—No te importa —abrí el mueble y encontré el celular de Luke, lo reconocí enseguida por la funda rosada.

—Eh, si me importa. Estás en mi casa.

—No te conzco, no tengo por qué darte explicaciones.

—Creo que si —se encogió de hombros—. Como dije antes, porque estás en mi casa.

—Y yo como dije antes, no te conozco.

Iba a salir, pero él con un golpe en el hombro me hizo retroceder. Guardé el celular en el bolsillo trasero de mi pantalon y lo miré con una expresión seria.

—Soy Joseph ¿tu eres? —preguntó irritado.

Así que él era Joseph, el puto que hace sufrir a Luke.

—Michael, mucho gusto. Tal vez nos veamos otro día y podemos tomar una tasa de té juntos. Ahora, si

me disculpas, tengo algunas cosas que hacer.

Lo empujé y salí de la cocina, subí las escaleras rápido. Podía sentir sus pasos detrás de mi, se escucharon algunas risas en la sala y pensé en Luke, iba a estar solo aquí y yo allá en casa dormido, obviamente hice bien en venir.

—¿Eres el que rompe el culo cada noche a Luke? —preguntó en tono de burla.

Lo ignoré y seguí mi camino por el pasillo.

—Puedo llamar a mamá y decirle que estás aquí, a ella no le va a gustar.

—Puedo llamar a tu mamá y decirle que estás con tus amigos fumando marihuana, a ella no le va a gustar.

—Olvida que hablé contigo.

Reí y lo miré, sin decir nada solo asentí. Obviamente no iba a olvidar esto, claro que no. Abrí la puerta y me encontré con Luke en el baño, se escuchaban las arcadas y sin importarme, abrí la puerta del baño. Él intentó decir algo, pero lo atacaron al arcadas nuevamente. Me arrodillé a su lado y comencé a pasar mis manos por su espalda.

—No intentes hablar —le dije cuando las sacudidas de su cuerpo se detuvieron—. Levantate.

Se levantó y al momento de intentar caminar sus piernas fallaron y estuve a su lado a tiempo para ayudarlo a caminar hasta el lavamanos.

Él se lavó los dientes y luego la cara.

—Lo siento por esta desagradab–

—No digas eso.

Lo atrapé en un abrazo y presioné mis labios en su cuello, intentado calmarlo como lo hice la última vez. Lo sentí relajarse en mis brazos y eso de algun modo me tranquilizó a mi.

—Michael, quiero tomar un baño.

—Te ayudo, no quiero que te rompas la cabeza, estás débil.

—Quiero uno de burbujas —dijo timido—. Y que tu estes conmigo.

—Como quieras.

Dejé un beso en su mejilla y lo dejé sentado en una silla que tenía en en baño. Le puse llave a la puerta de la habitación y volví con Luke. Me arrodillé frente a la bañera y encendí la llave del agua tibia.

—¿Cuál quieres? —le pregunté a Luke mirando su colección de botellas de burbujas.

—Las de canela —señaló el pequeño frasco café.

Tomé el pequeño frasco y puse unas gotas en el agua. Luke me miró sonriendo y asintió cuando le pregunté si ya estaba listo. Le quité la sudadera y pude ver sus marcas nuevamente, luego sus pantalones, quedaron a mi vista los golpes que tenía en su abdomen y piernas. Él intentó cubrirse, pero

Lindas Apariencias |Muke Clemmings|Where stories live. Discover now