20-Preocupaciones y Rarezas.

2.8K 135 27
                                    



Aparco al lado de un Toyota rojo y saco la mochila que tenía en el asiento trasero.

Me quito rápido el surte que tengo y me pongo uno blanco en forma V en el pecho. Me quito el reloj que uso para trabajar y me coloco las pulseras que me gusta desde pequeño.

Me dejo todo de la cintura para abajo. Abro el maletero y saco mi mochila de la universidad. Pocas personas me observaron, pero siguieron en lo que hacían.

Camino rápido para llegar a la clase que me corresponde. Miro mi horario y me toca con la profesora Piotr.

Toco la puerta unas 3 veces. Paso a la clase y todos me observan.

-Llega bastante tarde joven. -Reclama la profesora. -Pero es grato verlo por primera vez con el cabello bien arreglado. Tome asiento. Rápido. -Manda la profesora y miro a todas partes. Localizo a Adán que alza su mano en el fondo.

Camino y cada paso que doy todos me miran cosa que me pone incómodo. Llego donde Adán y me siento a su lado.

-Que pasa?-Pregunto confuso.

-Es raro verte con el cabello arreglado aquí. Con el traje ya me e acostumbrado. -Dice y yo me encargo de poner mis ojos en blanco y darle un pequeño empujón en el hombro en forma de broma.

-Salí rápido del hospital y me había puesto presentable para estar allá. -Le informo a Adán.

-Llega tarde y también interrumpe mi clase. -Reclama la profesora Piotr.

-No volverá a pasar. -Contesto y ella sigue con su clase mirándome de reojo.

Las horas pasan lento y al fin acaban.
Adán me informa que hoy hay práctica y en hora de clase.

Llegamos a los vestuarios y nos ponemos los uniformes de práctica que son de color azul y blanco. Mi número es el 7 y en mi espalda tiene mi apellido con el número debajo.

-Vamos, aquí. -Me grita Adán y con una buena fuerza en mi brazo derecho lanzo el balón de fútbol americano.

Adán lo atrapa y vuelve a lanzarlo a mi dirección. Pasamos unos minutos arrojando el balón con bastante fuerza. miro a las gradas y me encuentro a Aurora sentada con sus brazos a cada lado de sus muslos mirándome con una sonrisa la cual no le devuelvo. No se porque no se la devolví, será por lo que paso ayer y no se como actuar. Vuelvo a fijarme en lo que hago dejando escapar el recuerdo de su sonrisa.

Practicamos por más de 1 hora. Estaba exhausto. Llego a las duchas para alistarme y buscar a mis hermanas para ir al hospital y ver a Max. Pero también en hacer esas pruebas...

Que de su boca salgan las palabras de que no es mi madre me tiene preocupado, ansioso o con miedos. No se lo que pueda pasar. Me siento nervioso y angustiado.

Me término de vestir y salgo con mi mochila al hombro de los vestuarios.

-Sabrina? -Pregunto cuando descuelgan la línea del otro lado.

-Ethan. -Responde Sabrina algo preocupada.

-Si soy yo mana. Donde te encuentra?-Le pregunto mientras camino a la salida.

-Detrás de ti. -Dice y me giro y no esta. Escucho una risa del otro lado de la línea y pongo los ojos en blanco aunque se que ella no me puede ver. -Apuesto que volteaste a ver. -Dice riendo.

-Sabrina. -Gruño.

-Esta bien. Iba a tomar el bus. Estoy aquí afuera. -Responde todavía riendo.

-De acuerdo. Estoy saliendo a fuera espérame. -Le digo y cuelgo. Llego a la salida y Sabrina viene caminando hacia mi.

-Mano. -Grita y se lanza a darme un gran abrazo cuando me alcanza.

Un chico diferente (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora