capitulo 23

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Preocupado inconscientemente.



-Bien, cuando llegue de la escuela te dejaré en tu casa. Pero tendrás que esperarme, así que no seas terca y espérame aquí.

-Yo puedo irme caminando.

-Ya te dije que no. Y ya me meteré a bañar, no quisiera dormirme de nuevo y que se me haga tarde, espérame aquí.

Annie-.

Y ahí me quedé en su cama, esperando a que el saliera de ducharse. Me dolía el cuerpo y me sentía sumamente débil. A los largos minutos salió James ya vestido y con su cabello mojado entre los ojos.

-Así que ese es el secreto para tener así tu cabello... -susurré, sonriendo.

-Creo que sí.

Tomó su perfume y se colocó casi creo la mitad de éste, es por eso que él olía siempre a perfume, se lo acababa en una puesta. Yo me encontraba sentada en su cama, observando cómo se arreglaba para ir a clases.

-Deja de verme –reí-. ¿Qué es tan gracioso?

-No lo sé, solo... nunca te había visto arreglarte. Te tardas demasiado.

-Déjame, de seguro tú tardas mucho más.

-

-Bueno... ya me voy –tomó su mochila-. Ya conoces la casa, estás en tu casa niña. Vuelvo en la tarde, vendré por ti para dejarte en tú casa así que no hagas nada estúpido y quédate aquí.

-Aquí estaré.

-Bien... adiós –me dijo, cerrando la puerta por detrás de él. Me decidí dormir un poco, no me sentía bien y tenía sueño. Algo raro... dormir en casa de James, en su cama. Sinceramente nunca en el tiempo de conocerlo lo había imaginado.

-

Desperté en eso de las tres de la tarde. Había dormido mucho y aún seguía en casa de James. Ya comenzaba a desesperarme ya que él salía de la escuela hasta las tres y media y probablemente llegaría aquí más tarde por el hecho de que no dudo que acompañaría a Elisa hasta su casa. Quería irme... definitivamente. No me agradaba mucho que su hermana pudiera llegar en cualquier momento o sus tíos por igual, sería un momento muy... incomodo. Me levanté como pude y me levanté a buscar mi ropa, la cual no encontraba por ningún lado. Bajé y salí al patio trasero, ahí estaba... aun húmeda. Bufé y me hice una coleta, me quite las calcetas y me coloqué mis zapatos para después salir por la puerta. Comenzaba a pensar que dejar mi ropa aquí sería... volver a ver a James a pesar de que lo vea todos los días en la escuela.

Los rayos del sol me cegaban de una manera no tan agradable, comenzaba a sudar frio. Porque sí... el sol calentaba algo pero el viento estaba frío, una combinación no tan buena.

Cuando ya iba al camino contrario para llegar a casa, me di cuenta que las personas me miraban totalmente extrañados, veían a una loca que tenía resfriado y llevaba consigo una pijama que le quedaba como vestido, si no me conociera... juraría que pareciera que salí del manicomio. Seguía caminando, con la fiebre a toda su intensidad y sentía mis piernas flaquearse. Caí de rodillas, tratando de sostenerme con todas mis fuerzas, pero enserio... me sentía mal.

James-.

Estaba junto con Elisa en el auto. Platicando sobre aquella cena con sus padres en unos meses para hacer nuestra relación más formal. Esperaba que Annie estuviera aun en casa, ya que en el colegio nos dieron salida temprano. Ella no estaba en condiciones para regresar hasta su casa sola. Llegando casi a casa, miré a una chica luchando por mantenerse de pie, justamente con mi pijama puesta. Maldición, era Annie ¿Qué jodidos hacía ahí?

Through the dark ✓©® Ganadora Watts 2005Donde viven las historias. Descúbrelo ahora