Through the dark ✓©® Ganadora Watts 2005

capitulo 17

Mi cumpleaños, el día más atento.
Los nervios me estaban consumiendo por dentro cada vez más, ¿Dónde demonios estaba la cámara? Esto definitivamente tenía que ser una broma. Él seguía ahí... esperando a que me hiciera a un lado para que pasara. Lo hice sin decir ninguna palabra.

-¿No lo aceptarás? -dijo entregándome el oso, lo tomé-. Feliz cumpleaños.
-¿Qué haces aquí?
-¿Vine a verte?
-Sí pero... ¿Por qué? Tú no sabías que yo cumplía años.
-Lo sé pero tu amigo el chico que siempre está contigo con sonrisa de idiota me lo dijo.
-Se llama Logan.
-Cómo sea. ¿Qué tenías planeado hacer hoy?
-Nada, absolutamente nada.
-Que aburrida.
-James... ¿Te puedo pedir un regalo de cumpleaños?
-No me pidas otra cosa, ya te regale el oso ¿Qué más quieres niña?
-Yo quiero que todo este día seas... amable conmigo, no quiero que me insultes ni hagas malos comentarios.
-¿Me lo dices así de fácil? Eso no va conmigo...
-Sí, por que quisiera tener un día contigo sin pelear y sin insultos, como la vez que fuimos al taller de cocina ¿Lo recuerdas? Imagina que soy Elisa entonces.
-Bien, solo hoy.
-¡Gracias! –lo abracé, el por fin correspondió a mi abrazo-. Es extraño esto.
-Cállate, no me hagas arrepentirme –reí-.
-Ya vuelvo, me arreglaré y... llevaré a Pablito a mi habitación.
-¿Quién jodidos...?
-Eit... no malas palabras.
-¿Quién en Susano juicio es Pablito?
-Mucho mejor –reí-. Es el osito que me regalaste.
-Que nombre tan... -lo miré desafiante-. Lindo.
-Lo sé –sonreí-. Ya vuelvo, no tardaré mucho.
-Está bien esperaré viendo un poco de televisión y comiendo nieve.
-¡No te atrevas a tocar la de nuez!
-Compárteme tantito ¿Sí?

Maldición... Comenzaba a ser amable y yo ya estaba nerviosa. Me quedé quieta y lo miré fijamente mientras que él hacía pucheros para que yo acceda a que comiera un poco de mi nieve de nuez. Suspiré y traté de calmarme dentro de mí. Él seguía con esa misma cara y yo miraba al suelo, no podía verme pero estoy segura que me veía ridícula. No sé que me sucedía, yo quería decirle que sí pero la nieve de nuez es sagrada para mí...

-¿Y bien? –volvió a preguntar.
-Come toda la que quieras, ya vuelvo –dije retirándome nerviosa de ahí.

Corrí hacia mi habitación y coloqué a Pablito en mi cama. Me bañé rápidamente y no me maquillé, salí a ver qué estaba haciendo James pero él estaba en el sofá con los brazos cruzados, al salir me miró de arriba abajo.

-¿Por qué no te maquillaste?
-No tenía muchas ganas de maquillarme.
-Yo quiero maquillarte, quiero saber cómo se usan esas cosas... ¿Puedo?
-¿Quieres maquillarme?
-¿Es difícil?
-No mucho, pero tengo miedo que me dejes como a un payaso –el rio.
-Prometo no dejarte tan... horrible.
-Está bien... ya vuelvo iré por mi maquillaje.
-No lo traigas, vamos a tu cuarto, es mucho más cómodo.
-Ven, trata de no perderte en esta mansión –reí-. Pasa.

James entro a mi habitación y se sentó en mi cama junto a Pablito, saqué mis maquillajes del cajón y comencé a colocarlos en la cama.

-Mira... esta es el corrector y sirve para tapar las ojeras.
-Aja...
-Esta es la base y el polvo, estas tres cosas de verdad hacen milagros.
-Ya lo creo... -reí.
-Las sombras vendrán después, primero ponme estas tres.
-Bien... empecemos –tomó el corrector-. ¿Y esta cosa como se pone?
-Solamente ponla debajo de mis ojeras.
-Me lo voy a terminar.
-¡Tonto! –Reí-. Anda, ponlo.

James aplicó el corrector nada delicadamente debo admitir.

