Capítulo Ocho

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Amaneció soleado y en el cielo no se veía una sóla nube, el sol era insoportable! cubrí mi ojos con mi mano y aún así rayos de luz pasaban por entre mis flacos dedos, me sentía tan enferma, había amanecido con una **** gripe... Y sol del demonio + gripe = mal humor elevado al cuadrado.

Lo ven? Estaba tan mal que hasta ya estaba involucrando a las matemáticas en mi vida... Cual sería el siguiente paso?

Y lo peor de todo es que era Lunes! Nunca combines las palabras gripe, sol y lunes Nunca!

Creo que he olvidado sumarle a esto que tenía unas ojeras del porte de África!

Porque lloré hasta quedarme dormida.

"Anoche las lágrimas cayeron como lluvia, recuerdo haber sentido que la lluvia curaba las grietas que había en mi corazón, y talvez lloré Porque no quería ser curada, me gustan mis grietas, me gustan Porque al igual que mis rarezas son parte de mi."

Ahora entiendo que dejaré que la lluvia cure mis grietas cuando ellas estén listas para sanar.


Una vez en la escuela, con una cara de enferma borracha y psicópata, entré a mi salón aclarando todos aquellos pensamientos de mi confundida mente parlanchina... La luz de las lámparas me hacían daño, Yo y mis complejos vampirescos....

Todos estaban copiando algo del pizarrón, Pero cuando quise abrir la mochila en buscar de un lápiz me di cuenta de que esta no estaba...

Había olvidado la mochila en el carro!!!!

Ojeras, gripe, sol del demonio, Lunes a la primera hora, y Ahora mi Mochila...

-Mier**

Respiré tres veces... Para no perder los estribos.

Como no tenía lápiz le pedí uno a la maestra...

Fué el peor error que pude cometer.

Bajo la misma pendejadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora