One Shot ^^

Hasmter 🐹

Bueno aquí un nuevo oneshot (N ♂️, Uzi ♂️)

Narrador/a:

Era un domingo tranquilo en el departamento que compartían Uzi y N.

Ese día, Uzi había salido por la mañana, diciendo que tenía “unos asuntos” que hacer en el centro.
N se había quedado solo, sin darle mucha importancia.

El sol se colaba por las ventanas del living, bañando de luz cálida el espacio.

N estaba en el sofá, en ropa cómoda, hojeando un libro de ilustraciones mientras tomaba su segunda taza de té.

El reloj marcaba casi las cinco de la tarde.
Habían pasado ya varias horas desde que Uzi se había marchado.

Fue entonces que el móvil de N vibró sobre la mesita de café.

[Mensaje de Uzi]:

> Prepárate… te traigo un regalo 😏.

N leyó el mensaje, parpadeando.
¿Un regalo? ¿Así de pronto?

Sonrió, dejando el libro a un lado.
Su mente empezó a imaginar posibilidades:

N- ¿Será… un libro raro que encontró? ¿Una figura de colección? ¿Alguna ropa que le gustó para mí?

N- ¿Tal vez… un anillo? ¡No, no creo… es demasiado pronto…!

El corazón de N empezó a latir un poco más rápido ante la expectativa.

Era típico de Uzi hacerle sorpresas.
A veces dulces, a veces bromistas…
Pero siempre con cariño.

Apoyó el móvil sobre la mesa, mordiéndose el labio inferior.

Decidió arreglarse un poco: se acomodó el cabello, cambió su camiseta por una más decente y ventiló el departamento.

Cada minuto que pasaba se sentía más ansioso.
¿Qué le habría traído Uzi esta vez?

Fue entonces que escuchó la cerradura girar.
La puerta principal se abrió con un suave chirrido.

Uzi- ¡Ya llegué! — anunció con su voz conocida.

N corrió a la entrada con una sonrisa… que se amplió al ver a su novio.

Uzi entraba cargando una caja rectangular blanca, con pequeñas perforaciones a los lados.
Sus ojos verdes brillaban de emoción, su sonrisa traviesa adornaba su rostro.

N- ¿Qué es? — preguntó  casi saltando en el lugar.

Uzi se rio.

Uzi- Paciencia, amor — dijo — Primero, cierra los ojos.

N- ¿Eh?

Uzi- Vamos… confía en mí.  Es una sorpresa.

N se sonrojó levemente.
Nunca podía negarse cuando Uzi le hablaba así, con esa voz dulce… pero también con ese tono algo pícaro.

N- Está bien… — dijo al fin, cerrando los ojos con fuerza.  ¡Pero si me gastas una broma pesada, te mataré!

Uzi soltó una carcajada suave.

Uzi- Prometido… no es broma.

Con cuidado, avanzó con la caja en las manos.
La colocó sobre la mesa del living, abrió la tapa con cuidado… y miró a N.

Uzi- Muy bien… cuando te diga “ya”, abres los ojos.

N asintió, de pie frente a la mesa, con los ojos cerrados.

Su corazón latía con emoción.
¿Qué sería?
El aire estaba lleno de expectativa.

Uzi observó la escena con ternura.
Luego, sonrió.