--Listo, ahora con tu dedo difumínalo.
-¿No te va a doler?
-No duele no seas menso.
-¡No me insultes blablabla! –me arremedo.
-Lo siento –reí, comenzó a difuminar el corrector-. Bien, ahora va la base y después el polvo.
-¿Entre más cantidad mejor?
-Sí, pero no me gusta tener tanta cantidad en mi cara.
-Bien... -comenzó a ponerla en mi rostro-. ¿Así? –Asentí-. Es divertido.
-Creo que sí... -reí.
-Ya, ¿Ahora sigue el polvo? –Asentí-. Yo sé cómo se pone, no me digas.
-Está bien... sonreí.
-Ya, ¿Ahora?
-Toma la sombra que más te guste.
-¿Puede ser del mismo color de tu blusa?
-De preferencia no, pero toma el color que a ti te guste.
-Mmm ¿Qué tal... este doradito?
-Me parece bien –sonreí- solo ponlo en esta parte –le señale donde- Luego te explico lo demás.
-¿Así está bien? –Me miré al espejo y asentí-. No es tan difícil como pensaba.
-No lo es –sonreí-. Ahora sigue el rímel...
-¿Es la cosita que tiene como un cepillito cierto?
-Así es, ten mucho cuidado con ese porque si me manchas el parpado la sombra se verá fea.
-Tendré mucho cuidado.
-Así como lo estas poniendo esta... ¡Ahhhh!
-¿¡QUÉEEE!?
-¡Mi ojo!
-¿Te piqué el ojo?
-No –reí.
-¡Ay que tonta me asustas idiota!
-¡Hey!
-Perdón, pero si me asustaste, te daré betabel.
-No quiero muchas gracias –reímos.
-¿Ahora que sigue?
-El labial...
-¿Y de qué color te gusta?
-Tú escógelo.
-Mmm quiero este –me enseñó uno rojo-. ¿Qué tal si lo hago mal?
-Tú solo ponlo en mis labios y no te pases de la línea.
-Bien... -se acercó y su mano comenzó a temblar-. Tranquilízate parece que tienes parquin son.
-Nunca había hecho esto cállate.
-Mira –tomé su mano y comencé a pintar mis labios-. Así de fácil es ¿Lo ves?
-Tú ya tienes experiencia en eso.
-Listo, ya estoy lista.
-No es cierto, te falta esa cosa que se ponen en las mejillas.
-¡Oh cierto! Se llama rubor o blush.
-Esa cosa... ¿Es este rosita que está aquí?
-Sí, ponlo en mis pómulos –lo hizo y miré su rostro, parecía muy concentrado.
-Ya, ya estas lista.
-¡Wohoooo! Hay que tomarnos una foto ¿Sí?
-No me gustan las fotos...
-Solo una, anda.
-Está bien.
-¿Se podría en tu celular?
-Sí...

James sacó su celular y comenzamos a tomarnos fotos, según él tomaría solamente una pero tomamos más de diez, me estaba gustando este día.

-¿Y ahora que quieres hacer? –pregunté.
-¿Juego de preguntas?
-Estaría bien... empieza.
-Mmm...
-Tu cama esta dura, creo que le falta uso –lo miré seria y mis mejillas comenzaron a arder-. ¿Qué?
-¡Te estás imaginando cosas! ¿Verdad atrevido?
-¡No me imaginé nada tú tienes la culpa por tener una cama tan dura!
-¡O sea que si te imaginabas cosas!
-¡Ay que no estaba imaginándome nada!
-¡Claro que sí!
-Estábamos en los juegos de preguntas.
-Bien, mmm... ¿Podrías contarme un poco de... Elisa?
-Annie...
-Por favor, quisiera saber un poco.
-Bien... solo porque es tu cumpleaños –susurró-. Ella... es mi punto débil desde hace muchos años, la he seguido viendo desde que salí de facultad, me gustaba desde que entre a la preparatoria, pero solo es mi amiga.
-Oh... yo... yo soy tu amiga y no me tratas así.
-Eh... me toca a mí, cuéntame de Eric.
-Él me gustaba, era mi vecino cuando vivía en Los Ángeles y... él no sabía de mi existencia, quizás si me veía de vez en cuando pero... no sabía mi nombre, no me hablaba. Pero a mí me gustaba mucho, solo podría decir que me llamaba la atención porque nunca hable con él.
-O sea que... ¿Ya no te gusta?
-No, no lo sé... no lo he vuelto a ver.
-Entiendo –suspiró-. ¿Quieres comer algo?
-¿Duro tan poquito este juego?
-Lo lamento, tengo hambre.
-¿Pedimos algo de comer?
-Sí, estaría bien –sonrió-. ¿Hamburguesa?
-¡Sí! De Carl's Jr.
-Bien... creo que tenemos que ir a pedirla, no tienen servicio a domicilio, voy yo tu quédate aquí.
-Sí –sonreí.
-¿Qué hamburguesa quieres?
-Western Bacon BBQ, pide doble queso ¿Sí?
-Está bien, ya vuelvo.

James salió la puerta y yo... Dios mío... el mejor cumple años de todos.

-

-Me gusto mucho mi cumpleaños... gracias por haber venido –sonreí.
-Yo también me divertí tengo que admitirlo, aunque casi me ahogo con una papa por tu culpa pero te lo perdono.
-¡Fue un accidente! A parte me debías eso por lo que paso con el betabel.
-Dios... -rio-. Ya me tengo que ir.
-Sí... -miré hacia el suelo.

James me miraba a los ojos y después a mis labios, Dios mío sabía que trataba de decirme. Tomó mi muñeca y me acercó a él rápidamente, en cuanto menos me di cuenta sus ojos estaban cerrados y yo lo miraba... sentía sus labios moverse sobre los míos. Esas mariposas aparecieron en menos de un segundo, cerré los ojos y rodeé mis brazos sobre su cuello, el beso era dulce y suave... lo estaba disfrutando, de verdad lo hacía. Acariciaba su cabello mientras que él me tomaba de la cintura, mordió mi labio inferior y me estremecí, al segundo nos despegamos para luego mirarnos a los ojos, ambos estábamos algo... ¿Confundidos?