Capítulo 18

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-Gracias por dejar que me quede aquí.

-No tienes porque darlas. Esta también es tú casa. –Le sonreí agradecida antes de acurrucarme contra él.

Hacía ya como una hora que habíamos cenado y otra hora que habíamos pasado con Elyssa. Todo dentro de la habitación de Dylan. Sinceramente, no tenía ganas de salir de aquí por nada del mundo.

-Oye... Aún no me has hablado de esa sorpresa.

-Oh, creo que no vas a querer ir después de todo...

-¿Qué es?

-Había alquilado una casa para los tres...

-¿Una casa?

-Sí, una casa al lado de la playa. –Abrí los ojos sorprendida. ¿Una casa al lado de la playa?

-¡Nunca he ido a una!

-¿Quieres ir?

-¡Sí! ¡Me encantaría! –Lo abracé fuertemente para dejar un beso en su pecho desnudo. –N-no fue que-queriendo...

-No te preocupes, Liv. –Se inclinó un poco hacia mí para atrapar mi labio inferior con los suyos. –Me gustas. Me gustas mucho, Olivia.

-Yo... Creo que a mí también me gustas... –Dylan sonrió de oreja a oreja para comenzar a llenarme la cara de besos. –¡Oye, pa... –Sin previo aviso, coló su lengua en mi boca dejándome sin habla.

Después de un tiempo, logré separarme de él para sonreírle.

-Eres un atrevido.

-Pero te gusto así.

-Me gustas así. –Sonrió con la intención de volver a besarme, pero algo vino a mi mente haciéndome separar de inmediato.

-¿Qué pasa?

-¿Estuviste con Amelia en el viaje? Y me refiero de manera intima, Dylan. ¿Dormisteis juntos?

-¿Lo preguntas ahora?

-Respóndeme, por favor. –Le supliqué con la mirada, pero él la esquivó enseguida. –Dylan. –Volvió a ignorarme. –Eres un capullo.

-No te enfades...

-Lo peor de todo es que no estoy enfadada. –Mi respuesta le sorprendió. –Me molesta que lo hayas hecho, pero no te culpo ni me enfado contigo. No estábamos juntos y tú eras libre de hacer lo que quisieras...

-Un momento, ¿dijiste que no estábamos juntos? –Asentí sintiendo mis mejillas sonrojar. –¿Eso significa que estamos juntos ahora? ¿En una relación? ¿De pareja?

-Bueno, yo... Creí que...

-Dios, ¡es maravilloso! –Gritó emocionado antes de abrazarme fuerte.

-Dylan, me aplastas...

-Lo siento. Lo siento. –Aflojó su agarré para dejar un beso en mis labios. –Nunca imaginé que la estirada de la señorita White fuera a pedirme que sea su novio...

-¡Yo no soy estirada! –Golpeé su brazo haciéndolo reír.

-Eres mi estirada. –Sonrió antes de ponerse serio. –Había olvidado decirte que mañana se celebra una fiesta por parte de la empresa.

¿Me adoptas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora