One Shot ^^

2da oportunidad

Bueno chicos/as aquí otro oneshot este será más.... especial y estoy con completa seguridad de que les va encantar (N ♂️, Uzi ♂️) jejejeje.

Narrador/a:

La lluvia acababa de cesar cuando Uzi estacionó su auto frente a la casa de N. El parabrisas empañado ocultaba su rostro cansado, aunque una media sonrisa se asomaba en la comisura de sus labios mientras miraba hacia el asiento trasero.

Uzi- Vamos, princesa —dijo en voz baja, sin ironía.

La pequeña Nuzi, de siete años, abrazaba su peluche como si fuera un escudo. Llevaba una mochila rosa y una chaqueta que Uzi apenas había logrado abotonarle entre juegos, cosquillas y su resistencia matutina.

Ella bajó del auto con energía. Tocó la puerta antes que su padre pudiera acompañarla, y fue N quien la abrió casi de inmediato.

Nuzi- ¡Papá N! —chilló lanzándose a sus brazos.

N se agachó, la atrapó en el aire y la apretó con fuerza. El calor de ese abrazo genuino contrastaba con el frío húmedo que aún flotaba en el ambiente.

N- Hola, amor —susurró contra su cabello—. Te extrañé.

Nuzi- ¡Yo también! —dijo sonriendo con los dientes de leche—. ¡Mira, traje mi unicornio, y mi pijama de arcoíris, y una carta que hice en la escuela!

N- Quiero ver todo eso —dijo besándole la frente—. Anda, ve a tu cuarto, ya sabes dónde está.

Nuzi miró a su otro padre, que estaba de pie a pocos pasos, con las manos en los bolsillos y una ceja levantada.

Nuzi- ¿Me das un beso, papi?

Uzi se acercó, se agachó con algo de dificultad (como si su cuerpo estuviera más cansado de lo que admitía) y le dio un beso en la mejilla.

Uzi- Pásala bien con tu papá, ¿sí? Comportate, y si necesitas algo… ya sabes que solo tienes que llamarme.

Nuzi- ¡Ya sé! Pero también le voy a contar todo a papá N, porque él me deja comer helado antes de dormir —susurró, como si estuviera confesando un delito.

Uzi- Traicionera —rió levantándose.

N negó con una sonrisa, sin cruzar aún miradas con él. Cuando Nuzi subió las escaleras, el silencio se coló como un huésped incómodo. N se quedó en la puerta, sin abrirla del todo.

Uzi- ¿Puedo pasar? —preguntó su voz tenía ese tono despreocupado… pero con un leve filo escondido.

N dudó. Bajó un poco la mirada, mordiéndose el interior de la mejilla. Finalmente, se hizo a un lado.

N- Solo un momento.

Uzi entró. No era la primera vez desde el divorcio, pero se sentía como si lo fuera. Sus botas resonaban distinto en ese suelo que alguna vez compartieron. Observó el perchero, la alfombra, el sofá que aún conservaba el cojín con la frase "familia primero".

Uzi- Hace tiempo que no entro a esta sala —dijo, con la voz más suave.

N se quedó parado junto al borde del sillón, sin invitarlo a sentarse.

N- Sí… desde que terminamos.

Uzi- Supongo que sí —se cruzó de brazos—. Aunque todavía huele igual. A café viejo… y a ti.

N no respondió de inmediato. Se frotó las manos, incómodo.

N- ¿Querías algo?

Uzi- Solo… hablar un poco —respondió—. He estado dándole vueltas a todo. A nosotros. A cómo terminamos.