N respiró hondo se pasó la mano por el cabello y suspiró.

N- Mira seré honesto total… mañana seguro no me vuelves a ver. —encogiendo los hombros— Mi nombre es N soy huérfano crecí rebotando entre casas sin familia que me cubriera las espaldas cuando cumplí la mayoría de edad me echaron y si no trabajaba no comía.

Uzi frunció el ceño.

Uzi- ¿Y este lugar fue tu primera opción....?

N- No, claro que no —sonrió con ironía amarga— La primera opción fue limpiar baños en un local de mala muerte te pagan con propinas y te gritan todo el día.

N- Creí que esto era peor… hasta que vi cuánto podía ganar en una sola noche.

Uzi lo miraba con atención sin interrumpir.

Uzi- ¿Y te acostumbraste tan rápido?

N negó con la cabeza.

N- La primera vez… —tragó saliva recordando— Me sentí sucio, usado, como basura cuando terminó, lloré como un idiota pensé que no volvería jamás.

Uzi- ¿Y volviste? —preguntó con un tono casi suave.

N- Sí porque a fin de mes tenía que pagar la renta ¿sabes? el llanto no paga cuentas.

Se quedaron en silencio uzi jugaba con el borde del vaso que había llevado consigo desde abajo como si estuviera masticando cada palabra de N.

Finalmente hablo:

Uzi- Debió ser duro.

N- Lo fue —lo miró directo a los ojos casi desafiante— Pero no estoy aquí para dar lástima ¿vale? Estoy aquí porque así es mi vida punto final.

Uzi asintió despacio.

Uzi- No intento darte lástima solo… trato de entenderte.

N- ¿Y para qué quieres entenderme? Eres un cliente Uzi pagaste por una noche no por mi autobiografía. —arqueando una ceja.

Uzi- Quizás eso es lo que quiero esta noche: tu autobiografía. —sonriendo apenas.

N- Eres un caso perdido ¿lo sabías? —se rió con incredulidad.

Uzi- Me lo han dicho varias veces —encogió los hombros divertido.

N se acomodó en la cama apoyando la espalda en la pared.

N- Está bien… ¿qué más quieres saber curioso?

Uzi- Todo —respondió con descaro— ¿Qué soñabas ser cuando eras niño?

N- Eso no importa —dijo con un suspiro entre tristeza y fastidio.

Uzi- Sí importa —insistió— Dímelo no te juzgare.

N lo miró con fastidio pero cedió.

N- Quería ser cocinero tenía esta idea de tener mi propio restaurante algún día. Pero ¿adivina qué? Cuando tienes que decidir entre pagar un techo o comprar ingredientes los sueños se van al tacho.

Uzi asintió en silencio N lo observó y añadió con media sonrisa cansada:

N- Aunque aún sé preparar cosas ricas. La bebida de hace rato fue solo una probadita.

Uzi- Entonces ya cumpliste parte de tu sueño. —dijo con tono suave.

N- Jajaja, claro qué motivador —rodó los ojos— Me siento todo un chef preparando cócteles a borrachos calentones.

Uzi rió pero no lo quitó la mirada.

Uzi- ¿Y nunca pensaste en dejar esto? Buscar otra cosa.

N- Lo pensé —admitió— Pero cuando ves que puedes ganar en una sola noche lo que en otro trabajo ganarías en un mes… es difícil soltarlo. Es una trampa ¿sabes? Como una telaraña.

One Shot ^^Donde viven las historias. Descúbrelo ahora