capitulo 8

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 No sabes lo que dices. --->

Volví hacia adentro para encontrarme con Logan de nuevo justo como hace unos minutos.

-¿Qué paso?
-Creo que esta celoso.
-No lo conozco, pero se le notaba mucho.
-¿Tú crees? –me sonrojé-. Es que...
-¡Annie!
-¿Sí?
-Cuéntame sobre ustedes.
-Está bien –suspiré- Cuando llegué aquí el profesor Diego me mando a enfermería a dejar unos papeles de un alumno incapacitado, como yo era nueva y no sabía dónde se encontraba la enfermería... le dijo a James que me acompañara pero al parecer a él no le gusta que le ordenen. Lo he estado viendo con una chica aquí en la escuela, ella es muy... bonita. Me trato... bueno se podría decir que aun me trata mal, pero supongo que ahora no es tanto como antes, no sé en qué momento comencé a sentirme bien al estar con él.
-Es que tu...
-No lo digas, Logan. Quiero convencerme de que eso no está pasando, solo llevo unos cuantos días de conocerlo, no puedo estar enamorada de él.
-¿Por qué no quieres enamorarte de él? Tú ya lo estás.
-¿De qué estás hablando?
-Acabo de conocerte, pero no estoy estúpido.
-Logan...
-Por nada del mundo vayas a decirle Annie.
-Pero es que...
-¡Por nada del mundo!
-Pero Logan...
-¡Por nada!
-¡Logan!
-¡Del mundo!
-¡LOGAN!
-¿Sí?
-Él quiere a otra persona.
-O sea que si te gusta.
-No.
-Lo dijiste.
-Yo no dije eso.
-Solo dijiste que quería a otra persona, pero si no estuviera esa persona probablemente estarías tú con él.
-¡No eso no!
-Niégalo, niega que si no estuviera aquella chica tu estarías más feliz.
-Logan tengo una semana de conocerlo, ¿Cómo puedo estar enamorada de él? Es absurdo.
-¿Has tenido novio alguna vez?
-Mmm ¿El chico del kínder cuenta?
-¡No!
-Entonces no ¿Qué tiene eso de malo?
-Lo que tiene eso de malo... es que te encariñarás demasiado rápido, en un mes estoy seguro que estarás muerta por él.
-No quiero que eso pase.
-¿Por qué? Ustedes podrían intentarlo.
-Tú no lo conoces.
-Vamos si él estaba celoso ahorita tienes una gran ventaja ¿Por qué habría de ponerse celoso?
-El dijo que no lo estaba pero...
-¿Acaso vas a creerle eso?
-No, no le creo.
-Vamos, puede que sea difícil pero no imposible.
-¿Si me acabas de conocer por qué me dices todo esto?
-Porque sé que eres una buena persona, lo puedo notar –sonreí-. Y noto diferente tu acento ¿No eres de aquí cierto?
-No, soy de Los Ángeles, Estados Unidos.
-¡Wow! Bienes del otro lado del mundo, interesante.
-Sí... algo –sonreí.

Una chica se acerco a nuestra mesa para entregarnos unas invitaciones, mi primera fiesta aquí en Sydney.

-Espero que vengan, están todos invitados y si te pierdes llama a ese número que está ahí.
-Gracias –sonreí tímida.

La chica sonrió de lado y se retiro para seguir invitando a más personas, la seguí con la mirada y me faltó el aire cuando noté que aquella chica desconocida le había entregado una invitación a James.

-¡Por Dios lo invitó! –Cubrí mi boca con mis manos-. ¡Lo invito Logan!
-¿Qué no te gustaba?
-Oh por Dios cállate.
-Tienes que ir, creo que yo no iré porque mírame... no podré caminar ni hacer absolutamente nada, es mejor que tu vayas.
-Oh vamos... yo no sé donde está la fiesta, soy nueva aquí y no conoceré a nadie.
-Conocerás a James, de ti depende querer hablarle o no –me guiño el ojo-. Además, no quisiera ser mal tercio.
-¿Sigues con eso?
-Lo diré hasta que lo admitas.
-¿Y cómo se supone que llegaré si no tengo idea de donde es?
-Tienes que arreglártelas para que te vayas junto con James.
-No querrá que lo acompañe, ni siquiera creo que quiera ir.
-Convénselo, tu puedes –suspiré-. Dile a la hora de la salida, la fiesta es hoy en la noche no seas tonta.
-Deséame suerte.
-No la necesitas, créeme.

-

Y aquí me encontraba yo... a unos cuantos pasos del chico que me ponía nerviosa. Logan me había abandonado desde que tocó el timbre de salida, tenía que decirle antes de que el bus que me recogía para ir a casa pasara. Me acerqué lentamente hasta llegar al lado de él y toqué su hombro.

