Capítulo 27

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~3 DE JUNIO~


-¿Cuando llegas?

-No lo sé, pero espero que sea pronto.

-Bien, avísame cuando estés aquí para ir a buscarte al aeropuerto.

-Vale. Hasta ahora. Colgué dándome cuenta de que el señor Merk me miraba desde la puerta de su despacho inquisitoriamente antes de hacerme señas para que me acercara a él.

-¿Pasa algo?

-Nada serio, solo quería invitarte a la fiesta de bienvenida que vamos a organizar para Dylan y muy probablemente mi despedida.

-¿Fiesta de bienvenida?

-Sí, hoy a las diez de la noche en Kenya's.

-Intentaré ir... –Murmuré no muy convencida. Hoy solo tenía ganas de pasar la tarde y la noche con Dylan y Elyssa.

-De acuerdo. También quería volver a disculparme por lo de anoche, Olivia. Fue muy descortés por mi parte.

-¿Anoche? ¿Qué pasó anoche? –Pregunté haciéndome la desentendida para que viera que ya lo había olvidado. –Si me disculpa, voy a volver a mi trabajo.Volví a mi escritorio sin dejar que respondiera dándome cuenta del arreglo de rosas blancas que habían sobre ella.

-¿Pero qué... –Miré a Sofía y esta sonrió encogiéndose de hombros.

"Me sorprende no verla en su puesto, señorita White. La espero en la sala de juntas. D."

Sonreí de oreja a oreja guardando la nota antes de caminar rápidamente hacia la sala de juntas donde todas las persianas estaban cerradas ocultando el interior de ésta. ¡¿Pero cuando había llegado?!

-¿Dylan? –La silla del fondo dio la vuelta dejándome ver al hombre más hermoso del planeta. –¡Dylan!

-¡Hola! –Se levantó acercándonos mutuamente para abrazarnos. –Estás hermosa.

-¡Y tú! –Grité mirándolo a los ojos. –Te extrañé tanto...

-Yo más. –Acercó su boca a la mía en un cariñoso beso. Un mes sin besar estos labios había sido un autentico calvario.

El beso comenzó a tornarse más pasional y desesperado a tal punto, que ya me encontraba sentada sobre la mesa de cristal con Dylan en medio de mis piernas.

-Necesito... Aire...

-Y yo te... necesito a ti...

-Aquí no, Dylan...

-Entonces vayamos a mi casa. –Murmuró mientras seguía besando mi cuello. –No, mejor a la tuya. Nos queda más cerca...

-Espera a la noche, Dyl.

-Bff... Eso es mucho. –Sonreí divertida rodeándole el cuello con las manos para que me mirara.

-Te quiero.

-Yo te quiero más.

-Y me encanta que lo digas. –Pasé ahora mi dedo índice por su cara hasta parar en sus labios.

-Tengo algo para ti.

-¿El qué? –Se separó un poco para meterse la mano en el bolsillo de la chaqueta y sacar un pequeño sobre blanco.

¿Me adoptas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora