Premonition (KaiSoo)

13 Un día libre

Hola! me disculpo por haber demorado tanto...ciertamente no me faltaba mucho para terminar de corregir este capítulo, de hecho lo podría haber hecho en 2 días, pero me pasaron varias cosas feas que me hicieron alejarme por completo de la escritura y los fanarts, realmente estaba tan mal y preocupada que no podía. Lo siento de veras...u.u

Pero hey! les tengo sorpresa, como este capítulo me quedó bastante largo, después de mucho pensarlo decidí dividirlo en 2 así que el día de San Valentín habrá sorpresa ;) y prometo les gustará 3:) MUAJAJAJAA (?)

De acuerdo, no molesto más y les dejo leer. Disfruten!

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-¡No! –gritó la persona -¡Kyungsoo! ¡Cuidado! ¡Sal de ahí! –Kyungsoo no se movió -¡Te digo que te quites! ¡Muévete! ¡KYUNGSOO!

Esa masa negra que se aproximaba a gran velocidad...ese ensordecedor chirrido seguido de un dolor agonizante...y luego, sólo oscuridad...Kyungsoo lloraba hecho un ovillo en el frío pavimento, era su culpa, él lo había provocado...ya nada podía hacerse...

-¿Por qué lo hiciste, Kyungsoo? Sabías que esto pasaría y aún así ¡ignoraste todas las señales! ¡Eres un maldito idiota! –escuchó su propia voz diciéndole esas palabras en su mente.

-¡Yo no quería esto! –gritó Kyungsoo a la solitaria oscuridad –No pude hacer nada...no pude...

-No pudiste...y ahora mira lo que provocaste...es tu culpa Kyungsoo...-dijo la voz de su cabeza.

-¡No! ¡No es cierto!

-Tú culpa...Kyungsoo. Tú lo provocaste...-lo acusaron sus pensamientos.

-¡No! ¡NO!

-Sí, tú lo hiciste Kyungsoo...

-¡Ya cállate! ¡No quiero oírte!

-Kyungsoo...Kyungsoo...-llamaba esa malvada voz una y otra vez en su mente, como burlándose de él.

-No...no, por favor no...-empezó a sollozar de nuevo.

-¿Kyungsoo? ¡Oye! ¡Despierta! Ya es hora de desayunar. ¡Kyungsoo!

El chico abrió los ojos lentamente al sentir que alguien lo sacudía. Cuando su vista se acostumbró a la brillante luz de la habitación, distinguió la cara de un chico que lo miraba preocupado. Era Chen.

-Sí que tienes el sueño pesado –le dijo con una sonrisa –Y no importa cuántas veces me digas que no y me pidas 'por favor', no dejaré que sigas holgazaneando en la cama.

El menor lo miró confundido, pero luego comprendió: había estado hablando mientras dormía. Lo que había visto recién ¡era ese condenado sueño de nuevo! Se pasó una mano por su rostro y descubrió que estaba empapado en sudor, su corazón latía desbocadamente en su pecho y su respiración estaba muy agitada. ¿Hasta cuándo iba estar así? Ya estaba harto de tener que sufrir una y otra vez.

De repente sus ojos se llenaron de lágrimas y, como un rayo, se incorporó y abrazó a Chen lo más fuerte que pudo al tiempo que comenzó a llorar. El mayor no dijo nada, y sólo correspondió el abrazo tratando de calmarlo.

-¿Otra vez ese sueño? –preguntó después de un rato. El chico asintió en silencio.

-Ya no sé qué hacer, tengo miedo de dormir. Cada vez que me duermo lo veo –se lamentó sollozando.