Capítulo 31

22.6K 1.6K 59
                                    

~7 DE JUNIO~


-¿Y?

-Son las cinco y media.

-Sabes que no me refería a la hora, Livvy. –Respondió moviendo las cejas pícaramente.

-Ah... –Reí nerviosamente. –Bueno, estuvo... –Sonreí de oreja a oreja impacientándolo. –Normal.

-¿Normal? –Su rostro reflejó la decepción antes de darme la espalda.

-Oye, no te enfades... –Me acerqué hasta él dejando un pequeño mordisco en su hombro izquierdo antes de darle un beso. –Estuvo muy bien...

-¿Eso significa que gané? –Preguntó esperanzado mientras que yo susurraba un escueto sí antes de que se posicionara sobre mí sin ejercer presión para no aplastarme. –O sea, que tendremos todo un mes fogoso...

-Dylan...

-Una apuesta es una apuesta. –Sonrió haciéndome rodas los ojos. –Te irás a quedar en mi casa.

-Puedes venirte tú a aquí.

-Sería más complicado. De ese modo, Anna tendría que venir todos los días por la mañana y allí ya se queda a dormir.

-Tienes razón...

-Siempre la tengo. –Entrecerré los ojos haciéndolo reír. –Bueno, venga. Prepara la maleta que nos vamos.

-¿Ahora?

-Claro. ¿Pretendes que vaya a la empresa con la misma ropa que ayer? –Negué con la cabeza mientras que me liberaba para bajarse de la cama. Por mi parte, aproveché a tapar mi desnudez con las sábanas antes de imitarlo. –No hace ni cinco minutos que te vi desnuda y ya te estás tapando.

-No es lo mismo... –Murmuré agarrando con más fuerza la sábana alrededor de mi cuerpo mientras cogía ropa limpia para ir a bañarme.

-¿Nos bañamos juntos?

-No. –Dije antes de salir de la habitación para dirigirme al baño con una sonrisa victoriosa en la boca. Eso le pasaba por ir de espabilado por la vida...


☼☼☼


-En serio, ese gato me tiene manía...

-Es normal que lo hiciera, Dyl. –Dije mientras seguía riendo. Resulta que cuando Dylan se metió a bañar, olvidé sacar a Charlotte y, según él, la gata lo miraba enfurecida.

-Que miedito pasé... –Puso cara de miedo. –Esta noche soñaré con esos horribles ojos...

-¡Oye! Que Charlotte no es horrible. –Dije golpeando su brazo.

-Son bromitas, Livvy. Además, esta noche estarás conmigo. En mi cama. Desnuda y gri...

-Buenos días. –Dijo de pronto Liliana cuando las puertas del ascensor se abrieron ante nosotros. Madre mía, menos mal que no había oportunidad a que pudiera oírnos...

-Buenos días. –Respondimos al salir recuperando la compostura profesional.

-¿Algo importante para hoy?

-Por ahora no, señor.

-Bien, estaré en mi despacho si me necesitan. –Se giró hacia mí para susurrar. –Y recuerda que no debe importarte lo que digan los demás. –Asentí algo tristona para darle una mirada a Liliana sin poder evitarlo.

¿Me adoptas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora