-Me aterra la idea de quedarme sin los hombres de mi vida y tu incluido... Cómo podremos hacer nuestras propias familias corriendo el riesgo de que algún día pueda sucederles algo por uno de sus enemigos; no se que pensar de todo esto. Aveces solo lo dejo pasar y no pensar tanto en el futuro pero es inevitable. No se que pasará AL- lloro mis miedos, mi angustia y el amor de mi vida solo me escucha y me sigue acariciando.

Me deja desahogarme sin interrumpir. De vez en cuando deja un beso en mi frente.

Cuando me tranquilizo y estoy a punto de quedarme dormida Allan se levanta conmigo en brazos y camina no se hacia donde, entramos a una habitación enorme y me deja sentada encima de una cama blandita, quiero acostarme así como estoy pero Allan me lo impide.

-te voy a quitar esto y ponerte algo cómodo para que puedas descansar- me quita los tacones y los deja a un lado.

-como pueden aguantar esto? - pregunta con preocupación, sonrío medio dormida.

-y eso que no viste los que Natalia quería que la pobre de Giselle usara- me ofrece su mano y la tomo para ayudarme a poner de pie y caminar hasta lo que creo que es la puerta del baño, pero me equivoco.

El vestier de Allan parece una tienda de ropa, calzado, y relojería de hombre. Toma un suéter de uno de los cajones y luego se para detrás mio, pasa mi cabello suelto a mi hombro derecho y toma la evilla de la cremallera para deslizarla hacia bajo, y es ahí cuando recuerdo que no llevo sostén.

-espera Allan. No puedes verme, estoy sin sostén- digo toda ruborizada y mordiendo mi labio superior.

-y?- pregunta como si nada.

-y? Y... Que no puedes verme- asoma su cabeza por mi hombro y yo evito mirarlo.

-ya he hecho algo mas que verlas. No tienes de que preocuparte o avergonzarte. A parte me encanta el lunar que tienes en la de la izquierda- me ruborizo mas por su comentario descarado; no pensé que esa vez me había mirado tan detalladamente como para darse cuenta del lunar.

Esto es vergonzoso. Deja un beso en mi cuello lo que me produce un escalofrío y eriza mi piel. Sonríe con sus labios pegados aun en mi cuello.

-eres hermosa mi ángel. Para mi eres mas que hermosa, mas que perfecta. Eres MI ANGEL DE OJOS ESMERALDA- esto ultimo lo dice con determinación y orgullo.

Se que mi cara es un asco, mis ojos hinchados por estar llorando y el maquillaje corrido.
Me giro y lo miro para luego besarlo despacio, sin prisas. Me detengo y apoyo mi frente en su mentón que es hasta donde llego.

-debo estar horrorosa, con el maquillaje corrido- me burlo de mi misma.

-horrorosa no estas pero si tienes el maquillaje corrido- sonrío por su comentario y por el movimiento que hizo mi cabeza cuando habla.

-ven vamos a lavarte la cara- me guía hasta llegar al ahora si, baño.

Me hace sentar en un pequeño sillón, para que alguien querría un sillón en el baño? Le hago la pregunta.

-para sentarme a verte cuando estés bañando te- esta parado enfrente del mesón del baño con un algodón en mano y una crema.

-estas loco AL- ruborizada muevo mi cabeza de un lado a otro en gesto de negación.

-tu me vuelves loco- se acerca a mi, se agacha hasta estar a mi altura y toma mi cara por el mentón para pasar muy delicadamente el algodón por todo el rostro quitando el maquillaje.

-Allan no soy de papel, no me voy a romper o arrugar- me quejo por tanta delicadeza.

-shhh deja de hablar mujer- me quedo callada y espero a que termine con su tarea.

Ojos Esmeralda.Where stories live. Discover now