Prólogo

621 40 16
                                    

Nota para Lionel Messi:

Aún recuerdo perfectamente cómo nos conocimos, fue durante el baile de bienvenida para los de nuevo ingreso. Regresaba de un viaje inesperado y fue cuando me reencontré con viejos amigos que me pidieron que suba al escenario como apoyo, una leve desventaja de ser músico. Sin dudarlo lo hice, después de unos segundos te vi bailando con él, con mi mejor amigo; admito que me encantaba aquel chico desde el primer día en que me establecí en la universidad pero realmente no me percaté de tu sonrisa, si lo hubiera hecho en ese momento estarías junto a mí llenándome de aquellos besos, haciéndome reír pero sobretodo sacándome de este infierno en que me encuentro, lamentablemente no fue así, estás con él y yo solo en la habitación del colegio llorando, recordando absolutamente todo sobre ti.

Recuerdo que nuestro segundo encuentro fue en la sala común del colegio. Me encontraba tocando mi guitarra, escribiendo una canción como es de costumbre hasta que tú presencia con un sigilo llegó ; te encontrabas en el umbral de la puerta escuchando que cante aquella canción que marco nuestro romance. Un romance que nos trajo al borde de nuestros sentimientos nuestras emociones pero sobretodo, nuestra perdición.

Nuestra separación fue demasiado tormentosa, te traje problemas pero tú realmente no aceptabas que yo te los creé. ¿Por qué no dices que yo los traje a tu vida? Fue un secreto que se salió de control y a pesar de que me decías que me amabas de una manera intensa, que me preferías a mí en vez de él porque podías ser tú mismo conmigo aunque tras esas frases sabías que no podías escogerme al igual que yo, tuve la esperanza de que te quedarías conmigo pero había un futuro hijo de por medio. Lo nuestro se supo y se creó un tornado para los tres. Ahora solo nos vemos ocasionalmente, nos convertimos en dos perfectos desconocidos que se conocen a la perfección.

Me duele verte en brazos de él y no en los míos, por más que intente no puedo dejar de hacer llorar a mi corazón. Siento tus miradas sobre mí cuando camino por los fríos pasillos y no puedo evitar corresponderte aunque por dentro duela verte a los ojos. Tu presencia en los pasillos nocturnos me pone realmente nervioso imagino que en cualquier momento me abrazarás pero se queda solo en mi mente junto con los recuerdos.

¿Podrá mi corazón dejar de llorar algún día? Eres mi amor platónico, sabes a la perfección que me sacaste por un instante de este abismo en que me encuentro nuevamente. Tranquilo realmente no eres el culpable de esté dolor que siento, desde hace tiempo me encontraba en este infierno. Mi alma está atada a la soledad y lentamente se va desvaneciendo. Te amo y jamás podré dejar de sentirlo Lionel, me haz hechizado en cuerpo y alma, desde el fondo de mí corazón espero que seas feliz con Cristiano; desde que supo lo nuestro me ha abandonado y estoy solo, decidí dejar el colegio para dejar de sentirte dentro de mí, no puedo verte en otros brazos que no sean los míos.

Realmente deseo que mi corazón deje de llorar por este amor no correspondido.

Hace poco hablamos nuevamente y confirmé que aún estás tatuado en mi piel, me dices con convicción que me amas todavía, deseas estar junto a mí pero que no puedes por él y tu hijo; no puedo apartarte de eso realmente, espero que aquel hijo tuyo tenga tus ojos, tu sonrisa y no sufra con está historia que te hice pasar. Tampoco tengo el corazón de hacer que crezca en un matrimonio fracturado, yo lo sufrí, lloré aquella esencia paternal. ¡Jamás podría perdonármelo!

¿Por qué me ilusionas Lionel Messi, pero a la vez me destrozas nuevamente?

Me iré con este dolor y con los recuerdos que me siguen invadiendo; el mundo está distorsionado pero contigo empeora.

¿Acaso haz nacido para destruirme? Sí tu respuesta es positiva, lo haz hecho de maravilla, me haz dejado atrás y desechado mi alma.

Esto es un adiós Messi... no seguiré en tú vida y dejaré de ver tu presencia que tanto me lastima, se feliz con Cristiano, te dio lo que siempre me habias dicho que deseabas y que yo jamás podré darte.

Se feliz

Atte: Guillermo Ochoa

Deja de hacer llorar a mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora