capitulo 31

6.3K 311 34
                                    

Has cambiado.

-Quiere decir que mi decisión es estar contigo pase lo que pase, aun así esta Elisa.
Su mirada cambió totalmente, como si le gustara lo que oía-. Niña... -susurró-. ¿Estás hablando en serio?
-Sí, si lo digo es por algo ¿No? –sonrió y definitivamente comenzaba a dejar de ser dura con él.
-Esa es mi frase... -bajó la mirada para de nuevo subirla directamente hasta mis ojos, con una sonrisa de lado la cual hacía que perdiera el control dentro de mí. Quizás era un plato de segunda mesa en su vida, pero si esta era la única forma... no me quedaba nada más-. Solo quiero aclararte... que no somos amigos con beneficios.
-¿Entonces que somos?
-Tú y yo... nos gustamos, mutuamente. Los amigos con beneficios no se gustan el uno al otro ¿No? –Asentí.
-Debo admitir que esto no es de mi total agrado –bajé la mirada, mientras me dirigía a la sala-. Ven, siéntate –se sentó a mi lado, observándome con atención-. Solo quiero que me prometas que... si Elisa se llega a enterar de esto yo... es decir, me entiendes ¿No? No soy la única que está involucrada en esto.
-O sea que... ¿Quieres que le diga que todo esto fue mi idea?
-No tanto así... pero no quiero que me dejes sola en esto.
-Annet escucha... En la escuela y en donde sea que me encuentre junto a ella y tu presente, actuare como si no existieras. Cuando tú y yo estemos solos, será totalmente diferente. No puedo prometerte lo anterior, tú... -suspiró-. Solo quiero tener a alguien cuando me sienta solo –Aquel nudo en la garganta no tardó en aparecerse, odiaba esto... lo odiaba con todo mi cariño-. Oh no llores... por favor, te he dicho que odio que llores.
-¿Y cómo quieres que este? –Le dije, mientras que podía sentir como una lágrima estaba lanzando amenazas de querer salir por mi ojo derecho-. Quizás para ti sea fácil todo esto... Pero, para mi es simplemente una tortura la cual me gusta.
-¿Segura que quieres esa decisión? Saldrás lastimada, no seas tonta.
-Solo queda en mí, así que no importa –me levanté-. Ve a tu habitación, te prepararé hot cakes.
-No necesitas...
-Sí, lo necesito. Quiero agradecerte por cuidarme la vez pasada, aunque yo no me iré gritándote que me haces perder el tiempo –me encogí de hombros-. Me gusta perderlo con la persona indicada.
-En serio eres tan... cursi –se levantó-. Y gracias, te esperaré en mi habitación –asentí-. ¿Si la recuerdas?
-Sí –sonreí, limpiando mis lágrimas.
-Ya no llores... Estoy enfermo y odio estarlo, por lo menos ahórrate las lágrimas o me harás enfurecer ¿Entendiste?
-Ya entendí, no seas amargado –solté una risita.
-No lo soy, es solo que no resuelves nada llorando... Ya te lo había dicho. Luego te darás cuenta que tengo razón, niña.

Solté un suspiro mientras observaba como caminaba sin mirar atrás hasta su habitación.

(...)

-¿Acaso fuiste chef en tu vida pasada? –rio bajito.
-¿Por qué lo dices? –sonreí, marcando esos hoyuelos en mis mejillas.
-Es lo único que me gusta de ti.

«Vaya cumplido»

