capitulo 45

5.4K 251 4
                                    

Los Ángeles.

Voy junto con Logan en aquel taxi que tiene la orden de llevarme hasta el aeropuerto. Tengo mi vista posada en los zapatos cafés gastados del chico que odié tiempo atrás. Estoy mirando por la ventana al igual que él, mientras que lo veo con una mirada realmente aislada, esa mirada que no había visto en este tiempo de conocerlo.
Tiene una pequeña bandita en su frente, con sangre coagulada en ella. Me había dicho que se tropezó y se golpeó por accidente, realmente y nunca creí decirlo... Espero que no esté pasando por algo horrible.

-¿Qué tanto me vez? –Me dice con una sonrisa, al ver que no le quito la mirada de encima.
-Nada, es que... Pienso que ese golpe dolió.
-Sí, y mucho –Baja la mirada, para después subirla y sonreírme de lado-. ¿No estás nervioso?

Demonios, ya no recordaba la razón del por qué estoy aquí. Bueno... Sí la recuerdo, perfectamente.
Suelto un suspiro y sonrío.

-Un poco, no por verla de nuevo si no porque... No tengo idea si le agradará mi presencia.
-Oh... Eso es lo de menos, ella estará encantada.
-¿Cómo sabes eso? Ella ha cambiado, lo he notado.
-Te sigue queriendo, eso no cambió –Suelto un suspiro-. Y sobre lo otro, independientemente si ella cambió, vas hasta el otro lado del mundo para recuperarla, no para solo verla. Recuerda que no sabes cuanta ventaja tenga Eric por delante.
-No menciones a ese idiota, no será obstáculo.
-Jóvenes... -Susurra el taxista y ambos lo miramos de inmediato-. Ya hemos llegado desde hace más de cinco minutos, págueme de una vez.
-Señor, si sigue así se arrugará –Le dice Logan mientras saco mi cartera para darle unos billetes-. Gracias de todos modos.

Bajamos y abro la parte trasera del auto para sacar mi maleta, la cual está totalmente cargada y sin espacio. Ahí tengo la canción de Annie... Y varias cosas más que espero me sean útiles estando en Los Ángeles. Logan tiene mi maleta y nos adentramos al aeropuerto, es ahora cuando mi estómago se empieza a revolver y pienso en lo que pasará en unas horas.

-¿A qué horas es el vuelo? –Miro el boleto, que indica que tengo menos de veinte minutos para estar a bordo.
-En veinte minutos más –Suelto un suspiró, guardando mis manos en los bolsillos de mi pantalón-. Estoy arrepintiéndome de esto, joder.
-No seas nena, se supone que la mariposa aquí soy yo –Se ríe de sí mismo, mientras que me calmo un poco-. Todo va a salir bien. Ahora... Solo tengo veinte minutos para desearte suerte. Recuerda que gastaste seis meses de tu vida para juntar con tanto esfuerzo el dinero que te trajo aquí. No creo que Annie sea solamente una chica más, vas a recorrer el mundo entero para verla, para recuperarla después de hacerle el corazón añicos –Frunzo el ceño-. No hagas ese gesto, es la verdad y tú lo sabes. Ve con toda la actitud, recuerda... Si ella te rechaza al principio sigue insistiendo, no puedes rendirte, no está permitido. No hagas tus escenas ridículas de enojo, porque ahora ella no irá detrás de ti. Bien... Espero que tengas buen viaje y con suerte nos volveremos a ver en una semana –Sonrió al igual que yo. Tomé su mano y lo abracé-. Ve, y abrázala fuertemente de mi parte.
-Lo haré... Amigo –Tomé su hombro, dándole unas cuantas palmaditas en su espalda.
-¿Cómo me llamaste?
-Amigo, eso eres desde hace cinco meses –Sonrió-. Gracias, Logan.
-A ti.
-Cuídate y cuida tus pies al caminar... -Ríe, asintiendo.

Tomé mi maleta y no tardaron en vocear mi vuelo. Bajé las escaleras y al estar en las escaleras del avión, vi a Logan pegado a la ventana. Prácticamente todo lo que está pasando justo ahora es gracias a él ya que no podría haberlo hecho solo. Nos despedimos con la mano y entro al avión, deseando que mi asiento sea junto a la ventana. No es así y comienzo a molestarme, pero lo ignoro y cierro los ojos... Será un largo viaje. Aun así, empiezo a cantar bajito la canción que Annie me ha escrito, me resulta casi imposible no sacarla de mi pensamiento, la letra... Sus exactas y directas palabras hacen que me arrepienta de lo que hice en el pasado. De un día para otro, he notado un gran cambio en mí. Y uno de ellos... Es que me enamoré de la persona que jamás creía enamorarme algún día.

