One Shot ^^

"Descansa en Paz"

N- Gracias, tía. Él también fue muy importante para mí.

Luzmila- ¿Y estos? -preguntó mirando por encima de su hombro.

Su mirada cayó sobre Uzi primero, que sonrió levemente y dijo:

Uzi- Pareja de N. Buenas tardes.

Luzmila- Ah. Pareja. Ya... —asintió con una sonrisa falsa, como quien se traga un limón en público.

Luego miró a J, V y Cyn.

N- Ellas... ellas son mis hermanas. Ya las conoces.

Luzmila- A veces desearia no hacerlo —murmuró la tía mientras se alejaba lentamente.

Cyn susurró:

Cyn-¿La tía Luzmila sigue viva? Yo pensé que solo salía en las leyendas.

J- Cyn, por favor —suplicó reprimiendo un colapso.

La sala principal estaba llena. En el centro, el féretro de madera oscuro brillaba bajo la luz amarilla. Fotos del tío Ramón rodeaban el ambiente, junto con flores blancas y amarillas, y una cruz de madera tallada.

N bajó la mirada, caminó hasta el ataúd, y respiró hondo.
Uzi lo tomó de la mano discretamente, sin que nadie lo viera. Fue un gesto pequeño, pero N sintió el consuelo que necesitaba.

N- Gracias por estar aquí —murmuró.

Uzi- Siempre. Aunque el ambiente es como de película de terror.

N- Así es la familia —sonrió débilmente.

Mientras tanto, en la zona trasera, V se quedó mirando una foto del tío Ramón con expresión concentrada.

V- Oye, ¿soy yo o... se parece un poco a J cuando grita?

Cyn soltó una carcajada.

Cyn- ¡Totalmente! ¡Mismo ceño fruncido, misma energía de "orden en la sala"!

J- ¡¿Podemos comportarnos un momento?! -susurró entre dientes, acercándose como un misil-. ¡Al menos hasta que empiece la misa!

Cyn- Relájate, sargento —dijo con una sonrisa—. Nadie ha causado un escándalo. Todavía.

J- No juegues con eso.

Del otro lado del salón, la tía Lidia apareció. Estaba completamente vestida de negro, con un velo corto y un rostro de agotamiento emocional y físico.

Abrazó a N con cariño, sin decir nada al principio. Luego murmuró:

Tia Lidia- Tu presencia significa mucho, hijito. Tu tío te quería como un hijo.

N- Yo también lo quería, tía. Lo siento tanto.

Ella asintió y se secó las lágrimas con un pañuelo blanco.

Lidia- ¿Y él es tu...?

N- Sí. Él es Uzi. Mi pareja.

La tía Lidia lo miró, lo evaluó en silencio... y sonrió.

Lidia- Bienvenido. Es un gusto tenerte aquí.

Uzi- Gracias por recibirnos -respondió sorprendentemente amable.

Lidia- Y... -giró la vista hacia las hermanas-. Las chicas...

J- Hola tía Lidia —saludó con tono respetuoso.

Lidia- Qué bueno que vinieron... —dijo con una sonrisa que se desdibujaba al mirar a Cyn, que justo en ese momento sacaba una bolsita Ziploc de su cartera.

J- ¿Qué haces? —murmuró horrorizada.

Cyn- Galletas. Nunca se sabe si uno va a desmayarse del hambre -respondió mientras mordía una con tranquilidad.