¿Solo Un Juego? (Boys Love)

Captulo 6: Solo dame una oportunidad

—¿Y qué quieren de mí? — pregunté, porque no creo que me hayan llamado en vano. Lia tenía razón en la parte de que no había visto a Ethan desde... lo que pasó

—Primero, dinos qué pasó el 16 de abril a las 16 horas — dijo Lia con voz seria, algo no muy típico de ella.

Me sobresalté, pues no esperaba esa pregunta. Los recuerdos de esa tarde llegaron a mi mente como balas que atraviesan mi cerebro, todas a la vez. Recordé cuando se veía vulnerable, amarrado al palo de la canasta, y el beso que, por primera vez, fue correspondido. No sé por qué mi corazón late tan rápido. ¡Él es un hombre maldita sea! Cálmate Jackson, respira hondo y finge que te gusta.

—¡Hola! ¡Tierra a Jackson! — dijo Hikari, moviendo su mano en frente de mi cara en busca de una reacción. Yo hice una mueca y me aparté de ella

—Lo siento, no puedo decirles, se lo prometí a Ethan — respondí serio, desviando la mirada

—Tsk. Bueno, vamos con lo segundo. ¡SACA A MI HERMANO DE SU PUTA HABITACIÓN DE UNA VEZ POR TODAS! — se calma y pone ojos de cachorro suplicantes — Por favor~ — lo admito, a veces me da miedo la bipolaridad de Lia.

—S-Sí...

Me dirigí a su habitación, a cada paso que me acercaba, percibía un aura oscuro y deprimente. Luego, me encontré en el umbral de la puerta de la habitación de Ethan. Tragué saliva. Toque una vez, sin resultados. Lo volví a intentar, pasó lo mismo. Perdí la paciencia y comencé a tocar la puerta desesperadamente, hasta que por fin oí su voz.

—¡YA DEJA DE JODER LIA, YA TE DIJE QUE NO VOY A SALIR! 

La voz de Ethan, eso me tranquilizaba. Suspiré, pues ya no estaba tan frágil como la última vez

—Vaya, vaya, ¿así es la forma de tratar a la persona que vino de tan lejos a visitarte?

—¿Jackson? —preguntó, bajando el tono de su voz. Percibí sorpresa en él, lo que me hizo sonreír inconscientemente

—¿Puedo pasar?—pregunté suave. No quería asustarlo

—¡NO! Digo sí, ¡espera no! Quiero decir, puedes pasar. Espera un momento

Oí unos pasos acercarse al marco de la puerta. Oí como el sistema de la cerradura empezó a rechinar al momento de quitarle el pestillo. Ethan abrió la puerta hacia dentro y me dio una mirada cansada antes de voltearse y hacer un ademán para que entrara. Estaba vestido con una playera blanca de manga larga color plomo, un pantalón holgado y unas sandalias. A pesar de poder ver solo su espalda, podía notar que había adelgazado bastante. Me senté al otro borde de la cama y fui notando más detalles de la condición del pelirrojo: notables ojeras se posaban debajo de sus ojos y su cabello estaba sucio y enredado, así como su cuerpo, que aunque se había curado de los golpes y heridas, estaba sucio y descuidado.  Iba a comentar mi indignación por descuidarse tanto, pero él se sentó en su cama desinteresado y me dio una mirada que hizo tragarme mis palabras. Empezó a tamborilear sus dedos en su rodilla.

—¿Has hablado de lo que sucedió?—preguntó inquisidor, mirandome con los ojos entrecerrados. Me sentí ofendido, e incluso decepcionado, por el nivel de desconfianza que aún  existía entre nosotros.

—¿Me crees un patán como para hacer eso? No soy esa clase de persona, Ethan

—Perdón, pero es que te oí hablar con mi hermana y Hikari. No logré entender del todo pero pensé...

Siendo sincero, perdí por completo la ilación de la conversación en ese momento. Bajé mi mirada de sus ojos a su torso, deteniéndome en este y apreciando la playera holgada que dejaba a la imaginación del cómo sería su cuerpo. A pesar que era una talla media para hombres, se notaba que su cuerpo era más pequeño que eso, formándose preguntas en mi cabeza de cómo sería tocar su cintura sin que la ropa estorbe. ¿Sus caderas serían tiesas o tendría esa ligera y agraciada curvatura que poseían algunos hombres semejante al de las mujeres. Apenas salí de mi ensoñación cuando noté como él se cubría con frazadas y arruinaba mi visión de su cuerpo. Fruncí el ceño y levanté mi mirada, notablemente disgustado por eso, pero a juzgar por la expresión en su rostro, no era yo el que se encontraba más disgustado de los dos