Cuando Nuzi bajó del auto, el silencio fue inmediato.

Sus botas resonaban contra el cemento con el paso marcial más tétrico y preciso jamás ejecutado por un infante de primaria.

Un padre dejó caer su café.

Una madre tapó los ojos de su hija.

Una profesora se persignó sin saber por qué.

Nuzi- ¡PRESENTARSE A LA HISTORIA! —gritó alzando su rifle de juguete al aire.

N y Uzi la vieron caminar hacia el grupo.

Ella no notaba las miradas.

Ella no escuchaba los murmullos.

Ella solo marchaba… como un ganso poseído.

En la sala de profesores, la directora sostenía su taza de té cuando la imagen de Nuzi desfilando apareció por la ventana.

Directora- ¿Qué… está… pasando?

La profesora de historia trató de explicarlo.

Profesora- Es… es la hija de los señores N y Uzi. Dijeron que haría una representación histórica… alemana.

Directora- ¿Del siglo XVIII?

Profesora- No exactamente…

Directora- ¿De la Primera Guerra Mundial?

Profesora- Tampoco.

La directora se acercó a la ventana y vio el parche en el brazo de Nuzi, el casco, la bota alta, el rifle, el paso de ganso…

Directora- …¿Del Tercer Reich? —dijo con los ojos como platos.

Profesora- ...Tal vez fue un error honesto.

La directora bebió todo su té de un solo trago.

Directora- Citen a los padres. De inmediato.

Mientras tanto, N y Uzi seguían en el estacionamiento, escondidos detrás de un poste.

N- ¿Qué hacemos? ¿La sacamos? ¿La cambiamos?

Uzi- ¡Ya es tarde! ¡Está liderando el desfile como si fuera la generala suprema del recreo!

N- Esto no puede empeorar.

Nuzi- ¡Papáaaa! —gritó desde el otro lado del patio.

Ambos se asomaron como conejos en trampa.

Nuzi- ¡Saquen la cámara! ¡Estoy ganando puntos extra por el paso histórico auténtico!

Un niño disfrazado de faraón murmuró:

X- ¿Ese no es el paso nazi…?

Y en ese momento, ambos padres se escondieron detrás del poste, deseando volverse invisibles.

N- Estamos perdidos —murmuró.

Uzi- Nos van a cancelar.

N- Nos van a deportar.

Uzi- ¡Nos van a demandar por “cosplay criminal”!

Uzi- ¿N…?

N- ¿Sí, Uzi…?

Uzi- Estoy sudando por dentro de mis huesos.

Ambos seguían apostados detrás del poste, viendo cómo su hija seguía marchando en círculos con una sonrisa victoriosa en el rostro,

Mientras niños disfrazados de cavernícolas, reinas y astronautas comenzaban a rodearla con confusión… y cierto temor.

N- ¿Cómo demonios esto se salió tanto de control? —susurró, sin dejar de espiar.

One Shot ^^Where stories live. Discover now