Capítulo 11 Homicidio.

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Quien aprende de sus caídas, no se ha equivocado.

El celular sigue vibrando en el bolsillo, la vibración es realmente insistente por lo que decide revisarlo.
Es un mensaje de su hermano.

¿Qué haces idiota?.
Detrás de una falda que está muy lejos de corresponderte. Y dejando escapar a una mujer como Tessa, que haría por ti lo que fuera. Si serás bruto.

Lo lee molesto. No por quien lo escribe, si no por la verdad que encierra.
Empieza a marcarle cuando siente un golpe en su pecho y una insoportable agonia.
Connell....Connell.
Su hermano está en peligro. Inmediatamente usa el localizador que le puso al celular de su hermano después de una gran discusión. Subió a su carro.
El sudor que perlaba de su frente era el indicativo de lo mal que su hermano se encontraba. Esperaba poder llegar a tiempo. Tenía que llegar a tiempo.
Su radio cobró vida. La operadora dirigía al servicio de Emergencias y operativos que estuvieran cerca al Pub donde él se dirigía. Esta informa que se escucharon detonaciones de arma de fuego.

Dios está herido de bala.

Tomó la radio.
—A todas las unidades cerca del distrito 3, oficial caído...oficial caído.
Eso los podría en acción más rápidamente.

******

—Jefe, ¿Qué hacemos con la chica?.
—Mátala —al fondo se escucha el grito de terror de la joven—. Con el detective aquí caído puede dañar la operación. Mejor desviamos la atención a otro lado.

Que piensen que tenían una cita amorosa y fue descubierto por el esposo celoso. Perfecto.

—No por favor, estoy embarazada —suplicó la chica.
—Maldita sea ¡que desperdicio! Pero ni modo.
Disparó el mismo. El cuerpo cayó, con una bala en la frente.

El luego se acerca hasta el gemelo Connell.

—Lo siento chico, realmente me gustabas mucho — levanta su arma para rematar, pero es detenido por el sonido de la puerta al ser abierta.
—Vámonos.
Se montan en la camioneta negra con las ventanas oscuras.

******

Gael sintió el regreso de Maríe. Esperó a que entrará a su cuarto o a donde quisiera entrar. La verdad es que no estaba de ánimo para encontrarse cara a cara en ese momento.
Se encontraban en la cocina sirviéndose un vaso de agua, cuando escucho a la radio que le suministraron en la central, al igual que Maríe que salía de su cuarto para dirigirse a la terraza.
La operadora instaba a que todo operativo fueran al Pub que en esos momentos estaba de moda.
Denunciaban que habían escuchado disparos en el estacionamiento.
Una voz se sobrepuso  a la operadora. Una voz angustiada.

A todas las unidades cerca del distrito 3, oficial caído...oficial caído.

Lagartija se paralizó. Al mismo tiempo reconocimos la voz en la radio. Era Conall.
No le pregunté nada, en acuerdo tácito nos pusimos en marcha.
Tomé la radio y bajamos hasta llegar a su auto.
—Toma tu maneja —me dijo ella al entregarme las llaves del auto.
—De acuerdo.

Llegamos en tiempo record. Lagartija conocía mis dotes de manejo, sabía sin ninguna duda que la llevaría rápido, muy rápido.

******

Conall llegó al mismo tiempo que los primeros oficiales, su radar lo llevó directo a su hermano. Vió de refilón el cuerpo de la mujer al llegar donde se encontraba Connell. Lo primero que hizo fue revisar su pulso, lo encontró lento y débil pero lo tenía. Vió el orificio de bala en su pecho. Mo Dhia.
La situación era bastante grave.

Llamó a los paramédicos cuando ingresaron en su campo de visión.
—Aquí. Por favor aquí.

Dejó a los servicios de emergencia hacer su trabajo. No quería ser un obstáculo. La vida de su hermano pendía de un hilo. Y era un hilo muy fino.

Los primeros en llegar hasta donde se encontraba él, fueron Lagartija y el detective.

La chica se acercó y lo abrazó muy fuerte.
—¿Te encuentras bien?
—No. No lo estoy.
Ella y Gael se habían acercado a la ambulancia que se preparaba para ir al centro médico y María E se impresionó al ver la gravedad en que se encontraba su amigo.

Yo me separé para ver al cuerpo cubierto. Me puse guantes para revisar a la joven muerta. La víctima era una joven de tez canela y asumo con una edad que comprendía entre los 20 a 30 años.

Ella presentaba un disparo limpio que perforaba el frente de su cabeza. Muerte instantánea. Le cerré los ojos que aún mostraban el terror de sus últimos minutos.
Seguí analizando su cuerpo en busca de pistas, cuando algo me llamó poderosamente la atención.
Me gire a llamarle la atención a Lagartija pero la encontré junto a Conall cerca de la ambulancia, lo abrazaba antes de que el hombre subiera al carro que transportaba a su hermano herido con rumbo al hospital.
Vi como desaparecía la ambulancia hasta que Maríe llegó y se agachó junto a mi poniéndose los guantes reglamentarios.

—¿Qué haz encontrado?
—Joven de 20 a 30 con un orificio de bala en mitad de la frente.
—Que pena.
—Muy cierto y aquí veo— le muestro uno de sus brazos —, que hubo forcejeo. En su cara tiene la marca de una Palma abierta que según mi vista no es del mismo tamaño que presenta en el brazo.
—¿Crees que fue más de uno?.
—Estoy seguro. También veo esto Maríe y me entristece este hecho, sobretodo por que no fue revisada adecuadamente al darla por perdida.
—¿De qué hablas?—. Moví su chaqueta aún lado y Lagartija se horrorizó. La comprensión le dió de lleno, sus ojos se llenaron de lágrimas—. ¡No!  Mo Dhia.
—Lo siento. Creo que debí ser más cortés contigo. Voy a peinar la zona y tomar declaraciones.
—Gael...La joven estaba embarazada. ¿Cómo pudieron realizar un acto así? Segar la vida de dos personas a la vez.
—Eso lo voy a averiguar. Ven, están llegando tus compañeros y dejémonos a los forenses hacer su trabajo.

Deje a María E. Para irme a investigar.

Kiev se acercó a la joven, junto con Tessa y Brendan. Al cabo de un tiempo llegaron Oscar y sombra. Entre ellos realizaron una conferencia para tomar el curso a seguir. Más tarde me entero que Lagartija le dijo lo poco que sabia.
Tomaron las decisiones del que el comandante se quedara y el resto de los compañeros podían ir al hospital a hacerle compañía a Conall.

Yo estaba interrogando a los curiosos que se habían acercado a la escena y no lograba nada en concreto. Nadie había visto nada.
Se me acercó el comandante a consultar mis conclusiones.
Cuando registramos una conmoción en la puerta del establecimiento. Dos hombres, un joven aparentemente de la misma edad que la joven muerta y un hombre mayor. Este visiblemente afectado.
Pretendían acercarse al cadáver pero Kiev les cortó el camino.
Yo aún seguía escaneando a los presentes y una mujer me llamó la atención. Al verse escrutada por mi, decidió entrar al establecimiento.
Mis instintos despertaron y empecé a seguirla. El Pub a estas alturas ya se había vaciado.
Ya antes al ver llegar a los oficiales, tomé la precaución de indicarles a los uniformados que tomarán los nombres de todos los presentes y sus direcciones para futuras consultas.
¿Quién es la rubia? Y ¿Porqué se alejó al verse presa de mi escrutinio?.

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