(...)

-Joven, es momento de bajar... Ya llegó a su destino –Tallo mis ojos pesadamente y asiento, levantándome de mi asiento. Al bajar me acerco a un lugar donde tienen todas y cada una de las maletas, cojo la mía y camino rápidamente hacia la calle con la esperanza de que no sea tan tarde, enciendo mí teléfono y veo la hora, seis cincuenta y siete de la noche. Suelto un suspiro ahogado, es tarde... Pero no tan tarde ¿Me explico?
Camino hacia la calle y tomo un taxi que está esperando en la entrada.

-¿A qué hotel, joven?
-Oh no... Tengo que ir a una casa, ¿Puede llevarme a esta dirección? –Le entrego el papel que tiempo atrás me había dado Logan y el señor asiente, pisando el acelerador del auto. Saco mi teléfono del bolsillo y comienzo a teclear algunas palabras.

"He llegado, estoy camino a su casa y... Mierda. Estoy jodidamente nervioso" –Envío, esperando respuesta de... Mi amigo.

A los minutos, responde.

"Me alegra mucho, ahora estamos tan lejos y... Comienzo a sentirme solo. Estoy en casa de mi abuelo, porque mi madre me ha echado una vez más. No he dormido esperando a que llegaras, ahora que ya lo hiciste... Me largo a dormir.
Pd: No le digas nada a Annie sobre lo de mamá, no quiero que se entere que me volvió a echar ¿Bien?"

"Logan... No te preocupes por eso. Odio la palabra Homofobia. No es una fobia, tus padres no tienen miedo de nada, solo son unos imbéciles que no quieren tener que avergonzarse de su propio hijo. Ahora... No te sientas mal, no deberías de huir, demuéstrales que no importa lo que digan, ya que tú siempre seguirás siendo feliz" -Envío, sin recibir respuesta alguna.

Veo que el taxista me ve a través de su retrovisor y desvío la mirada.

-¿Falta mucho para llegar? –Le preguntó y niega con la cabeza.
-No mucho, tiene cara que ha hecho algo malo y quiere repararlo.
-Pareciera que así fuera.
-¿Una chica, amigo?
-Sí.
-Tsss, eso sí que es terrible.
-No tanto, fue mi culpa.

Y aquí estaba yo, contándole mi historia a un taxista. Nunca creí que eso fuera a ser posible, pero lo es.

-¿No eres de aquí?
-No, vengo del otro lado del mundo.
-¿Cuál es tu nombre?
-James.
-¿Y el de ella?
-Annie, bueno... Annet.
-James y Annet, suena bien –Rio ante su suposición.
-Supongo –Me encojo de hombros.
-Joven, hemos llegado. Al parecer esa es su casa, aquí dice #1008 –Me enseña el papelito y efectivamente, ese es el número-. Mi trabajo aquí termina, buena suerte señor J.
-Gracias...
-¿Le ayudo a bajar su equipaje?
-Por favor.

Bajamos al mismo tiempo y, puedo notar que estoy totalmente arrepentido. ¿Cuál será la casa de Eric? ¿La del lado izquierdo o derecho? El señor taxista me entrega mi maleta y mientras que me muero de sueño, le pago por haberme traído hasta aquí. Estoy a unos cuantos escalones para volverla a ver después de seis meses. Camino lentamente y subo esos tres pequeños escalones eternos. Suspiro profundamente y sujeto fuertemente mi maleta.

"Estoy frente a su puerta, no puedo hacerlo... Pero tengo qué. Y tú... Muy dormido, que cómodo" –Le envío a Logan, sin intenciones de esperar una respuesta.

Al fin, me atrevo a tocar su puerta con mis nudillos. Mi estómago comienza a dar brincos y veo como lentamente la manija de la puerta comienza a girar. La puerta se abre y veo a una señora, casi idéntica a Annie.

-Buenas noches –Me saluda, evaluándome de pies a cabeza.
-Buenas noches –Trato de sonreír mientras titubeo-. ¿Aquí vive Annie?
Asiente-. ¿Y tú quién eres?
-Me llamo James, señora.

Una sonrisa aparece en su rostro y no sé precisamente si debería de sentirme aliviado.

