capitulo 20

7.1K 419 9
                                    

Primera canción para James.

-¿Viste como la miraba? –Suspiré-. Sí la quiere Logan... -cubrí mis piernas rodeando mis brazos.
-Es demasiado imbécil, se hace llamar hombre rudo y es un marica con una chica que solo juega con él.
-Él no lo sabe, por eso actúa así.
-No se lo digas... recuerda que tienes que esperar el momento correcto.

Suspiré de nuevo, pesadamente. Definitivamente todo es mucho más fácil cuando no te gusta absolutamente nadie. Aun más fácil cuando el chico que quieres es un testarudo, orgulloso y altanero.

-Logan...
-¿Eh?
-Le he escrito una canción a mitad de la clase.
-¿En verdad? ¿Puedo verla?
-¿Prometes no llamarme cursi?
-Sí yo te contara sobre mis amoríos y del como soy... créeme que me verías raro.
-¿A qué te refieres?
-A nada, nada en especial. ¿Sí puedo leerla? –Suspiré, por enésima vez.
-Bien... está detrás de la libreta –se la entregué-. Aun no tiene música, pero planeo que pronto la tenga.
-Quiero ayudarte.... ¿Sí?
-Bien...
-Comienza, cántala.

Inhale fuertemente, tragándome mis propios nervios.

-Mírate, mírame... mira lo que podríamos ser -suspiré-. Quiero saber quién eres, que quieres de las estrellas. Cada vez que te veo apenas puedo decir algo, mi cabeza empieza a dar vueltas y me dice que te quiero. Cada vez que me miras puedo volverme loca pero no lo digo, no lo haré porque prefiero estar sola que perderte. Todo lo que realmente quiero hacer es estar junto a ti, pero estoy muy cansada de pelear. Podría decirte ahora –bajé mi rostro, con mi barbilla hundiéndose- Pero bebe... no importa. Todo lo que realmente quiero decir es que te necesito... -Comencé a llorar, sin importarme... seguí cantando- ¿Como podrías entender? ¿Qué pasa si me rechazas Y todo se torna azul y gris? -cubrí mi rostro en mis manos.
-Annie si quieres podemos detenernos...
-Y solo deseo que te dije "no importa"... podría decirte ahora, pero bebe... no importa.

Tomé a Pablito entre mis brazos, depositándole un fuerte abrazo.

-Esa canción... significa mucho para ti.
-Más de lo que te imaginas... -sollocé-. Eso me pasa por no tener novio –reí, burlándome de mi misma.
-No seas tonta, Annie... -me dijo Logan, con una sonrisa-. Estoy seguro que él algún día la escuchará y caerá a tus brazos diciendo "Oh perdóname, eres el amor de mi vida" –Él reía, mientras imitaba su voz.
-No es gracioso.
-Lo siento –palmeo mi espalda-. Se fuerte, no te la puedes pasar todos los días llorando por un idiota que es usado, él se dará cuenta que ella no vale la pena. Viniste aquí a terminar tu carrera, no a llorar por un idiota.
-Tienes razón, siempre la tuviste... maldito.
-Bien... ahora límpiate esas lágrimas y salgamos a matar el tiempo.

-

-¡Cómo es posible que puedas hacer eso! –Le grité a Logan, mientras reía- Yo no puedo mover las orejas, eres raro –reí.
-Es un don señorita... -rio.
-Yo no tengo ninguno –admití.

La puerta de casa sonó, dejando a mi estomago vulnerable para sentir de nuevo esos nervios. ¿Quién más podría ser? No conozco a nadie más, solo a James, Logan y... Elisa.
Logan está conmigo, Elisa... ¿Por qué me visitaría? Y James... Demonios, James.

-Espérame en el cuarto... por favor –le susurré a Logan, él asintió levantándose rápidamente hacia mi habitación.
-No hagas nada estúpido –asentí, nerviosa.

Abrí la puerta, suspirando. No me equivoqué, él estaba ahí... de pie, con las manos en sus bolsillos. Mirando hacia el suelo.

-¿Qué se te ofrece? –pregunté, duramente.
-¿Me dejas pasar?

De nuevo... siendo amable, corazón por favor... deja de latir tantas veces, te saldrás de su lugar. Suspiré y me hice a un lado, él pasó... sin mirarme a los ojos. Se sentó en el sofá, yo lo imité... a su lado.

