Como quien conoce bien a sus enemigos, pero decide no apuñalarlos esta vez. Solo incomodarlos con clase.
Ya con los platos en la pileta, Uzi se ofreció a lavar. Tessa lo miró con sospecha.
Tessa- ¿También limpias después de causar destrozos?
Uzi- Es mi nueva política de vida.
Ella lo observó unos segundos más.
Tessa- Usa guantes. No quiero que esas manos “culpables” me manchen los vasos.
Uzi- Sí, señora.
Y Uzi, como un soldado resignado, obedeció.
N miró desde la puerta, sonriendo entre dientes.
N- Te estás ganando puntos.
Uzi- Lo sé. Pero creo que me faltan cien mil más para compensar el pasado.
N- Tranquilo. Con un poco de detergente emocional… todo se limpia.
Finalmente la noche ya había caído completamente sobre la casa.
Nuzi dormía como un angelito con una corona torcida, Churito roncaba (o al menos eso parecía), y Uzi seguía en la cocina secando platos con una eficiencia casi penitente.
Tessa estaba sentada en el sillón del living, bebiendo una copa de vino tinto.
N se le acercó, con dos tazas de infusión de canela.
N- Te traje tu favorito —dijo, entregándole una.
Tessa- Gracias, mi drama encarnado —respondió con media sonrisa.
Se sentaron en silencio por un momento. Solo se oía el suave zumbido del lavavajillas… y, de fondo, una playlist instrumental de “Música para evitar discusiones familiares”.
N- No pensé que vendrías sin avisar —dijo al fin.
Tessa- No pensé que estaría tan aburrida en la ciudad —respondió—. Además… necesitaba verte.
N- ¿Por qué?
Tessa giró la copa entre los dedos.
Tessa- Porque aunque me enoje, aunque no soporte la cara de tu pareja —dijo con un suspiro profundo—… sigo siendo tu madre. Y tenía que verte con mis propios ojos. Ver cómo estás. Ver si… si de verdad estás bien.
N se quedó en silencio, con la taza tibia entre las manos.
N- Lo estoy —dijo finalmente, con una voz suave—. No es perfecto. A veces discutimos, a veces me saca de quicio, a veces no me escucha… pero está intentando. Todos los días.
Tessa- ¿Y eso basta?
N- Para mí… sí. Porque no lo hace por obligación. Lo hace porque quiere quedarse. Porque entiende el daño que hizo. Y está dispuesto a arrastrarse si hace falta para arreglarlo.
N- Y bueno… —miró su taza, algo sonrojado— me ama. Incluso cuando lloro por una planta marchita.
Tessa soltó una pequeña risa nasal.
Tessa- Siempre fuiste así. Tan emocional. Tan entregado. Desde niño te enamorabas de todo con alma y cuerpo. Las mascotas. Los libros.
Tessa- De los chicos equivocados.
N- Y aún así sigo eligiendo mal, ¿eh?
Tessa lo miró.
Tessa- No diré que fue la elección más fácil… ni la más cuerda. Pero si te hace sonreír como lo hiciste hoy… entonces no fue tan mala.
YOU ARE READING
One Shot ^^
Short StoryEn esta sección podrás leer historias cortas (de un solo capítulo) o quizás el inicio de otras historias a futuro aquí
Visita Inesperada
Start from the beginning
