La tarjeta

93 3 22
                                        

Bueno chicos/as aquí otro oneshot (N ♂️, Uzi ♂️, Nuzi ♀️) Jejejejeje

El domingo por la mañana amaneció con un silencio inusual.

Solo se oía el canto suave de los pájaros afuera, el reloj de la cocina marcando las 9:05 a.m., y un sonido profundo… como un alma rota exhalando lentamente.

Era Uzi, tirado en el sofá, con el brazo colgando como si acabara de sobrevivir una batalla de tres días.

Uzi- Estoy destruido —murmuró.

N- ¿Tú? Yo desperté con calambres en lugares que no sabía que podían acalambrarse —replicó sentado en la alfombra con una taza de café vacía.

Tenía ojeras, la camiseta arrugada y el cabello como si lo hubiera lamido un gato.

Ambos se miraron en silencio, compartiendo el peso de una semana de locura infantil, tareas escolares imposibles de descifrar, gritos, manchas misteriosas en las paredes, y una hija con la energía de diez tornados con esteroides.

Uzi- ¿Qué edad tiene Nuzi ahora? —preguntó como si necesitara confirmarlo por si los años pasaban en cámara lenta.

N- Siete. Siete años, seis meses y doce días.

Uzi- ¿Y desde cuándo no tenemos un día para nosotros?

N- Desde que tenía seis años.

Uzi- Dios mío.

En ese momento, Nuzi pasó corriendo por el pasillo con una toalla anudada al cuello, gritando “¡SOY UN DRAGÓN CON WIFI!” mientras lanzaba stickers por los aires.

Uno aterrizó en la frente de Uzi.

Uzi- Me voy a desmayar —murmuró.

N se dejó caer hacia atrás y miró el techo con resignación.

N- ¿Qué te parecería… una escapada?

Uzi- ¿De nuestra hija? Suena ilegal.

N- No, no escapar de ella. Ir los tres al centro comercial… pero tú y yo… nos metemos al spa. Un masaje de una hora. Solo una. Como adultos. Como personas. Como seres humanos con sistema nervioso dañado.

Uzi- …Estoy dentro.

Ambos se sentaron al mismo tiempo, como si la idea les diera de nuevo vida.

Uzi- ¿Pero y Nuzi?

N- No podemos dejarla sola.

Uzi- Definitivamente no. La última vez casi quema la cocina tratando de hacer “papas al fuego mágico”.

Uzi- Y luego quiso apagarlo con jugo de uva.

N- Y gritó “¡FUEGO PURIFICADOR!”

Uzi- Ok, ok, no, no puede quedarse sola. Pero... hay un arcade en el centro comercial.

N- ¿Y si la dejamos ahí una hora? Le damos una tarjeta cargada para que juegue. Está lleno de cámaras, y podemos dejarle el móvil de repuesto por si pasa algo.

Uzi entrecerró los ojos.

Uzi- ¿Estás seguro que no va a conquistar el local con fichas como si fuera un casino?

N- No. Pero si seguimos en casa… probablemente nos coma.

Se miraron. Asintieron.

N- Vamos por un masaje.

Uzi- Vamos por sobrevivir.

N- Que así sea.

Prepararse para salir con Nuzi era una aventura en sí misma.

One Shot ^^Where stories live. Discover now