forty eight

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Entrando en la habitación dejo las bolsas de las compras encima de la cama. Son las tres de la tarde y acabamos de llegar al hotel con Zayn, hemos estado toda la tarde en un lugar de Las Vegas lleno de almacenes, también hemos pasado por un helado y nos hemos divertido muchísimo.

La noche anterior ha acabado a las tres de la mañana, después de la gran celebración de año nuevo, caminamos por las calles, iluminadas, además de que la noche fue muy bonita. El cielo estaba despejado y las estrellas estaban esparcidas. Ha sido muy romántico y cómodo, jamás me imaginé en una situación así con Zayn.

Dejo las bolsas en la entrada y me recuesto en la cama, Zayn sigue de mí haciendo lo mismo, me acomoda entre sus brazos mientras yo por mi parte me dedico a mirar esos hermosos ojos color miel verdoso, que lo único que logran es volverme loca, poco a poco pero lo hacen.

–¿En qué piensas?– me pregunta lamiendo su labio inferior.

Oh dios.

–En lo mucho que te quiero.

–¿En serio?– se ríe–. Tus ojos está brillando, se ven hermosos.

–Los tuyos igual– beso sus labios dando un beso corto.

–¿Qué quieres hacer ahora?

–Creo que eso debería preguntarte yo a ti, me haz dado gusto en todo desde que llegamos, ¿qué te apetece hacer a ti?

–Umm– se queda pensando–. No hay nada más que quiera hacer como hacerte el amor, pero debemos esperar hasta la noche.

Levanta sus cejas y me hace reír.

–Nos volveremos ninfómanos.

–Casi, pero es que tú sabes que es imposible no querer sentirte de esa manera.

–Te amo– me subo encima de él besando sus labios, esta vez más duradero.

–Y yo a ti princesa. Te amo demasiado.

–¿Entonces qué quieres hacer?

–Podemos ir a nadar, hemos ido solo una vez.

–Me parece perfecto.

Nos quedamos unos minutos corticos en la cama, después me levanto para poder sacar mi vestido de baño, es de dos piezas y el cuello sube un poco sin dejar ver mi escote. Cuando salgo buscando unas sandalias puedo encontrarme con Zayn quien se está terminando de amarrar su pantaloneta de baño.

Él me mira guiñándome un ojo, me quedo mirando su cuerpo como una completa idiota por lo cual me tropiezo con una de las maletas cayendo al suelo, me empiezo a reír y Zayn se acerca para ver si estoy bien, después de unos segundos también se empieza a reír.

–¿Estas bien?

–Sí– digo entre risas–. Si no pasearas por ahí con ese cuerpo creo que sería menos difícil.

–¿Me hablas a mí señorita curvas perfectas?

–Cállate y ayúdame a levantar.

Zayn me toma de la cintura y en menos de dos segundos ya estoy en sus brazos.

–¿Qué estabas buscando?

–Mis sandalias.

–Oh, las guardé anoche en el armario.

–Gracias por avisarme– le digo con sarcasmo riéndome.

El teléfono de Zayn suena, el lo mira preocupado para después salir a la terraza y contestar. Por un momento llego a pensar que puede ser Scarlett, pero ¿Qué haría ella llamándolo a él?, muerdo mi labio y mientras lo miro empiezo a recoger algunas prendas que se encuentran en el suelo.

Her » ZAYNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora