N se acomodó a su lado todavía rígido.

N- ¿Así está bien?

Uzi- Más cerca —pidió.

N rodó los ojos y se pegó un poco más.

N- ¿Contento?

Uzi- Mucho —dijo cerrando los ojos con una sonrisa.

N lo miró en silencio unos segundos desconcertado jamás había pasado una noche así.

Estar recostado en la cama mirando de reojo a Uzi que se había puesto de pie mientras acomodaba la almohada.

El ambiente del cuarto era de completo silencio solo el sonido lejano de la música apagada que llegaba desde la pista del local nocturno.

N con una risa nerviosa rompió el silencio.

M- Entonces… ¿vas a seguir ahí sentado? —dijo levantando una ceja— Te recuerdo que pagaste por toda la noche.

Uzi se acomodó en la silla junto a la cama cruzando los brazos con calma.

Uzi- Lo sé y la estoy aprovechando.

N frunció el ceño incrédulo.

N- ¿Aprovechando? Mira no quiero sonar mal pero la mayoría de clientes ya estarían desnudos y desesperados a estas alturas.

Uzi- Pues yo no soy la mayoría de clientes —replicó con una pequeña sonrisa— No vine por eso.

N lo miró de arriba abajo incrédulo.

N- No me digas que gastaste todo ese dinero solo para platicar y dormir… ¿en serio?

Uzi se encogió de hombros.

Uzi- ¿Y qué tiene de malo? Eres buena compañía.

N soltó una carcajada sarcástica.

N- Buena compañía… wow esa sí que es nueva mira no es que me moleste eh, pero pensé que terminarías dentro de mí en cualquier momento.

Uzi- ¿Eso esperabas? —mirandolo fijo sin reírse.

N- Pues… sí —suspiró jugando con el borde de la sábana— Es lo de siempre yo me preparo mentalmente el cliente viene hace lo que tiene que hacer me aguanto, cobro y me voy ya ni me sorprende.

Uzi- ¿Y no te cansa? —preguntó inclinándose hacia adelante.

N lo miró serio con una sonrisa amarga.

N- Me cansaba… al inicio. La primera vez lloré como un niño no te lo niego. Me sentí sucio, usado como si hubiera perdido lo poco que me quedaba de dignidad —Suspiró hondo— Pero al final… uno se acostumbra.

N- El dinero pesa más que los recuerdos.

Uzi guardó silencio un momento observando cada gesto en el rostro de N.

Uzi- Yo no quiero ser un recuerdo feo para ti —dijo de pronto.

N lo miró sorprendido casi como si no hubiera entendido bien.

N- ¿Qué… qué dijiste?

Uzu- Que no quiero que me recuerdes como “otro cliente más” que solo te buscó por tu cuerpo —Le sostuvo la mirada con seriedad— Quiero… conocerte.

N abrió los ojos de par en par y soltó una risa nerviosa.

N- Eso sí que es raro… ¿Tú sabes dónde estás? Este no es precisamente un café para charlar y conocerse.

Uzi- Lo sé —se encogió de hombros— pero aún así quería venir.

N se cruzó de brazos, desconfiado.

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