—Basta, basta, basta —dice Jeremy alejándome de Aiden.

—Tranquilo, hermanito —digo abrazándolo mientras recargaba mi cabeza en su pecho—. Tienes tu propio lugar in my heart.

Me empuja de con el como si tuviera una clase de enfermedad altamente contagiosa que hace que me ría. Después va hacia Grace y le ofrece su brazo, que ella acepta y salen de la casa.

Vuelvo a reír y doy la vuelta a donde estén el resto. Las caras de Clarie, Jac y Aiden siguen siendo de burla, la de Marcie sigue siendo asesina, y la de Aaron sigue siendo de idiota.

Ignorando todas las miradas me dirijo a Aiden, lo tomo del brazo y lo arrastro fuera de la casa.

—Estas loca, amiga —me dice Aiden entrando a su auto.

—Lo mismo digo —exclamé feliz mientras entraba al auto.

En el auto empecé a bromear con Aiden hasta que empieza su canción favorita y empieza a cantarla. Debo decir que canta bien, pero nunca lo admitiría en voz alta.

Aunque intentara evitarlo, continué la letra junto a él, aunque en su mayoría eran gallos provocados por las risas.

—¡Adiós dignidad! —digo después de cantar tapando mi cara con mis manos, pero aún riendo.

—Oye, cantas bonito —me dice Aiden con cariño.

—Lo dices para que no me sienta mal —respondo sonrojada. Espero que por la obscuridad del auto no se de cuenta.

—Amber, solo porque tu orgullo no va a dejarme tener la razón, y no vas a dejar de molestar hasta que te diga que tienes razón... Es cierto, cantas horrible —me dice con sarcasmo.

—Gracias, me llego al corazón —digo también con sarcasmo y recargando mi cabeza en su hombro hasta que llegamos al la escuela.

Creo que esta noche será pésima, empezando ahora.

Bajando del auto de Aiden piso un poco mi vestido y me voy hacia adelante chocando con el auto que estaba al lado.

Y bueno, no pude evitarlo, solté una maldición nada recomendable para una dama.

—Oye, tranquila, vieja.

—No imites a Drake Parker y ayúdame, que me duele como un demonio el tobillo.

Aiden rodea el carro y el lugar de revisarme el tobillo, se facilita el trabajo y me carga como princesa.

—¿Te diviertes? —pregunto mientras cruzo mis brazos.

—¿Ridiculizarte? La verdad es que si.

Le mando una mala mirada y entramos a la escuela.

En el auditorio (que es donde se hizo el baile) todos se nos quedan viendo a Aiden y a mi. La verdad no los culpo.

El idiota busca una mesa vacía y me deposita ahí.

—¿Necesitas algo?

—¿Que bicho te pico? ¿O por que te estás comportando como caballero, Miller?

—1) eres mi cita, 2) estás malita, te estoy haciendo un favor, y 3) aún existen los caballeros —dice poniendo una mano en su pecho haciéndose el ofendido.

—Un vaso de coca, plis —digo haciendo ojos de cachorrito lastimado.

Me sonríe y se va a la mesa donde están las bebidas.

La mesa en la que estoy es suficientemente grandes como para que estemos los Populares e Intocables... juntos. Vaya, nunca creí usar la palabras "Populares", "Intocables" y "Juntos" en la misma oración.

Cuando llegan el resto de mis amigos y se acomodan, termino sentada al lado de Aaron (cono recuerdan es una costumbre y el también la respeta) y Aiden.

Luego de explicar el porque no puedo levantarme James me revisa el tobillo y dice que simplemente fue un pequeño torzón, en un rato se me pasará.

Después de 1 hora más o menos de estar haciendo nada (salvo platicar, claro) ponen una canción lenta. Aiden me invita a bailar y yo acepto. Por lo menos ya no me duele el tobillo.

Antes de ir completamente a la pista de baile, volteo hacia atras y me fijo que Aaron está fulminando a Aiden con la mirada. Cuando nota que lo estoy mirando sonríe malvadamente y se voltea hacia Marcie. La invita a bailar. Y es cuando noto el estupido jueguito que él está creando. Ignoro la sonrisita insufrible de Marcie y sigo a Aiden a la pista.

La canción que está sonando es Marvin Gaye de Charlie Puth. Sigo a Aiden pero mi vista está enfocada en Aaron al otro lado de la pista. Y él también me ve a mi.

En algún momento de la canción accidentalmente piso a Aiden. Suerte que traigo Converse, sino hubiera dolido.

—Lo lamento —me disculpo aún bailando.

Aiden me sonríe.

—No hay problema.

Seguimos bailando cuando siento un pisotón de Aiden.

—¡Au! —me quejo.

—Me la debías.

Le sonrío desafiante y nos empezamos a dar pisotones el uno al otro mientras continua la canción. Cuando termina y empieza a sonar Sparks de Hilary Duff nos volvemos a sentar.

Después de un rato al ver que Aaron y Marcie no vuelven me arriesgo a voltear en su dirección y veo que se están besando.

He visto a Aaron besar a muchas chicas, pero nunca me había dolido tanto como esta vez.

¿Que me has echo Aaron Turner?

Foto de Daniel en multimedia.

[Capitulo editado el 15/05/2020].

Toxic | Toxic #1Where stories live. Discover now