Bueno chicos/as ya saben que sigue (N ♀️, Uzi ♂️).
Narrador/a:
N despertó jadeando.
El mundo giraba como si hubiera bebido demasiado. Sentía calor en las mejillas, humedad entre las piernas y una extraña presión en el pecho. El techo no era su techo. Las sábanas tampoco eran las suyas. Y el olor… perfume barato, sudor, algo metálico, algo femenino.
Llevó una mano a su cara. Se detuvo. Miró su brazo. Era… más delgado. La piel pálida. Las uñas pintadas. Los dedos más cortos.
N- ¿Qué… carajo? —La voz que salió no era su voz. Era aguda. Ronca. Y femenina.
Se sentó de golpe, su largo cabello oscuro cayendo en cascada sobre sus hombros. El cuerpo se sentía extraño: más pequeño, más flexible. Más… sensible.
Corrió —como pudo— hacia el baño. Tropezó con una silla, maldijo con una voz que no sentía suya. Encendió la luz. Y lo vio.
Uzi.
El reflejo en el espejo era ella. Desnuda. Cabello revuelto. Ojos ámbar, intensos. Boca entreabierta. Pezones erectos. Piernas temblorosas.
N- No… no no no no.
Sus manos —las manos de Uzi— se apoyaron en el lavamanos mientras N intentaba no gritar.
Un ruido detrás suyo. Risa. Una risa grave. Familiar. Demasiado.
Giró lentamente. Y ahí estaba.
Uzi… en su cuerpo. Alto, desnudo, apoyado contra el marco de la puerta como si fuera el dueño del puto universo. Sonriente. Peligrosa.
Uzi- ¿Te gusta lo que ves, N? —preguntó, con su voz. Su maldita voz—. Porque yo estoy fascinada.
N- ¿Qué hiciste? ¿Qué… es esto?
Uzi- No tengo ni puta idea. Me desperté con una verga entre las piernas y no me quejé. Pero tu… —avanzó un paso—. Parece que no te cae tan bien la idea de caminar con tetas.
N retrocedió. Su espalda chocó con la cerámica del baño. El corazón le martillaba las costillas.
N- Esto no es normal. Tiene que ser un sueño. Una pesadilla.
Uzi- ¿Pesadilla? —soltó una carcajada seca—. Yo lo llamo justicia poética. Tu siempre quisiste que me callara, ¿no? Que me dejara hacer. Que no reclamara. Bueno… ahora tengo algo para callarte a ti.
N- No es gracioso. ¡Devuelveme mi cuerpo!
Uzi- ¿Y si no quiero?
La pregunta flotó como una amenaza. Uzi avanzó otro paso. Ahora estaba a centímetros. Mirándolo desde su propio cuerpo. Imponente. Imposible.
Uzi- ¿Y si me gusta ser tu? Ser el que decide. El que domina. El que toma lo que quiere.
N tragó saliva. Su corazón estaba a punto de salir por su garganta.
N- Uzi… esto no está bien. No podemos jugar con esto. Tienes que…
Uzi- ¿Tengo que qué? —interrumpió, con una sonrisa ladeada—. ¿Portarme bien? ¿Como hacía antes, cuando tu gemías mi nombre y yo solo podía cerrar los ojos y aguantar?
N negó con la cabeza. No quería oír eso. No así. No ahora. No desde su propia boca.
N- No era así…
Uzi- Claro que no. En tu cabeza nunca fue así. Pero ahora… —la mano de Uzi, en su cuerpo, se cerró en torno a su erección naciente— …vas a entender. A sentir. A vivir lo que yo vivía. Desde adentro.
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One Shot ^^
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