Tessa lo observó finalmente, clavando la mirada con elegancia quirúrgica.
Tessa- Dime algo, Uzi.
¿Sabes cuánto lloró N la noche que se fue de tu casa con Nuzi en brazos?
Uzi bajó la cabeza.
Uzi- Lo imagino. Pero no lo merecía.
No, no lo merecías.
Lo sé. Y lo arruiné. En serio, lo sé.
Tessa apoyó la copa con calma. No con violencia. Eso lo hacía aún más aterrador.
Tessa- No sabes cuántas veces soñé con encontrarte en la calle para gritarte, golpearte con una bolsa de pan congelado o llamarte “basura biodegradable”.
Uzi- ¿...Biodegradable?
Tessa- Sí. Porque ni para contaminar sirves —respondió con una sonrisa helada.
Uzi se rió entre dientes, sin saber si era buena señal o el preludio de su muerte.
Uzi- ¿Y ahora qué quiere decirme? —preguntó mirándola a los ojos.
Tessa se inclinó hacia él, como una espía revelando un código nuclear.
Tessa- Mi hijo te dio una segunda oportunidad. A mí no me interesa si crees que la mereces. Pero sí me importa una cosa.
Uzi- ¿Cuál?
Tessa- Si la vuelves a desperdiciar… yo misma te entierro vivo en el jardín trasero, con una lápida que diga “Aquí yace un imbécil, amado por error”.
Silencio total.
Uzi parpadeó.
Uzi- ...¿Y flores?
Tessa- Solo cactus.
Uzi- Tiene sentido.
Tessa se echó hacia atrás.
Tessa- ¿Entendido?
Uzi- Clarísimo.
Tessa- ¿Seguro?
Uzi- Segurísimo. No vuelvo a lastimarlo.
No vuelvo a huir.
No vuelvo a olvidar lo que significa tenerlo a mi lado.
Tessa lo miró largo rato. Muy largo. Como si buscara grietas.
Finalmente… asintió.
Tessa- Entonces estamos bien. Por ahora.
En ese momento, N regresó a la sala.
N- ¿Se portaron bien sin mí?
Uzi levantó el pulgar.
Tessa tomó su copa y dijo:
Tessa- No hice nada ilegal… esta vez.
Y mientras N se sentaba junto a ellos, rodeado de esa energía extraña pero cálida, Uzi entendió algo:
Sobrevivió.
Pero más importante aún… Tessa ya no lo miraba como un intruso.
Lo miraba como alguien que debía demostrar cada día… que no volvería a fallar.
Al día siguiente:
El sol de la mañana se filtraba por las cortinas con suavidad.
Los rayos acariciaban la cocina mientras el aroma a café, pan tostado y mermelada se esparcía por el aire como una promesa de paz temporal.
Uzi estaba de pie junto a la cafetera, aún con el cabello revuelto y una camiseta algo estirada. Batía con esmero la leche para el capuchino perfecto. No porque fuera gourmet.
Sino porque esa era su ofrenda de paz definitiva para Tessa.
N estaba con Nuzi en el comedor, ayudándola a untar mantequilla en forma de corazón en una tostada.
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One Shot ^^
Short StoryEn esta sección podrás leer historias cortas (de un solo capítulo) o quizás el inicio de otras historias a futuro aquí
Visita Inesperada
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