One Shot ^^

La borrachera

Bueno chicos/as aquí un oneshot que promete mucho~~~~ (N ♂️, Uzi ♂️)

Narrador/a:

El reloj marcaba las 8:00 p. m. cuando N llegó a casa de sus hermanas, invitado para una cena casual. No había nada fuera de lo común en el plan: solo un rato entre familia, con buena comida y charlas, como tantas veces antes. Sin embargo, lo que N no imaginaba era que esa noche acabaría... un poco más agitada de lo normal.

Apenas cruzó la puerta, J lo recibió con un beso en la mejilla.

J- ¡Hermanito, justo a tiempo! —exclamó con entusiasmo—. La cena está casi lista. Pasa, pasa.

Desde el salón, V saludó levantando una copa:

V- ¡N! Ven, sírvete un vinito mientras esperamos.

Cyn se asomó desde la cocina, sonriendo:

Cyn- Hoy preparamos todo con amor, te va a encantar.

El ambiente era cálido y relajado. Una suave música sonaba de fondo, el aroma de las especias flotaba en el aire. N se dejó llevar, colgó su chaqueta y se acomodó en el sofá, aceptando la copa de vino que V le ofrecía.

N- Bueno... solo una copa —advirtió, algo tímido.

V- ¡Bah! —rió—. ¡Una no hace daño! Además, hay que brindar por lo bien que te va con Uzi, ¿no?

N se ruborizó un poco, pero sonrió.

N- Bueno... eso sí.

El primer brindis se hizo entre risas, con Cyn trayendo unos aperitivos y J sirviendo más vino. Las hermanas parecían de excelente humor. Después del primer vaso, vino el segundo... y luego el tercero. La conversación fluía con ligereza: anécdotas divertidas, chismes de la universidad, bromas picantes. N se iba soltando poco a poco, contagiado por el ambiente.

Para cuando la cena estuvo servida, N ya sentía un agradable calor en el rostro. El vino había aflojado sus inhibiciones, y sus hermanas no paraban de animarlo.

V- ¡Vamos, hermanito! Hoy es noche de celebrar. ¡Por ti y por Uzi! —insistía llenando de nuevo su copa.

N- Bueno... pero esta es la última —rió aunque su tono era ya un poco titubeante.

La comida fue deliciosa, pero la verdadera protagonista de la velada fue la botella de licor que J trajo después de los postres.

J- ¡Esto sí es para brindar de verdad! —anunció, sirviendo pequeños vasos para todos.
N miró el líquido ambarino con cierta duda.

N- ¿Están seguras...? No suelo beber tan fuerte.

Cyn- ¡Ay, N! —exclamó abrazándolo por los hombros—. Solo un traguito. ¡Hoy estás en familia!

V- Y bien cuidado —añadió guiñándole un ojo.

La risa general fue inevitable. Animado por el cariño de sus hermanas, N accedió.

El primer sorbo le quemó un poco la garganta, pero tras la segunda ronda el efecto era ya notorio: mejillas más rojas, mirada brillante, sonrisa más abierta.

J se levantó y puso música más movida. La noche se iba alargando sin que se dieran cuenta.

Entre copa y copa, las voces se hacían más animadas, los comentarios más atrevidos.

V- ¡Por los novios lindos! —brindó levantando su vaso.

Cyn- ¡Por el sexo rico! —añadió riendo a carcajadas.

N soltó una risita nerviosa, llevando la copa a sus labios sin pensar. El alcohol comenzaba a hacer su efecto con fuerza.

Sus pensamientos se volvían más ligeros, y el ambiente cada vez más cálido.