-Mmm ¿James?
-¿Qué? Oye... tú, ¿Iras... iras a la fiesta de esta noche? -Él miraba hacia otra parte.
-Sí pero... no conozco a nadie de ahí, más que a ti.
-¿Y?
-Me preguntaba... sí bueno... ya sabes yo ha...
-¿Vendrías conmigo Annie?
-¿Cómo me dijiste?
-Mmm ¿Annie? –Sonreí-. ¿Qué tiene eso de malo? ¿Qué así no te llamas tonta?
-Sí pero nunca me habías llamado por mi nombre.
-¿Iremos sí o no? Dime antes de que me arrepienta.
-Sí, iremos.
-Bien, te espero en mi casa.
-¿Dónde vives?
-Fortune City 96 London Road, primera casa a la derecha ó 91 London Road.
-¿Dónde demonios es eso?
-Ingéniatelas si quieres ir conmigo.
-Pero...
-Ya lo sabes, adiós.
-Nos vemos en la noche –lo empujé y subí al bus-. Adiós.

-

¡Demonios estaba perdida con un taxi acompañado de un señor desconocido!

-Por favor, ¿Enserio no tiene idea de donde es?
-Soy un taxista, no un chofer.
-¿Qué no es lo mismo?
-El punto es que no sé a dónde va y si usted tampoco sabe me temo que no llegará a ningún lado si se queda aquí.
-Bueno –le entregué unos billetes-. Gracias de todos modos.

El taxista solamente asintió y bajé de este para subirme a otro taxi. Caminé unas cuantas cuadras para ello ya que ningún maldito se dignaba a pasar, comenzaba a desesperarme y a ponerme de mal humor. Cuando por fin me subí a un taxi y el desgraciado si entendía a donde quería llegar me alivié un poco ya que si llegaba malhumorada James se molestaría conmigo y posiblemente no iremos a ningún lado.

-Creo que aquí es –el auto se detuvo-. Muchas gracias –bajé y le entregue unos billetes.

Estaba parada frente a una grande casa la cual al parecer era la de James, toqué su timbre y luego de unos minutos el abrió la puerta.

-¡A ver hasta que horas te dignabas a lle...! –dejó de hablar.
-¿Qué? Perdón por la tardanza es que me perdí –reí- .¿Llegué muy tarde? –Él no contestó- .¿Qué te pasa por que no hablas?
-Te vez bien –bufó-. Deberías de maquillarte más seguido, te arreglaste y cambiaste.
-¿Me veo bonita?
-Por favor no lo arruines y ya vámonos –sonreí.

James subió a un auto y me quede helada.

-¿Es tuyo?
-De mi madre, lo usaré hoy.
-Bien, confío en que no lo hagas apropósito y quieras matarme.
-Por favor si quisiera matarte ya lo hubiera hecho antes, idiota.
-Es cierto... -reí.
-Ya sube no tengo todo el día.

Subí al auto y él lo hizo marchar.

-James ¿Sabes usar la bicicleta?
-No.
-¿Sabes conducir pero no sabes usar una bici?
-¿Qué tiene?
-Es raro –sonreí- . ¿Podría enseñarte?
-No, gracias.
-¡¿Ay por qué no?!
-Porque no quiero aprender.
-¿Por qué?
-¡Por qué no!
-¡Tiene que haber una explicación!
-¡POR QUE NO Y YA!
-¡JAMES ANDA!
-¡SI NO TE CALLAS TE BAJARÉ AQUÍ MISMO!
-Ya no hablaré.
-Gracias.
-¿Pero enserio no quieres?
-...
-Ya, prometo callarme.

: Lo demás del camino fue silencioso y un poco incomodo, solo se escuchaban nuestras respiraciones y eso me hacía sentir nerviosa. Al llegar bajó del auto y yo me quedé esperando a que abriera mi puerta, sin embargo no sé en que estaba pensando... Era obvio que él no haría eso ni aunque estuviera ebrio. Él me hizo una seña para que bajará del auto y a regañadientes bajé algo nerviosa. Él se fue inmediatamente a la mini cantina y yo me senté en el sofá con una soda de manzana a mi lado. Un chico de cabello negro se sentó a mi lado.

-¿Qué hay hermosa cómo te llamas?
-Mmm Annie –sonreí-. ¿Y tú?
-Alex, querida –levanté mis cejas-. ¿Vienes sola?
-Eso creo.
-¿Cómo que eso crees?

James caminó hacia donde estaba y se le quedo mirando a aquel chico.