-¿Sí está Annie? –Insisto.

Su madre cierra la puerta y sale de la casa, hablándome bajito.

-Ella está aquí, está en su habitación. Tuvo un día pesado, bueno... Eso fue lo que ella me dijo, está dormida desde hace rato y... Sé exactamente quién eres tú, muchacho. Me ha contado mucho sobre ti –Eso hace que mi subconsciente me dé palmaditas en mi espalda-. Puedes pasar a verla, antes de que llegue su padre.
-Oh... Muchas gracias.
-Te ayudo con la maleta, cariño.
-Gracias.

Toma de ésta y la coloca recargada en una pared. Mientras que camina hacia la cocina.

-¿Dónde es su habitación?
-Arriba, a la izquierda –Sonríe y me doy cuenta, que es la misma sonrisa de Annet. Absolutamente todo su hogar huele a ella. Camino escaleras arriba lentamente, no puedo creer que ya esté aquí y solo estoy a unos cuantos pasos de volver a verla. Tomo la manija y la hago girar, tratando de hacer el menor ruido posible. La luz está apagada y trato de buscar el interruptor con mi mano rozando las paredes. Lo encuentro y... Lo enciendo. Miro a mi alrededor y veo paredes rosas, una cama y en ella... Está Annie, abrazando a Pablito. Una sensación inexplicable me llena el pecho y me siento al borde de su cama. Me acerco, tratando de contemplarla sin saber que reacción tendrá más delante. Veo que sus ojos están húmedos y me doy cuenta inmediatamente que se ha dormido llorando. No tiene mucho tiempo dormida. Frunzo el ceño y me quedo ahí... Esperando a que despierte. Comienza a moverse y se estira para después tallarse los ojos. Pestañea un par de veces y al ver que no soy un holograma, su respiración se comienza a cortar al igual que la mía.

-Annie... -Alcanzo a decir y me acerco a ella, pero retrocede.
-James –Lleva una mano a su boca y me evade. La tomó de las manos y me abalanzo sobre ella, abrazándola fuertemente. Suelta un quejido y me retiro rápidamente-. ¿Fue muy fuerte? –Reí bajito, provocando que ella se encoja de hombros-. Lo siento.
-No es nada, es que... He hecho ejercicio y me duele todo el cuerpo.
-Ahora entiendo.

Un silencio incomodo se apodera de la habitación y recuerdo a Logan al instante diciéndome que no puedo enojarme.

-¿Por qué estabas llorando? Veo que aun tienes a Pablito.
-¿Por qué ya no lo tendría?
-No lo sé.
-James... ¿Por qué ahora? –Mi mente queda en blanco y todo lo que quiero decirle llega al instante en mi cabeza. ¿Qué demonios puedo decirle? Me mira inquita, esperando una respuesta.

��������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������7T91UE7pxg+VeY5fahyv6fcnkNEHoBo2lpu38rMwf0pr9Fqad7XaYghTpOFAs+0WMlHEIo0nwU09f9vHaOC/O3WNnuzoatryGgFn76sE8f8O9M41Fs54ButGRQZGsN2KUa5nqRAUdUc2L2Ro/dfynNAZgBwaqUTR9f1Er6jJ1EoYUqxh0KY7UFIGetdruw0KUbrq3wBLzxUG1hkVl9OUcaAwD2R5lTBkdzUrorGrGDHM5q9aXmnbBv8wAD+PwL8iaoewwXnev6OmiXCqYa63jH/wCfTZ87+hoZis5DcokpLKkTnpFGPNLhmS5wLWLPiHoC/mEDE93lBvlWJvOoA5X4tVgjDXi741QTtLl+rTYXbtJdMu6AYKa5boRWs6FKiQYW2mA7F0n29RG+AxKWqZr6mrbn1SkgqTI3z6/Ld1gttTGFOn12zI96YbOUqY1DTWQv2UGyJs3sml/oSLc2Dpx/v8PFNsfUyKDAQA=","variations_last_fetch_time":"13085723681093500","variations_permanent_consistency_country":["45.0.2454.85","mx"],"variations_seed_date":"13085723185000000","variations_seed_signature":"MEYCIQC8KzQICgcFXPum5L/1RBAmoC/VY9YP3vorqLy2tTyIxQIhAIPO9bXqZCYLuwO8IoDyjrkT3XtjrlMlHwAdiLjShtZR","was":{"restarted":false}}

Through the dark ✓©® Ganadora Watts 2005Where stories live. Discover now