-¿A qué se debe que vengas aquí tan noche?
-Si quieres me voy –me dijo, levantándose.
-No... -lo tomé del brazo, para que se sentara.
-¿Aun esta el otro imbécil aquí?
-No... ya se ha ido –Mentí, nerviosa.
-Bien... yo... Ogh qué difícil es esta porquería.
-¿De qué estás hablando?
-Lamento hacerte pasar un mal momento. Listo, ya lo dije –se cruzó de brazos.
-Oh... te refieres a eso –sonreí, falsamente-. No te preocupes, te entiendo.
-¿Cómo es que tú me entiendes y yo no logro entenderte ningún puto día?
-No te culpo, lidiar con una chica como yo creo que es desesperante ¿No? –Me encogí de hombros-. No te preocupes, es tu novia y yo... comprendo.
-No es que... maldición, Annie. ¿Enserio eres así? -se enderezó, mirándome a los ojos.
-¿Así como?
-¡Así! Tan... tranquila y... Dios, tan... tan... ingenua –tomó su cabeza entre sus manos-. Inofensiva... tierna.
-Sí, así soy... supongo –sonreí.
-¡Lo vez! Luces tan tranquila, no te entiendo.
-Eso es porque no tengo por qué alterarme. A pesar de que seas así conmigo, yo... te aprecio, mucho.
-Annie de verdad...
-Si quieres que sea diferente, te digo de una vez que no pienso serlo.
-No es eso... es solo que... me desespera que seas tan... pasiva. Elisa puede insultarte y... ¿Tú no le dirías nada?
-Solo la dejaría pasar desapercibida.
-Le aventaste a Pablito.
-Ah... -reí-. Lo siento.
-¿Sabes algo? No soporto verte llorar.
-¿Eso que tiene que ver en el tema? –desvié mi mirada, incomoda.
-Elisa te vio llorar en la escuela, no dejaba de... hablar porquerías de ti –Suspiré-. Cuando llegué a tu casa, estoy segura que estabas llorando ¿Cierto? –Asentí-. Deja de ser tan llorona ¿Quieres? Ya te dije que no resuelves nada llorando.
-Lo sé... no hace falta que lo digas.
-Entonces ya... deja de hacerlo, joder.
-¿Por qué siempre estás de mal humor?
-No lo estoy, tú me pones de mal humor.
-¿Yo?
-Sí, tú... con tus cosas tan... absurdas.
-En ese caso, yo debería de estar de mal humor todo el tiempo. Trajiste a Elisa a casa, ¿Qué persona trae a su novia a la chica que...?
-¿Qué, qué?
-Nada pero... era algo indebido.
-Me tienes harto con tus quejas.
-No son quejas, es simple sentido común. No te enojes...
-No estoy enojado.
-¿Ah no?
-No.
-Bueno... -suspiré-. ¿Por qué decidiste venir a verme?
-No vine a verte, solo quería aclarar eso contigo.
-Me gusta que me visites de vez en cuando –sonreí-. Aunque casi nunca lo haces.
-¿Por qué te gusta eso? No le veo lo bonito.
-Me agrada tu compañía... -Le dije, tímidamente. Él suspiró jugando con sus dedos-. No lo sé...
-¿Por qué?
-No sé, solo sé que me gusta estar contigo.
-Oh... Oye... Mañana, em... ¿Puedo venir en la tarde?
-¿Y Elisa?
-No le diré, no tiene por que saber.
-Mmm... bien –sonreí-. ¿A qué horas quieres venir?
-Ya sabes que no tengo por qué decirte la hora, no tengo hora pero llegaré en cualquier momento así que más vale que estés aquí cuando llegue.
-Está bien –sonreí, más que contenta-. ¿Qué haremos?
-No lo sé, te invito una nieve ¿Quieres?
-¿En verdad? –Bufó-. Lo siento... -reí- "Si te lo digo es por algo" –le arremedé.
-Exacto –rio, Ay... Su sonrisa me encantaba-. Bueno... Ya me tengo que ir.
-Esta... bien –suspiré, mirando hacia otro lado.
-¿Annie? –volteé.
-¿Man....?

De nuevo. Lo hizo de nuevo. Recargaba parte de su pecho en el mío, mientras que yo... de nuevo, me quedé totalmente quieta esperando a que el terminara el beso. Esto estaba mal... pero a mí me gustaba. Jugueteó con mis labios un par de minutos, no fueron más de dos... Pero yo sentí como si fuera una eternidad. Cuanto quisiera... que él verdad sintiera algo y no solo lo hiciera por hacerlo. Yo sabía perfectamente que tenía novia y posiblemente solo lo haga para retenerme con él, pero ¿Saben algo? Me importa un comino. Mordió mis labios y fruncí el ceño, mirándolo fijamente.

-Esta vez... no fue un impulso, Annie.

Se levantó, dejándome sentada en el sofá totalmente confundida. Hace unos momentos lloraba por una canción la cual escribí para él, y ahora... sentía felicidad por doquier.

-¿Qué fue eso? –salió Logan de mi habitación, con sus manos cubriendo su boca.
-No lo sé... -susurré.

Through the dark ✓©® Ganadora Watts 2005Where stories live. Discover now