CAPITULO 10: Roto ✓

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Si su compañero quería verdaderamente terminar con esto, Jimim le estaría agradecido aunque duro como el acero, pero habría conseguido lo que su propio cuerpo no le obedecía hacer; también daría la oportunidad de detener a tiempo toda esta locura, antes de que despojara a Yoongi de alguna prenda... entonces sí no habría marcha atrás, y haría arder el cielo.

Lo dejaba todo en manos de Yoongi, era el mayor y debía detenerlo porque Jimin no podía.

—  Park, por favor - jadeó, mientras la lengua habilidosa del mencionado corrió la playera para succionar más cerca del pecho - Es-esto... No está biennn..

No sonaba a protesta ni mucho menos a rechazo. Jimin se desesperaba por restregar el pene sobre su mayor como un perro. Debía ser más convincente.

—   Si pudiese detenerme - respondió sobre el beso - Pero tu sabor y tus gemidos - paseó la lengua a placer - tu voz y tu respiración, tus latidos - se rindió, acercando su entrepierna a la cadera de Yoongi - Todo lo que haces me está excitando - mordió, robando un ahogado quejido - Todo de ti es una maldita droga ¿O qué?...

—  Te vas arrepentirte de esto - advirtió, pasando una sus manos temblorosas y lleno de dudas sobre el costado del moreno, abriendo un poco las piernas para empujarse contra Jimin que gruñó, temblorosa y con duda, una de sus manos por los costados de Jimin, haciéndole jadear.

El chico trepó con sus codos hasta el cuello y empujó su pene contra el rubio, arrastrando su rodilla hasta que alcanzó rodar la entre pierna de Yoongi, quien tenía ya su miembro excitado, sintiéndose caliente por todos lados.

El menor se animó a rozar con su dedo índice uno de los pezones de Yoongi por sobre la ropa, y frotó la rodilla en su creciente erección, achispandose él mismo también cuando Yoongi soltó un jadeo, casi como una sucia bendición.

—  N-no... Joderrr...

—  Carajo.. Un poco, sólo déjame... - respiró profundo en su cuello, sin saber qué pedir - Déjame probarte.

Luego de esa súplica extendida en un gemido, las palabras fueron acatadas como una orden para el mayor, abandonandose al placer y terminando de disuadir cualquier  intento de forcejeo  para alejarse, a la expectativa de las reacciones de su cuerpo ante las acciones de Jimin, encontrando el rostro del chico y cayendo rendido ante la sonrisa perversa del joven adolescente.

Tanto erotismo en una simple y sencilla mueca no eran sanas para el corazón de nadie, y Yoongi no era la excepción a esa sonrisa atrevida y lujuriosa.

Fue inevitable la sorpresa que incluso picó en el mismo Jimin, cuando se acercó a Yoongi y de improviso posó sus labios rechonchos sobre aquellos finos cerezos. En el pecho del rubio se atorando un suspiro emocionado, como si hubiese deseado el contacto entre sus bocas desde siempre, incapaz de atreverse a lanzarse sobre Jimin, en busca de satisfacer sus  deseos, por cobardía.

Alivio y place lo empaparon cuando sus labios se conocieron de nuevo.

Lento y todavía con dudas, Yoongi fue correspondiendo al roce de sus acolchonados labios, permitiendo a Jimin orquestar aquel contacto, guiandolo incluso a él en todo ese conjunto de locuras que estaban haciendo. A su vez, las manos inquietas del menor recorrían los costados de Yoongi, desesperadas por encontrar calor, deleitándose al meterlas debajo de la tela molesta de la prenda, acarició fácilmente aquel lienzo limpio y pulcro que refería la piel de Yoongi.

Una sensación de dejavú embargó a Jimin, su pene experimentando ésta con un delicioso palpitar en la erección que ya comenzaba a doler por la presión de los jeans; cosa que lo hizo gemir como el hombre frustrado que era en este momento.

TRATA de no enamorarte [YoonMin]Where stories live. Discover now