One Shot ^^

Dentista

Bueno mis queridos/as aquí un nuevo y emocionante oneshot (N ♂️, Uzi ♂️, Nuzi ♀️).

Narrador/a:

El sol entraba por las ventanas como un reflector natural sobre el escenario matutino: una sala aún desordenada con juguetes por recoger, una taza olvidada sobre la mesa de centro, y dos padres cómplices intercambiando miradas silenciosas.

N tomaba café mientras Uzi se amarraba los cordones a sus botas con pereza. Ambos sabían lo que estaban a punto de hacer.

En ese momento, la paz fue interrumpida por un torbellino de voz y energía bajando las escaleras.

Nuzi- ¡¿DÓNDE ESTÁ MI CUCHARÓN DE HELADO TRIPLE-NUBE-NUCLEAR?! —gritó entrando en escena como un cohete sin control.

Su camiseta estaba al revés, tenía medias de distinto color y llevaba un moño que parecía haber sobrevivido una tormenta.

N sonrió, dándole un sorbo más a su café antes de responder con la calma más criminal del mundo:

N- ¿Lista para salir, pequeña tempestad?

Nuzi- ¡Más que lista! —gritó girando sobre sí misma—. ¡Estoy emocionada! ¡Helado! ¡Helado! ¡Helado! ¡Lo quiero en mi cara, en mi alma, en mi existencia!

Uzi se encogió de hombros, intentando disimular la culpa.

Uzi- Entonces, vámonos antes de que se derrita… el ánimo —murmuró con un susurro apenas audible para N.

N- Tú sigue diciendo cosas ambiguas y ella no sospechará nada —respondió con esa sonrisa de padre que está a punto de hacer una jugada maestra (y cruel).

Nuzi- ¡Voy a buscar mi mochila! ¡Quiero llevar mis crayones por si el helado me inspira a dibujarlo! —exclamó desapareciendo por las escaleras como si el piso fuera lava.

Uzi suspiró, sentándose junto a N.

N- ¿Seguro que esto no es crueldad parental?

Uzi- Es prevención de caries. Cruel… pero necesario.

N- ¿Y si llora?

Uzi- Le prometimos helado. No dijimos cuándo.

N- Eres el villano de esta historia.

Uzi- Y tú conduces el auto de los villanos.

Ambos se rieron bajito, justo cuando escucharon a Nuzi tropezarse arriba con un “¡Estoy bien!” inmediatamente después.

Minutos después, con la mochila llena de crayones, un peluche que llamaba “El Capitán Mordisquitos” y una energía nivel explosión nuclear, Nuzi bajó corriendo con una sonrisa que iluminaba la casa.

Nuzi- ¡Ya estoy! ¿Vamos, vamos, vamos?

N y Uzi- ¡Vamos! —dijeron al unísono, abriendo la puerta.

En el auto, Nuzi se acomodó en su silla con el cinturón mal puesto (que Uzi corrigió al instante) y comenzó a cantar:

“Helado, helado, lo voy a lamerrr
triple explosión, no voy a compartiiir…

Uzi- ¿De dónde saca estas canciones? —preguntó entre dientes mientras encendía el motor.

N- ¿No son tus genes?

Uzi- Mis genes son puro sarcasmo y superioridad moral. Eso es azúcar pura de tu lado.

N- No lo niego.

El trayecto comenzó entre risas y coros desafinados. Nuzi agitaba sus manos como si fueran alas, imaginando que iba a volar directo a una montaña de helado arcoíris.