-A un lado, viene conmigo –lo miré. -Que te quites.

Él moreno se levantó sin decir absolutamente ninguna palabra, de nuevo estaba celoso y eso me agradaba.

-De nuevo.
-¿De qué hablas?
-Estás celoso –sonreí.
-¡No lo estoy!
-¿Y que fue eso?
-Estabas sin nadie, te veías realmente tonta sola y vine a acompañarte.
-¿Seguro que solo fue por eso?
-Sí, ¿Por qué más sería?
-Celos.
-¡Ya basta! –reí.
-Sí quieres ve a divertirte, yo estoy bien.
Él sin decir ninguna palabra se fue de mi lado, realmente no quería que se fuera pero tampoco quería que se quedara aquí aburrido a mi lado. Me levanté y salí a tomar aire, aquí dentro olía a cigarro horriblemente, definitivamente me quedaría aquí afuera hasta que James se digne a querer irse.

-

Ya pasaba más de la media noche y James no salía de aquella maldita puerta, la fiesta comenzaba a salirse de control y a mí me dolía el trasero de tanto estar sentada. Decidí buscarlo para que me llevara a casa, ya que yo no sabía manejar tan bien. No lo encontraba por ningún lugar, decidí preguntarle al chico moreno llamado Alex el cual ya estaba bastante mal.

-¡Alex! –Toqué su hombro- ¿Sabes dónde está el chico con el que estaba hace unos momentos?
-Dame un beso.
-¡No, entiende estoy buscando a ese chico!
-Fue... Arriba, a tirarse a una chica.

Mi piel se congelo durante unos momentos y suspiré ampliamente, realmente algo en mi pecho dolía... no estaba alucinando.

-Gracias –me limité a decir.

Subí dudando las escaleras abriendo cada uno de los cuartos y en ninguno se encontraba James. Había una puerta más que falta por abrir y tímida decidí abrirla ignorando que podría dañarme lo que vería. Sí... ahí estaba el con una chica, a medida que me acerqué note la cara de la misma chica de siempre, mi estomago comenzó a revolverse una vez más y mi barbilla comenzaba a hundirse sin ninguna razón.

-James –susurré-. Hay que irnos vístete.

No respondía a nada de lo que le decía, opte por juntar su ropa que estaba en el suelo y fui colocándole una por una cerrando mis ojos en las partes indebidas, el seguía inconsciente y yo sumamente triste seguía ahí con él. Luego de casi una hora tomé sus botas en mis manos y lo sostuve con su brazo rodeándome mis hombros. Olía terriblemente a alcohol, sus llaves estaban en sus pantalones junto con su cartera y su teléfono. Quité el seguro a su auto y lo recosté a mi lado recostando el asiento, saqué su teléfono y sus llaves, anotaría mi número en su teléfono. Pondría en práctica las pocas veces que papá me enseñó a manejar, llevaría a James a casa después de avisarle a su madre por un mensaje que él estaba bien. Al llegar estacioné su auto frente a mi departamento y me detuve por un momento para escribir aquel mensaje.

"Hola mamá, me quedaré en casa de un amigo esta noche llego en la mañana a entregarte el auto" –envié.

No tenía la menor idea si James se llevaba bien con su madre pero al menos ya le había avisado. Como pude lo llevé hasta mi habitación y lo recosté. Salí para desmaquillarme y colocarme mi pijama. Saqué las cosas que mañana utilizaría para cuando James despertara tener todo a la mano, una fuerte resaca lo esperaría mañana por la mañana. Entre de nuevo y él se encontraba durmiendo, me senté a su lado para admirarlo durmiendo por segunda vez, quisiera que él fuera así todos los días pero sin embargo aún así me sentía triste por haber presenciado aquella escena, la chica no se entero que me llevé a James de la habitación.

-Annie –susurró y abrí los ojos como plato-. ¿Puedo recostarme en tus piernas?
-¿Qué? No sabes ni lo que estás diciendo.
-Por favor, quiero sentir tu aroma.
-Sí, puedes recostarte en ellas –Él se recostó-. ¿Sabes? Probablemente mañana no tengas idea de lo que pasó hoy, pero... me dolió lo que vi en la habitación.
-Discúlpame... Creo que solo me vengué porque Alex estaba contigo y Logan querrá atraparte después yo lo sé.
-James... silencio, harás que sienta bonito y mañana me quitarás esas pocas ilusiones que tengo ahora.
-¿Podrías abrazarme?

Mi corazón comenzó a latir fuertemente, demonios.

Through the dark ✓©® Ganadora Watts 2005Donde viven las historias. Descúbrelo ahora