-Creo que también es lo único que me gusta de mi –sonreí, tímidamente desviando la mirada.
-¿Por qué lo dices?
-Por nada en especial –me levanté de la orilla de su cama-. ¿Ya puedo dejar el plato en la cocina?
-No, siéntate. ¿Qué es eso de que es lo único que te gusta de ti?
-En serio, nada –tomé su plato y tomó mi muñeca sin siquiera importarle que el redondo vidrio callera en su sabana-. ¿Qué?
-Sé que no solamente es un "nada en especial" –me imitó y reí bajito-. ¿Qué pasa por esa hueca mente?
Me encogí de hombros-. Nada, en realidad.
-No te creo ni la mitad, no seas así y dime.
-¿Nunca te has preguntado por qué siempre estoy contigo a pesar de que seas cómo eres?
-Sí, pero me da pereza esperar la respuesta.
Reí-. Eso es porque estoy acostumbrada a hacer estar sola –me miró incrédulo.
-¿Y qué? Yo también y... -lo interrumpí.
-A diferencia de ti, es que a mí no me gusta estarlo. Te encontré a ti y a Logan... -sonreí mientras que el giraba los ojos.
-¿Acaso siempre tienes que meterlo a él en la plática siempre?
-¿Qué tiene de malo? –Me cruce de piernas, con mis manos entrelazadas.
-Sabes que no me agrada.
-A mí tampoco me agrada Elisa y siempre mencionas que es mejor que yo.
-Y tú siempre me dices que Logan te comprende, no como yo lo hago.
-¡Tú nunca me comprendes! Solo digo la verdad –lo miré con el ceño fruncido.
-¿Y acaso tú me comprendes a mí? –Hasta la pregunta ofendía-. ¿Por qué me miras así?
-Cállate.
-Annie... -susurró-. Mírame.
-No quiero, cállate.
-¿Por qué no?
-Tu pregunta me ofende.
-¿Qué fue lo que dije?
-¡¿Hablas en serio?! ¡No me hagas pegarte con un pan duro!
-¡No tengo pan en casa así que enójate lo que quieras!

Quité mi tenis, y lo le deposite un golpe en el hombro.

-Quizás no un pan, pero un tenis sí.
-Huele a queso badonga.
-¿Qué es el queso badonga?
-Es un queso que huele...
-¿A flores? Lo sabía.
-¡Horrible! ¡Con H mayúscula!
-¡Hey! Deja mis piecitos.
-Los bautizo como... el pie badonga –rio.
-Ya basta –hice un puchero-. Tengo sueño.
-Deberías de estar en la escuela, niña desobediente.
-Quería ver como estabas.
-¿Y por eso llegaste tan molesta?
-De acuerdo, en ese momento quería ahorcarte.
-Me hablaste muy feo.
-Compréndeme... me entere de algo muy feo también.
-Elisa no debió decirte eso maldición... yo te lo iba a decir.
-No te preocupes, eres su novio y... se preocupa por ti.
-Supongo –sonrió-. Es una linda persona cuando la llegas a tratar lo suficiente.
-Nunca la trataré, me odia ¿Acaso no lo ves?
-No te estoy diciendo que la trates, es obvio que no puedes hacer eso –torcí la boca-. Y pensar que hace un momento estabas a punto de llorar –negó con su cabeza-. ¿Vez ahora que es mucho mejor cuando lloras?
-Vas a hacer que me haga una total desalmada sin escrúpulos –reí.
-Pero al menos te haría una persona fuerte –sonrió, con sus hoyuelos los cuales no veía muy seguido.
-Quizás, pero ¿Prefieres verme llorar de vez en cuando para demostrarte que tengo sentimientos hacia ti, o solamente quieres que me haga alguien sin sentimientos? Porque sí, prácticamente ya no los tendría ¿No?
-Preferiría tener que ahorrarme verte tan débil, eso es para mariquitas... Llora cuando tu vida corra peligro, no por un muchacho ni por una muchacha, bueno... muchacha en mi caso –reí.
-Vas a ver que cuando menos te lo esperes... seré una persona totalmente diferente.
-Eso espero, porque sigues igual desde el primer día.
-Quizás... pero hay algo que me alegra aquí... -sonreí, mientras que el levantaba una ceja confundido.
-¿Qué cosa?
-Tú ya no eres tan grosero conmigo y... te gusto ahora.
-Oh por todos los cielos... cierra la boca.
-Te quiero –le dije y me miró sin ninguna reacción en su rostro. Sonreí y me acerqué a él para abrazarlo y después dejar mi mejilla reposando en su pecho, mientras que acariciaba mi cabello.
-Yo no... -susurró, para después soltar una pequeña risita-. Yo no tanto...

���������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������

Through the dark ✓©® Ganadora Watts 2005Where stories live. Discover now