabeza.

No, Henry. Nadie tiene porque matar a las personas. La vida es sagrada y nadie tiene derecho de quitárnosla. Ese tipo es un psicópata totalmente y es el único culpable de todo esto y me arrepiento en la hora que decidí en vivir aquí dije con enojo.

No sabes el motivo. Tal vez él o ella se sentían... diferente. Tiene una forma de pensar diferente y no la juzgues —contraatacó.

¿Porque lo defiendes tanto? Paré de caminar, ¿no te has dado cuenta de que ha causado una mini-revolución? Henry, he visto que tú y yo no pensamos igual. Lo mejor será que dejemos de hablar —este era el momento perfecto para cortar lazos con el de una vez por todas y no quería desaprovechar esta oportunidad.

Di la media vuelta para irme pero él se puso a mi lado. Rodeé los ojos porque ya me estaba cansando de sus jueguitos estúpidos.

¿Por qué no vas a mi casa? Te invito a comer algo, como forma de disculparme, claro. Tienes razón en todo lo que dices, yo... no sé en qué estaba pensando al defender al asesino. suavizó su voz.

No me gusta tu casa, al menos no lo que hay en ella dije en voz alta sin pensar lo que decía.

Me arrepentí al instante en haberlo dicho así porque dije "menos lo que hay en ella" y eso significaba que yo había estado ahí. Lo había arruinado absolutamente todo.

T-O-D-O.

¿Qué? preguntó con más interés en mí.

N-Nada balbuceé. Solo pensaba en mi casa y en que me quiero ir.

No, yo he escuchado claramente que dijiste algo sobre mi casa. Dime, ¿Por qué lo hiciste?, ¿Qué estas tratando de decir? dijo zarandeándome el cuerpo violentamente.

Me zafé de su agarre fuerte y caminé más rápido sintiéndome nerviosa y con el Jesús en la boca. Era una tonta en decir las cosas en voz alta.

Vamos a mi casa insistió, así te daré un recorrido completo y me dirás lo que te agrada y lo que te desagrada remarcó lo último.

Negué repetidas veces con la cabeza hasta que logré convencerlo con unas cuantas lágrimas de mi parte. En realidad no estaba actuando porque esa faceta de Henry no me gustaba.

El me acompañó a casa en silencio y yo sentía mis manos temblar por el altercado de antes. Tenía suerte de que Henry no hubiera tomado cartas en el asunto. De repente, el me soltó preguntas que ni siquiera fui capaz de contestar.

¿Quién crees que es el asesino? Y lo más importante, ¿porque está haciéndonos eso? He oído que los asesinos están más cerca de lo que crees.

Se fue dejándome pensativa mientras entraba a casa. Definitivamente mi cabeza estaba por explotar y tal vez...

Tal vez en ese momento debía de dejar de luchar y dejarme atrapar. Tal vez debería convencerme de que soy débil y no puedo hacer nada para protegerme. Tal vez debo darme por vencido definitivamente y dejar que la culpa me carcoma la conciencia.

Debería dejar que el asesino tome mi vida para que ninguna persona más muriera. Me sentía como si yo fuera la única persona capaz de para todo esto.




No aguantaba más esta tortura. Le conté a Louis todo lo que sentía y todas las notas que había guardado en mi cofre. Jamás lo había visto tan enojado y tan decepcionado ya que ahora se preocupaba aún más por lo que nos pudiera pasar.

¡Confíe en ti! Ni siquiera tuviste el valor para decirme que era lo que pasaba... Pudiste haber muerto. Yo pude haber muerto y pensé... pensé que ya no había secretos entre nosotros dos, pero veo que me he equivocado corrigió.

A este punto todas mis lágrimas estaban bajando por mi cara y soltando sollozos.

Estoy demasiado enojado dijo apretando los puños. Me duele decirlo pero... es mejor que todo esto que tenemos termine.

Sus palabras fueron como una daga al corazón. Sin él estaría perdida definitivamente y sola y sería aún más insegura y miedosa de lo que ya soy.

¡Esto no podía pasarme a mí!

¡No! Chillé, no me dejes, te oculté esto porque tenía miedo de que no me creyeras. Yo te amo y soy un cero a la izquierda sin ti. ¡Traté de protegerte! —dije tratando de calmarme a mí misma. Estaba hecha un manojo de nervios y sollozos.

Se acercó a mí y me tomó de la cara secando mis lágrimas lentamente.

Esta es mi decisión. Solo no olvides que no deberías estar sola en esto. Consigue ayuda, Caroline —dijo duramente.

Me dio el último beso. Un beso lleno de ansias y desesperación por parte suya. Louis no dejaba de mover sus labios con los míos hasta que me susurró un adiós.

Con eso se fue rápidamente a nuestro cuarto y lo seguí. Vi que del closet sacó una maleta suya y ahí me entró el pánico. Estaba congelada y no me podía mover. No pensé que esto llegaría.

Todas sus ropas revueltas estaban en su maleta mal hechas.

Me aproximé hacia él y empecé a sacar su ropa mientras él las volvía a meter. A este punto yo ya estaba muy desesperada.

Me tomó de los hombros y me sacudió gritándome.

¡Ya no te amo!, ¡Ya no siento absolutamente nada por ti! se exaltó.

No me dejes susurré. Te lo pido.

Hizo caso omiso a mis suplicas y cerró la maleta. Bajó rápidamente las escaleras con la maleta en manos mientras yo lo seguía con dificultad por la velocidad en que iba.

Cuando agarró el pomo de la puerta y salió, me echó una última mirada.

Buena suerte con tu vida, Caroline.

¡No, por favor, te amo!grité hacia él.

Pero ya se había ido y me dejaba sola con el diablo y con un corazón roto hecho trizas. Ahora si sentía que estaba muerta en vida, solo esperaba que él no me olvidara así como yo jamás me olvidaría de él. Mi único soporte se había ido y me destrozó cuando dijo que ya no me amaba.

Me pegué a la puerta de la entrada y me deslicé hacia abajo mientras no dejaba de llorar. Toqué mi collar donde yacía el anillo de compromiso que me había dado y todo me dolió más.

El asesino no se saldría con la suya nunca más. Me quito lo que más quería y yo le quitaría todo a él.

Todo.





CAPÍTULO CORREGIDO: 8 DE ENERO DE 2021

CIRCUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora