N- ¿Ves que esté gritando?
Uzi- No, pero estás en ese modo pasivo-agresivo donde me da miedo parpadear.
N volvió al carrito.
Agarró una botella de agua y la tiró dentro con un golpe seco.
N- Sigamos.
Uzi lo miró por varios segundos.
El silencio entre ellos ya no era cómodo.
No era tenso.
Era algo más denso.
Más contenido.
Como una tormenta que se niega a explotar… todavía.
La compra terminó rápido después de eso.
N ya no hizo bromas sobre yogures.
Uzi dejó de intentar provocarlo con dulzura.
Ambos guardaron silencio mientras pasaban los productos por la caja.
La cajera les sonrió. Ellos apenas respondieron.
En el auto, N miró por la ventana todo el camino.
Uzi puso música. Bajó el volumen cuando vio que N no reaccionaba.
Uzi- ¿Quieres decirme qué pasa?
N- Nada.
—N…
Uzi- Nada.
Pero no era cierto.
Lo que pasaba era todo.
Y lo que venía… iba a ser peor. o mejor.
Dependiendo de cómo Uzi supiera manejar a un N furioso, celoso y a punto de explotar.
La puerta del departamento se cerró con un “clic” suave, casi tímido.
Un sonido pequeño, pero que retumbó como una sentencia final.
N fue directo a la cocina con una bolsa en cada mano, las dejó sobre el mesón y ni siquiera miró a Uzi.
Ni una palabra. Ni un gesto.
Uzi entró detrás, más lento, como si cruzar el umbral significara entrar en zona de guerra.
Uzi- ¿Vas a seguir con esa cara? —preguntó finalmente, dejando las llaves sobre la mesa.
N abrió el refrigerador y colocó la mantequilla sin responder.
Uzi- ¿De verdad estás molesto por un beso en la mejilla?
N cerró la puerta del refri con más fuerza de la necesaria.
Luego se giró, despacio, apoyando ambas manos en el mesón, sin mirarlo directamente.
N- ¿Quién se cree ella para besarte?
Uzi frunció el ceño, cruzando los brazos.
Uzi- Fue solo un gesto. No significó nada. Y tú estabas ahí, no es como si…
N- Y tú, ¿quién te crees para dejarla hacerlo? —interrumpió esta vez sí mirándolo, con esos ojos oscuros como tormenta—. ¿Te pareció lindo? ¿Romántico? ¿Melancólico?
Uzi- ¡N, por favor! —alzó las manos—. Es mi ex. Solo fue una despedida cordial. Ni siquiera fue en los labios.
N- No necesitaba serlo. El mensaje quedó claro.
Uzi- ¿Cuál mensaje?
N- Que todavía puede acercarse a ti como si nada. Como si tuviera permiso. Como si yo no existiera.
Uzi bufó, frustrado.
Uzi- ¿Estás escuchándote?
N- Perfectamente.
Uzi- ¿Estás celoso?
N lo miró en silencio por unos segundos.
N- Sí —dijo con frialdad—. Estoy jodidamente celoso.
Y no me avergüenza decirlo.
YOU ARE READING
One Shot ^^
Short StoryEn esta sección podrás leer historias cortas (de un solo capítulo) o quizás el inicio de otras historias a futuro aquí
Celos
Start from the beginning
