bf means best friend or boyfriend?

Capítulo 29: Bendito Google.

Yo sabía que en la adolescencia pasábamos por diferentes ánimos, aventuras y escenarios. Momentos que se sienten como que la vida está completa cuando no era así y momentos que se sienten como que todo se derrumbaría sin remedio. Momentos que se capturan con fotografías y otros que son tan buenos que no hubo tiempo de guardar un recuerdo físico de ellos. Confusiones, amoríos y cosas que parecían una tragedia en aquel momento pero que con el paso del tiempo causarían risa. Pero, en este momento, no podía evitar sentir que todo mi mundo se caía sobre mí y que no sería lo suficientemente fuerte como para recoger los pedazos y volver a unirlos, a pesar de que sabía que debía hacerlo inevitablemente.

Me encontraba en aquel momento que esperaba evitar; los triángulos amorosos. Mi discreta conducta en aquel ámbito me detuvo de sufrirlos con anterioridad, pero en este momento mi mente no parecía parar de repetirme una y otra vez que estaba siendo una tonta. Nunca me habían gustado los triángulos amorosos y, sin embargo, me encontraba en uno. Valga la mención, me sentía una puta. ¿Cómo me podía sentir atraída a dos personas a la vez?

Una vez me habían dicho que si me encontraba en aquella clase de situaciones, debía elegir a la segunda persona porque si mi amor por la primera era real, no me hubiese enamorado de la segunda. ¿Pero seguía siendo válido cuando se trataba de ambos de mis mejores amigos?

Me sentía una adolescente tonta mirando al techo de su habitación, de alguna forma, intentando buscar respuestas. Y, a decir verdad, era exactamente lo que era. Y no podía evitarlo.

La frustración me invadía de pies a cabeza a la simple mención de que podría perder o a Luke o a Ashton. Ni siquiera entendía por qué me había involucrado con uno de ellos, cuando había jurado no hacerlo. Había hecho un juramento conmigo misma, de que no iba a enamorarme de ninguno de los dos. Y heme aquí, en exactamente aquella posición.

No sabía distinguir entre amor y simple atracción, ya que nunca los había sentido en su totalidad.

Estaba a unos cuantos días de cumplir un mes con Ashton, y no sabía qué hacer. No quería romper su corazón, no quería que se alejase de mí. Pero tampoco quería seguir con algo de lo cual no estaba completamente segura.

Desvié mi mirada hacia la ventana por décima vez en el día.

Nadie.

— Ashton, yo realmente te aprecio... ¿Apreciar? ¿En serio? ¡Como si no fuese suficiente dejarlo en la friendzone se lo dices así! ¡Tonta!

Así es, me encontraba practicando frente al espejo. Ya había pasado un buen rato y todavía no decidía cómo se lo diría definitivamente.

— Ash..., no, empezamos mal, no debería decirle Ash, ¿o sí, para ablandar el impacto?

Al parecer a mi reflejo no se le apetecía cobrar vida y aconsejarme como en las películas. Mi reflejo era igual de estúpido que yo.

— Bien... —suspiré— Ash... ton.... ¿Ash o Ashton? ¡Dios, esto es más difícil de lo que pensé!

Pataleé y di unas cuantas vueltas a mi habitación, inhalando y exhalando sonoramente.

— Ash... yo te quiero mucho pero... ¡Oh, vamos! —De la frustración de no poder formar una frase coherente y lo menos chocante y dolorosa posible, volví a caer en el silencio junto con mis pensamientos, cosa que llevaba haciendo demasiado últimamente.

No iba a permitirme estresarme de nuevo con el tema del triángulo amoroso, así que no lo soporté más y fui al bendito Google. Estas cosas me parecían estúpidas, inútiles y unas totales pérdidas de tiempo. Pero, la verdad, era lo único que me quedaba.

Sintiéndome avergonzada de mí misma a pesar de que nadie me estaba viendo, tecleé Cómo saber si estás enamorada de tu mejor amigo en el buscador. Titubeé antes de presionar el botón de buscar, pero lo hice a final de cuentas. Cerré los ojos y consideré cerrar la ventana y pensar en las alternativas.

Pero no lo hice. En cambio, hice unos cuantos tests que aparecieron entre las primeras páginas y leí unos cuantos de esos blogs de chicas. Me sentía realmente avergonzada de haber llegado a tal punto, y el sentimiento no empeoró cuando todos los resultados me decían que sí, efectivamente, tenía sentimientos "profundos" por Luke.

Mi ánimo tampoco mejoró cuando, en las respuestas de aquellos estúpidos tests, me decían que no me había dado cuenta que estaba enamorada de mi mejor amigo pero que lo estaba. Al parecer, una página de Internet sabía cómo me sentía y yo no. Genial.

Lo curioso era que, sentía como que la mayoría de las preguntas iban dirigidas específicamente a mí. Como si cada pregunta estuviese hecha justo para confundirme todavía más de lo que ya estaba. Resultaba bastante frustrante.

Volví a mirar hacia la ventana, y volví a encontrarme con la misma imagen.

Nadie.

Decidí ponerle fin a todo esto. Decidí atar los cabos sueltos. Me decidí por Luke.

Sí, sabía que había sido un completo idiota últimamente, pero todo apuntaba hacia él. Hacía un tiempo que ya había empezado a sentirme diferente, pero me obligué a no pronunciar palabra alguna. Me prohibí siquiera pensar en aquello.

Me pregunté un millón de veces si aquellos celos que sentía por Grace eran simples celos de mejor amiga o era algo más. Resultó ser una mezcla de ambos, producto de mi confusión.

Era un manojo de nervios y frustración en el momento que decidí teclear un mensaje para Ashton.

Cassie: Hey...

Cassie: ¿Podrías venir a casa? ¿Ahora?

Su respuesta no tardó en llegar y lo agradecí, ya que terminaría por arrancarme las uñas de un mordisco.

Ashton: Te veo en diez.

Las agujas del reloj parecían moverse con rapidez al momento en que decidí quedar con Ashton y hablar de todo de una vez. Mis manos temblaban y estuve a punto de rezar diez padrenuestros y rogar de rodillas para que no se alejase de mí. En aquel momento, él era lo único que tenía. Y estaba a punto de estropearlo. Pero no podía jugar con él, no de esa manera; me importaba demasiado como para lastimarlo así.

Cuando el timbre sonó no pude evitar que mi corazón diese un vuelco y, por una última vez, miré hacia la ventana.

Nadie.

— Hola... te ves nerviosa, ¿pasa algo? —Pronunció apenas entró.

— Necesito... hablar contigo —sabía perfectamente que aquella frase era la peor con la que podía comenzar, pero el nerviosismo me hizo mover la lengua.

No respondió.

Señalé el sofá y le pedí con ademanes que se siente. Al momento en que lo hizo, sabía que la práctica frente al espejo no iba a servir, ya que no me acordaba de nada.

— Ashton... yo te quiero muchísimo, pero...

— Quieres a Luke, ¿no?

Suspiré con pesadez y asentí con la cabeza con cierta vergüenza.

— Sí.