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Amber's POV

Escucho la letra de Bangarang a las... 7:37 de la mañana. Estoy segura que alguien va a morir hoy e iré a la cárcel por asesinato.

Me levanto de mi cama enojada y avanzo lentamente por el pasillo hasta la puerta de mi hermano. Toco la puerta, nuevamente lento, y espero. Estoy segura que estoy horrible porque mi cabello está esponjado y se me olvido quitarme el maquillaje ayer. Debo parecer un demonio andante.

Abre la puerta y retrocede asustado al ver que avanzo. En serió que odio que me levanten por las mañanas, más cuando me dormí a las 3 de la mañana por estar viendo una película.

Antes de poner mis manos en el cuello de mi hermano me levantan y me cargan como un saco de papas.

—Bájame, Aaron.

—¿Para matar a tu hermano?

—¡Si!

—Entonces no.

Pataleo y golpeo su espalda hasta que siento que me baja. No estoy en mi habitación.

—¿Que hago en tu habitación? —le pregunto a Aaron.

—Tu hermano está preparando música para una sorpresa.

—¿Que traman?

—Sorprender a Cass por su cumple.

Claro. Cassidy cumple hoy. Deben estar ocupandola.

—¿Que tengo que hacer? —pregunto.

Aaron parecía sorprendido —¿Quieres ayudar a la fiesta de Cassidy?

—Si... ¿tan raro es?

—¿Tú? ¿Ayudar a la fiesta de una Popular? ¿te sientes bien? —dice colocando su mano en mi frente.

—¡Claro que si, cosa! —digo golpeando su mano—. ¡Cassidy es mi amiga!

—Puedes... ¿Hacer algo de comer?

Asentí (o negué, la verdad no se) y me dirigí a la cocina.

[...]

Llevaba 3 horas en la cocina y aún estaba en pijama. Llevo echo 3 pizzas grandes, 5 docenas de cup-cakes y 2 pasteles en camino. Bendita sea la cocina Turner que tiene tres hornos.

Maldita harina. Estaba tratando de evitar ensuciarme (lo cual es casi imposible por lo descuidada que soy) y lo estaba logrando... Bueno casi. Después de estar batallando un rato con la harina (que por cierto yo estaba ganando) una bola blanca se estrella en mi cara.

Volteo enojada hacia atrás para ver a Aaron riendo con la mano blanca. Agarro con mi mano un poco de la mezcla de pastel que estaba haciendo y se la arrojo a la cara.

El para de reír de inmediato pero yo comienzo a carcajearme de la manera menos femenina que me fue posible. El me mira, después a la bolsa de harina, nuevamente a mi. Me mira con maldad. Mami sálvame.

Aaron se acerca corriendo y me toma de la cintura como saco de papas (otra vez, ¿no sabe hacer otra cosa? Me exaspera) mientras yo grito y pataleo. No me fijo a donde vamos hasta que caemos en la piscina.

Toxic | Toxic #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora