{06} De máxima importancia

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No sé por cuánto tiempo nos mantenemos así, solo estoy de nuevo consciente al separarme de mi mentora cuando ya ha terminado de llorar.
Hayi absorbe sus flemas y se pone de pie para tomar asiento en su cama mirando al suelo, yo la imito, una vez a su lado, alcanzo una caja de pañuelos encima de su mesa de cosméticos con un espejo grande en ella y tomo unos cuantos para, seguidamente, secar con ellos sus lágrimas, mientras que ella se mantiene viendo algo en la violeta alfombra de su cuarto.

Cuando he terminado, miro su alfombra al igual que ella y me pregunto si ésta es su manera de pensar en calma, no me permito procesar nada que se relacione con lo que acabo de ver, ya que no quiero juzgar antes de tiempo.

El cuarto de Hayi es parecido al mío, y al de todos los agentes aquí en la base; una simple recámara con una cama individual con sábanas y colcha color gris, una almohada, un baño en la esquina, una mesita con un espejo en ella, otra aparte como escritorio, una alfombra que ocupa todo el suelo, y unos cajones grandes en un gabinete de madera.

Claro que cada uno le va dando el toque que quiere, por ejemplo; Hayi ha pintado el suyo de tonos violetas, rosados oscuros y claros. Ha colocado en su mesita cosméticos, y en su escritorio una montaña de libros. Cyprian, si mal no recuerdo, se ha ido por los tonos verdes oscuros, mientras que Józef por el azul marino, nunca he estado en el de Astori, pero al menos el mío, no lo he elegido de ningún color en específico, nunca he sabido el qué poner para hacerlo más "mi hogar". 

—Lamento que me hayas visto así —habla de repente mi mentora, con su rasposa voz.

—Descuida —le digo—, tu me has limpiado las lágrimas miles de veces, al menos me alegra que yo haya podido hacerlo una vez.

—Bueno —reconoce—, es verdad que hace años no lloraba... —admite—. ¿Escuchaste todo?

Asiento, mirándola con compasión, nunca pensé que la afectaría tanto.

—Lo imaginé —asiente—, creo que al final era inevitable ocultarlo.

—No sabía que la pelea que tu y Astori tuvieron fuera tan grave —sincero.

Bufa con sorna. —No lo fue —revela—, fue la pelea más insignificante y estúpida discusión que puede existir.

—Me parece curioso que Astori se haya enojado por tanto tiempo por una simple pelea estúpida —comento.

—No lo hizo.

La miro con los ojos abiertos. —¿Qué dices?

—No está molesto por eso —comunica—, hay algo más, algo que no me está diciendo por lo cual está enojado, pero ya estoy cansada de tratar de adivinar —suelta un resuello—. Tan solo quería que acabara.

—Al parecer fueron muy cercanos —opino.

Ella sonríe un poco. —Algo así.

—¿Puedo... —comienzo a interrogar—, preguntar qué sucedió entre ustedes dos?

Hayanne no habla por varios segundos, se mantiene distante, no estoy muy segura de si se encuentra considerando la opción, o perdida en algún pensamiento lejano.

—¿Hayi?

Parpadea perdiendo la idea que rondaba por su mente, la cual soy capaz de ver desvanecerse en sus ojos color miel, y me mira, por lo que imagino, procesando mi pregunta anterior.
Suelta un suspiro y me admira con ojos dudosos. —Claro que puedes saber Kassy —declara—, es solo, que no quiero que llegues a juzgar a Fazio por esto, en realidad no es un mal hombre.

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