32- Nuevamente Margaret y Pistas.

2.3K 125 20
                                    


No podía creer que ella estuviera aquí después de lo que hizo.

Ella me bloquea el paso con su auto y yo bajo del mío. Ella hace lo mismo que yo y me mira como siempre lo a hecho.

-Que haces aquí? -Le pregunto con mi cara hecha un toro enojado.

-Te puedo decir que te vez hermoso cuando te enojas. -Responde y sonríe como si hubiera dicho algo bueno. Lo único que hago es poner mis ojos en blanco y observarla.

Cuando ella nota que sigo con la misma expresión su sonrisa desaparece poco a poco.

-A que viniste? -Le pregunto controlando mi irritación.

-Bebe. Perdóname si. No era mi intención drogarte y que tuvieras que ir al hospital. -Responde haciendo su mejor actuación de niña buena.

-Si, si. Te perdono. Pero ya no quiero tenerte cerca, Margaret. -Le contesto cortante y ella cambia su expresión a angustia.

-Ethan, bebe. Por favor. Fue un accidente. Yo te quiero. -Súplica. Se acerca y retrocedo para que no me toque.

-No quiero seguir discutiendo contigo. -Digo dando la vuelta para entrar a mi auto, pero ella me agarra del brazo y me giro para encarar la.

-Es por ella ¿verdad? Por la rubia que estaba contigo en la cafetería hace unas horas. -Dice y se le nota el enojo. Esta loca me vive siguiendo o que.

No se que es capaz de hacer esta loca por mi culpa. Prefiero negar todo para que ella no se le acerque a Aurora.

-De que hablas Margaret. No es por ella ni por nadie y menos por ti. -Le respondo enojado. -Y mejor no te me acerques. Por Ashley fue que no puse una denuncia. -Le recuerdo y subo a mi auto dejándola con la palabra.

-Si crees que renunciare a ti, estas loco Ethan Donovan. Primero mato a la que se te acerque. -Grita la loca y arranco el auto. -No sabes de lo que soy capaz. Ni con quienes estas metiéndote.-Susurra lo último y para no escucharla más, Acelero lo más posible para alejarme de ella y por si le nace perseguirme.

Pero que loca te ganaste. -Se ríe mi subconsciente.

Frunzo mi ceño por el enojo y aprieto el volante hasta que siento mis manos y dedos calientes.

Me preocupo por sus amenazas, pero esos pensamientos se van desviando a todos mis mayores problemas.

{}{}{}{}{}{}{}•••{}{}{}{}{}{}{}

Estaciono detrás de un Toyota blanco y bajo del auto.

Camino un poco rápido y entro al edificio en donde trabaja Jackson.

Toco la puerta unas 3 veces y paso encontrándome a Sabrina jugando al Solitario en una de las tantas computadoras que hay en la oficina.

-Dime la verdad. Te sientes sola? -Le pregunto dejando escapar una carcajada a través de mi sonrisa.

-Pero que creativo estas. -Dice dejando de jugar y girando la silla.

-Gracia. -le agradezco y hago una pequeña reverencia. -Y Jackson? -Le pregunto buscándolo por la habitación pero solo estamos Sabrina y yo.

-Fue por un café. -Me contesta. -Puedes creer que no me dejo usar internet y que lo único que podía hacer es esto. -Señala la pantalla con su mano abierta. Dejo que de mi boca se escape una carcajada más.

Me siento en el sillón donde estaba sentado Jackson el día en el que vine.

-Llego tu marido negra, llego tu marido. -Canta Jackson entrando a la oficina y se acerca a mi. -Quieres café negra. -Dice tendiéndome el baso.

Un chico diferente (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora