Stuck In The Middle (en pausa)

Capitulo 36

Irme para siempre. 

El celular sonó, me saco de mi estado de letargo y fue como un baldazo de agua fría al ver el nombre de Cecilia en la pantalla, a pesar de que hablábamos todo el da, era solo por chat y mensaje de texto, no solía llamarme, si lo hacia era porque algo realmente importante había sucedido.

Y así fue, apenas acerque el celular a mi oído mis tímpanos zumbaron al escuchar un fuerte chillido.

— ¡Me admitieron Belle! ¡Fui admitida! — grito eufórica mi mejor amiga.

—¿Que? ¿Como? ¡Oh por Dios, Ceci! ¡Estoy muy feliz por ti! — grite yo también.

—¡Amiga! ¡Todavía no puedo creerlo! ir a esa universidad es todo lo que siempre soñé, jamas creí que se haría realidad — dijo mas calmada pero con la voz temblorosa, se notaba que realmente estaba emocionada por todo ese asunto.

Habia sido admitida en la universidad de medicina con la que había soñado asistir desde niña, la universidad donde había asistido su mama y también su abuela. Seguramente ellas estaban muy orgullosas de su niña, tanto como yo. Pero mi estomago dio un golpe cuando caí en la cuenta de lo que estaba sucediendo. La universidad estaba en otra cuidad, eso significaba que dentro de unos meses ella se iría a kilómetros de mi. Thomas también iba a irse, íbamos a separarnos los tres, me quede congelada.

—¿Belle? ¿francesita? ... ¿sigues ahí? — pregunto Cecilia, al parecer me había quedado en silencio mas tiempo del que pensaba.

—Si, estoy aquí... es que, debo irme. Te llamo cuando salgas de la escuela ¿si? — dije y pude sentir como ella suspiraba del otro lado del teléfono. Ya había pasado un mes desde que las fotografías falsas de mi desnuda habían sido publicadas y yo no había vuelto a pisar la escuela.

Mi madre había hablado con los directivos del establecimiento y acordaron con ella que yo debería presentar exámenes escritos, muchísimos trabajos prácticos, resúmenes, todo, y estaba cumpliendo con ello, no quería perderle el ultimo año. La verdad es que estaba estudiando mas de lo que lo hacia cuando asistía a clases, me pasaba toda la tarde completando los trabajos prácticos y leyendo, y cuando no estaba haciendo eso, simplemente dormía. Me sentía angustiada y eso me producía mas cansancio de lo normal.

Lo único que extrañaba de la escuela eran las clases de Química junto a Thomas, era el compañero ideal para los trabajos de esa materia, nos reíamos mucho y amaba pasar esas horas con él. También extrañaba los almuerzos con Cecilia y con él. Hasta extrañaba las sonrisas que nos dedicaba Martin cuando lo cruzaba en los pasillos. A veces me despertaba con ganas de volver a asistir a clases, y luego recordaba el ultimo día en el que estuve allí y me retractaba, sabia que nada volvería a ser igual.

En lugar de estudiar junto a Thomas, entre risas, estudiaba bajo la luz tenue del velador en mi habitación, en total silencio. En lugar de almorzar junto a Cecilia en nuestra mesa favorita en el patio bajo de un hermoso árbol, almorzaba sola las sobras del día anterior, mi mama trabaja al igual que mis hermanos, toda la tarde, así que durante esas horas me consumía la soledad. Solo veía a mis amigos unas pocas horas después de clases, pasaban a visitarme, aunque había algunos días en que ni siquiera aparecían y era entendible, la escuela era agotadora, mas en la época del año en la que estábamos, todo era exámenes y mas exámenes.

Una tarde, mientras me encontraba estudiando sola en casa, golpearon la puerta, vi por la mirilla y me sorpendi al ver unos bonitos ojos celestes del otro lado. Abrí la puerta y le dedique una media sonrisa a Martin y de mis labios salio un tímido "Hola", el también me sonrió y sin mediar una palabra me abrazo fuertemente, como no lo había hecho nunca antes. Durante esos segundos, me sentí terriblemente amada, hacia ya un tiempo que no me sentía así, podía sentir sus brazos rodeándome y su respiración acelerada en mi oído, y pronto comencé a escuchar también unos sollozos, ¿estaba llorando?.