-ya empezaste- rueda los ojos y sonríe.

-listo, entonces quedamos así-

-ya? Eso es todo?- le pregunto parándome de la silla.

-por ahora si- me acerco a ella.

-bueno, entonces vamos a comer- la tomo de la mano y caminamos hasta subirnos a mi carro, el de ella lo maneja uno de los hombres de seguridad.

No demoramos en llegar al restaurante, nos bajamos y tomados de la mano entramos, nos ubicamos en una mesa al lado de una gran ventana con vista al mar.

Mi ángel enseguida fija la mirada ahí y no la quita, yo en cambio solo me deleito viéndola. Alguna vez llegare a cansarme de ella? Aburrirme?
Mmm.. No lo creo.

Ella es demasiado para mi, es mas de lo que merezco y siempre tiene algo nuevo con lo que sorprenderme.

-por que te gusta tanto el mar?- toma una bocanada de aire y me mira con esos ojitos hermosos.

-su inmensidad es impresionante, sus colores son hermosos y ver como el sol y la luna se reflejan en él o como desaparecen como si estuviesen entrando al mar, simplemente es una vista hermosa. Tenemos frente a nuestros ojos la perfección de la naturaleza y nunca nos detenemos a observarla- el que diga que las mujeres hermosas no tienen cerebro se equivocan, mi ángel es hermoso y muy inteligente.

Sus palabras te hacen reflexionar y darte cuenta que tiene razón.

-y tu definitivamente haces parte de esa belleza de la naturaleza- ella se sonroja y vuelve su mirada a la ventana.

Un mesero se acerca a tomar el pedido y tambien a mirar a mi ángel, ella no se inmuta tal vez ya esta acostumbrada.

-que desean pedir?- el mesero se dirige a la mujer que me acompaña pero ella ni le mira.

-te arrancare los ojos si la sigues mirando- murmuro y el tipo enseguida baja la mirada y carraspea.

-que quieres comer Esme?- ella me mira y se encoge de hombres.

-pide tu por mi- me guiña un ojo.

Hago el pedido y el hombre enseguida se retira bajo mi mirada amenazante. 
Mantenemos una conversación tranquila, la comida llega y el mesero la entrega evitando mirar a mi ángel, comemos tranquilamente.

-quieres postre?- le pregunto.

-no puedo mas. Suficiente comida para mi por hoy- dice.

-vamos- salimos de ahí y manejo hasta casa.

Llegamos y nos encaminamos hasta la habitación, ella quita sus zapatos y se tira a la cama, yo quito mis zapatos y las armas y me acuesto a su lado.

Nos miramos fijamente uno al otro sin decir nada. Mis manos la abrazan y las de ella juegan con la cadena que me regalo hace mucho tiempo.

-te divertiste ayer?-

-si, pero no vuelvo a jugar mas rayuela. No puedo creer que me hiciste jugar eso-

-no seas amargado AL! Fue divertido, te enseñare a jugar otras cosas-

-me debes mi premio, yo te gane- beso su frente.

-no ganaste! Eres tramposo. Tu perdiste la primera ronda..- se queja.

-pero luego gane todas y tu te rendiste, así que yo gane mas rondas que tu- rueda los ojos y resopla.

-esta bien.. Que quieres de premio?- sonrío triunfante.

-que me dejes besarte- murmuro.

-solo besarme?- entrecierra los ojos y me mira desconfiando.

Ojos Esmeralda.Where stories live. Discover now