Y... ¿ahora qué?

175 9 3
                                    


Los siguientes segundos fueron extraños. Nos quedamos así, uno sobre el otro, sin hablar, solo jadeando débilmente. Cuando por fin logré acompasar mi respiración, asimilé lo que acababa de pasar. Cerré los ojos con fuerza, exhibiendo una amplia sonrisa en mi rostro, sin preocuparme en absoluto por lo que pudieran decirme las chicas, sin remordimiento alguno. La voz de Steph rompió el silencio de la habitación .-¿Todo bien, pelirroja?.- preguntó mientras se apoyaba sobre su codo para poder mirarme. Yo asentí sin borrar mi sonrisa,  y alcé ligeramente la cabeza para besarlo de nuevo. .-Todo muy bien.- Al guardián le debió hacer gracia aquella puntualización, porque empezó a reír y dejó un beso sobre mi nariz antes de rodar hacia la izquierda y tumbarse a mi lado. Me abrazó por detrás, dejando escapar un largo suspiro que me hizo cosquillas en la nuca. Yo me acurruqué entre sus brazos y recorrí con la yema de mis dedos sus extraños tatuajes durante unos segundos; luego cerré los ojos y me sumí en un estado de duermevela. Así nos quedamos unos minutos, de nuevo callados, recuperándonos del "esfuerzo" anterior. Todo iba perfecto, todo estaba tranquilo...Hasta que oí levemente las voces de Fran y de Maddie en el pasillo.

.-Mierda, mierda, mierda, mierda.- dije mientras me levantaba de un brinco y recuperaba mi ropa interior y mi túnica. Las habitaciones de las dos quedaban mucho antes en el largo corredor, y oír sus voces tan cerca de mi puerta solo podía significar dos cosas: que venían a verme a mí o a Elektra.  .-Selene, ¿qué pasa? ¿porque te levantas?.-dijo Steph adormilado. .-Frankie.- respondí poniéndome la túnica. Recuperé también la ropa del guardián y se la tiré. .-Vistéte por favor. Si llaman a la puerta y no abro, Fran la atravesará y entrará de todas maneras.- mi tono sonaba apremiante, porque al tiempo que me dirigía al baño para peinarme, oía las voces de mis amigas acercarse cada vez más. También oí al americano decir algo en un malhumorado inglés y acto seguido el sonido metálico de la hebilla del cinturón. .-No se para qué tanta prisa en que me vista, seguro que a tu amiga le encantaba verme desnudo.- comentó mientras entraba al baño, poniéndose la camiseta. Puse los ojos en blanco e iba replicar ingeniosamente algo sobre Fran y los cuerpos desnudos, cuando escuché tres golpes en mi puerta. .-¿Sel? ¿Estás ahí?.- .-¡Voy, un segundo¡.- me volví hacia Steph, señalándolo con un dedo amenazante. .-Tú siéntate en la cama, y ni se te ocurra hacer ningún comentario sobre... bueno, eso.-. Dicho eso, fui hacia la puerta y la abrí para dejar paso a mis amigas.

.- Hola hola, ¿Porque no has bajado a comer, señori....- La voz de la empath se apagó cuando sus ojos se toparon con la figura de Steph. .-Me temo que yo tengo la culpa.- dijo él, alzando las manos en un gesto de disculpa. .-Oh, hola Steph.- saludó Madds con cierta timidez. Fran tomó el relevo .-Solo veníamos a ver si estabas bien, como no has bajado y no habías dicho nada...- Dirigí un instante una mirada nerviosa al rubio, pero contesté rápidamente y tratando de sonar tranquila .-Si si, estoy bien. Ha venido a hablar conmigo y no me he dado cuenta de la hora, lo siento.- Dije mirando a mi amiga que me devolvió la mirada con... demasiada diversión. Steph carraspeó y bajó de la cama .-Bueno, yo me voy yendo. Te veo luego, pelirroja. Señoritas...-. dijo divertido antes de abrir la puerta y abandonar mi habitación.  En cuanto la puerta se cerró, Fran se giró hacia mí con una ceja alzada. .- Así que... solo estabais hablando, ¿no?.- "Esta sabe algo" pensé nerviosa, pero.. ¿como demonios iba a saberlo? Era imposible, de modo que decidí hacerme la tonta. .-Pues si, ¿porqué?.- La morena sonrió y sacó algo de los pliegues de su túnica, algo que no debía estar allí, que no sabía como había llegado allí y que era prueba suficiente de lo que había pasado con Steph. .-¿Cómo...?-. murmuré cuando vi brillar en su mano el rasgado sobrecito plateado. .- Estaba en el suelo, frente a la cama, lo he visto al entrar.- contestó con un tono de voz de que era una mezcla de diversión y orgullo por su hallazgo. Maddie soltó una exclamación de sorpresa cuando identificó el objeto, y me miró con los ojos muy abiertos. .-¿Eso es... un condón?.- inquirió mi inocente amiga. Frankie le contestó por mí -.Si, Madds, es un condón. Y uno usado-. dijo sacándola de dudas sin alterar en nada su tono divertido. .-Ahora entiendo por qué no has bajado a comer, pillina- añadió, dándome unos juguetones golpecitos en el hombro. 

La miré intentando parecer enfadada, pero no conseguí lo esperado. Frankie rompió a reír, demostrando la gracia que le hacía toda la situación, y segundos después Maddie se unió a ella. Yo resoplé, agitando la cabeza. .-Venga hombre, no te piques.-dijo Fran abrazándome. .-Y ya nos estás contando que... bueno, más bien cómo ha pasado esto.- agregó Maddie, mirándome inquisitiva y divertida con los brazos cruzados sobre el pecho. Yo exhalé un largo suspiro y, esbozando una avergonzada sonrisa sobre los labios, las invité a sentarse sobre la alfombra. La buena noticia era que no se habían enfadado en absoluto, la mala que iba a tener que dar unas explicaciones... demasiado detalladas de todo lo que había pasado antes de que irrumpieran en mi habitación. Tomé aire, y me dispuse a contarles todo, empezando desde mi accidente con el anillo.

.-Sel...tienes que tener más cuidado con esa cosa.- dijo Maddie, interviniendo por primera vez tras unos diez minutos escuchando mi relato. .-No sé cuantas veces te lo vamos a tener que decir.- Fran asintió, más que conforme con Madds, pero ella se inclinó más por... la segunda parte de la historia. Volvió a mirarme con aquella sonrisa divertida .-Oye... ¿pero era él primero? Eso no nos lo has dicho.- .-¿Qué? No, no, no. -respondí negando con la cabeza. .-Ah, vale. No lo tenía claro.- Nos quedamos las tres unos segundos en silencio. Yo estaba pensando en lo bien que me sentía por haberselo contado, no sabía que estaría pasando por la mente de las otras dos. .-Oye Sel...-.dijo Madds mirándome. .-Y...¿ahora qué?.-



Academia MiolnirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora